13/6/12

Las condiciones del rescate a España. Erasmus vs. catetos

 

M24_SWS

 

Las becas Erasmus, acertadamente bautizadas con el nombre del autor del Elogio de algo tan nuestro como la Estupidez, permiten cada año a sucesivas hornadas de veinteañeros –los Erasmitos- cambiar de país durante un curso académico. Sus padres presumen de ello en el bar: “Pues tengo a la niña en Bolonia, estudiando”. La niña está en Bolonia, sí, pero lo que estudia, minuciosamente, son los bares de la zona y los hábitos sexuales de los nativos.

Estudiar, no estudiarán; pero ese año que dedican a ponerse hasta el ojete sin supervisión paterna, los convierte en europeos. Esos veinteañeros crecen –es ley de vida- y crecen libres del catetismo de sus mayores, habiendo trenzado lazos emotivos con sus vecinos y ven a un alemán o un belga como un madrileño de sesenta años ve a un extremeño o a un valenciano. Aunque puede que salgan unos pijos, por lo menos, ya saben: el nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando.

Pero, de momento, los que mandan en la Unión Europea y en sus estados miembros no bajan de los cincuenta y no son, no se sienten, europeos. De ahí la ridícula cortedad de miras que limita sus ambiciones al horizonte de las próximas elecciones cantonales.

De ahí las ridículas peleas de taberna –de bardeo y botella de cerveza rota contra la barra- entre nuestros malditos politicastros líderes, que se sienten la mar de hábiles por convocar las elecciones sin dejar tiempo al enemigo para que haga los presupuestos a tiempo, o de retrasar dichos presupuestos hasta después de las elecciones cantonales de Al Ándalus, que igual las ganamos si la gente no se entera de lo que pensamos hacer. (Y ni siquiera) Claro, si eso produce desconfianza, es por los especuladores y por culpa de los catetos que mandaban antes.

No es un mal propio de Hispania, no. Frau Merkel hace lo mismo. Ella es otra cateta y su catetez –equiparable a la de Zapatero y Rajoy, sólo que con más pasta- está consiguiendo que sus vecinos empiecen a albergar hacia la Gran Alemania unos niveles de simpatía que no se habían alcanzado desde los años 40. Y, así, esa banda de catetos que se cree muy lista moviendo las lindes de su parcelita de secano al vecino, está pendiente de la lonja a ver si saca unas pesetas más a la cebada. Más que nada, para presumir en el bar. Y si al vecino se le pone mala la vaca, pues se alegra. Y nosotros nos regodeamos en nuestras miserias. Cada uno niega o apocalipsiza según a cuál de los partidos turnantes esté acostumbrado a echar la culpa.

Así, el gobierno alemán, cuyos bancos cantonales (sus cajas) eran el ejemplo de lo que no debe ser un banco, y que tenía la mayor exposición a la deuda griega (y española) se dedica a putear a sus vasallos porque son unos vagos y unos irresponsables, como si no supiera que, si los griegos y los españoles dejan de comprarles BMW, Volkswagen Polo y lavadoras (y tanques y submarinos), eso acabará afectándoles. La satisfacción de ser el más rico del pueblo mola más. Ha tenido que venir el amigo americano a decirles a los niños que dejen de joder.

Igualmente, los caciques griegos o españoles se han dedicado a ejercer graciosamente el mecenazgo, repartiendo con sus Arquitectos de cámara los diezmos, portazgos y alcabalas que sus sayones exaccionan al populacho.  A lo mejor pensaban: “talmente como el Papa con Miguel Ángel.”  (No es así: Miguel Ángel era un pintor genial, aunque también destacó en la escultura, máximo exponente renacentista, sus grandes obras todavía perduran. No es Calatrava)

¿Y nosotros? Pues, nosotros, igual. En vez de seguir poniendo a parir al cacique que no es de nuestra cuerda y defender al nuestro, deberíamos estar preguntándonos a santo de qué, si los principales perjudicados por la eventual quiebra de ciertos bancos “españoles”, serían otros bancos, “alemanes” o “franceses”, que prestaron alegremente la pasta a los de aquí para que se la prestaran a su vez a unas constructoras a punto (también) de quebrar… a santo de qué –digo- si ahora los países cuyos bancos peligran si los “españoles” quiebran, van a poner pasta para salvar, no a los bancos españoles, sino a los “suyos”… ¿A santo de qué le tienen que prestar esa pasta al Estado español y no a sus deudores, de forma que quienes les debamos la pasta seamos nosotros y no los bancos quebrados?

¡Vaya! La propia pregunta contiene la respuesta.

¿Qué podemos hacer?

Primero, aprender idiomas. Segundo, ampliar horizontes: no hay que echar la culpa (sólo) a nuestros catetos caseros; también –en igualdad de condiciones- a los de Berlín, Londres, París o Bruselas; incluso enterarnos de que hay una cosa llamada iniciativa legislativa europea, que permite que la gente proponga cosas directamente a la UE. Tercero, hacernos una lista de las empresas en las que han trabajado antes los catetos y de los consejos de administración donde van a sentarse cuando pierden las elecciones. CUARTO, si protestamos y exigimos cosas, limitarnos a exigir que la Justicia actúe contra los delincuentes. Dejar de perderse por los cerros de Úbeda sexistas, religiosos, locales, alimenticios o gramaticales y poner en valor las cárceles.

Quiero decir: si ese tipo que era responsable de un banco  no sólo lo ha hundido, sino que, además, falseó las cuentas para ocultarlo, parece un delincuente, es que ES un delincuente. Si el que tenía que vigilar que no lo hiciera hizo la vista gorda y parece un delincuente, ES un delincuente. Si el indocumentado que se sentaba en el consejo de administración porque lo pusieron allí y ganaba una pasta gansa por tocarse el bolo y, a cambio, firmar lo que le pusieran por delante nos parece un delincuente, es porque ES un delincuente. Pagamos a la Guardia Civil, a los Fiscales, a los Jueces, para que nos quiten de en medio a esa gente, ¿no? Pues, como los pagamos nosotros, hay que exigirles –a ellos, no a los políticos- que hagan su trabajo. Ni más, ni menos. Exigirlo todo el tiempo, en todas partes, sólo eso (de momento) Nada más. Ni salvar la Amazonia, ni salvar perritos, ni meterse con los del Athletic por llamar hija de puta a Espe, ni nada. Exigir que los funcionarios a los que pagamos para que nos defiendan de los ladrones, lo hagan.

Parece limitado, pero ¿se imagina Vd., amable lector, el efecto si el populacho pueblo soberano, concentrara todas las energías que gasta en mandar correos babosos de animalitos o cochinadas diversas, en eso, en exigir a esos funcionarios que trabajen?

La idea me viene de aquella táctica de los barbudos de Fidel en Sierra Maestra. Se apostaba un francotirador y esperaba el paso de una patrulla. Se cargaba al que iba el primero y se largaba. Nada más. Al poco tiempo –claro- nadie quería ir el primero.



22 comentarios:

  1. Cierto, Miguel Ángel nunca lo haría:
    http://www.calatravatelaclava.com/

    Sepa usted que ya he anotado la frase "según a cuál de los partidos turnantes esté acostumbrado a echar la culpa". La empezaré a usar mañana mismo, así que ¡gracias!

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    1. Me parece muy requetebién. A ver si conseguimos que cuaje el término, tan clásico en la política patria: De Cánovas a Sagasta y de Sagasta a Cánovas.

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  2. Me gusta mas el ejemplo que pone usted del francotirador... a partir de mañana lo uso, así que agradecido quedo.
    Saludos

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    1. ¡GASP! ¿Te vas a ir al planeta Axturias con los mineros?

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  3. El truco del francotirador ¿no era del empecinado?

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    1. Pues, es probable. Aunque creo que Viriato ya lo usaba. Pero es que si me pongo a explicar quién era El Empecinado me sale otro postio. Por cierto, gracias por la idea, que haría falta alguno en estos tiempos de tribulación para declarar la guerra a muerte y sin cuartel conra El Francés (o quien se tercie)

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  4. Fidel siempre me pareció un tipo listo

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  5. Latveria ya no me parece tan mal sitio después de todo.

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  6. Hasta cuando la gente no se darà cuenta que son los alemanes los que èstan moviendo toda la europa ,me refiero economicamente,la politica econòmica de la CE hace beneficiar solo a ellos. Saludos .Teresa J.

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    1. Bienvenida, Teresa a éste tu bar. Yo sólo quiero saber en qué consejo de administración va a sentarse Frau Merkel cuando pierda las elecciones. Eso nos daría muchas pistas útiles.

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  7. Las becas Orgasmus...que bien les hubieran venido a los catetos reinantes...si hubieran jodido más de jóvenes a lo mejor no se dedicaban ahora a jodernos a los demás...y por aquí, en el reino del norte, no pasa nada...el fuego que se vislumbra en las autopistas son las fiestas patronales que empiezan...los atascos kilométricos se producen porque nos quedamos a ver lo bonitos que son...me da que va a tener que volver Pelayo para empezar otra vez la Reconquista... pegándole un tiro al primero que pase...o fuego a la sede del Gobierno o a los Bancos...en fin...que estamos todos muyyyyy contentos...

    Un abrazo profesor, y gracias por seguir dando clase con tanta clase...

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    1. Es que por ahí arriba las cosas se hacen en serio. Nada de consensos ni aplausos mudos: artillería. Todo un ejemplo.

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  8. Dilecto PCB, a mí me da vergüenza esta clase política. Tomemos el RESCATE como si hubiéramos perdido Cuba, aboguemos de una vez con una cultura política centrada en el BIEN COMÚN. Y, sí, exijamos a los funcionarios que hagan su trabajo. Si hay un presidente del TS que ha metido mano, que se la corten (la mano); si un banquero ha llevado a la quiebra a un banco, que le quiebren a él las costillas y el patrimonio; si un político ha gastado lo que no tiene, que se lo saquen de los higadillos. Que vivan en la misma ruina a la que han lanzado a millones de contribuyentes.

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    1. Estimada Sra. Liddell... es que, para una regeneración como la que Vd. plantea (he leído su postio, pero no he podido comentar. Luego volveré a intentarlo) habría que quemar unas cuantas cosas y... y lo de fusilar está cada vez peor visto. De momento, a ver si a los segundones se les puede meter un poco de miedo en el cuerpo.

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  9. ¡Chapeau! Aunque yo empiezo a plantearme que a lo mejor habría que ir colgando de los puentes los cadáveres de algún que otro político, banquero o político a modo de advertencia para el resto del rebaño.

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    1. Si seguimos así, tarde o temprano, a alguien se le irá la pinza y empezará.

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  10. Aunque es cierto que hay que afinar la puntería como indicas en cuanto a las reclamaciones, hay algunas más globales que no se pueden dejar de lado, véase el ejemplo de la Amazonia. Otra cosa es que ahora mismo en cuestiones sociales nos urja afinar la puntería en cuanto a la petición de responsabilidades. Cada cosa su tiempo, y aunque el general de la sociedad debiera ira esto, no olvidemos las cosas globales que, si las despistamos, nos matarán más rápido que la economía. Ahora bien, el tema es más complejo que pedirle a la guardia civil, policía, etcétera que hagan su trabajo. Usted como yo, compañero, sabe que en los casos llamados grandes los jueces pinchan y cortan mucho, y hasta elliot Ness en sus épocas no podía hacer nada sin unos permisos judiciales. En todo caso, y cambiando un poco de tema, al estar al pie de calle muy a menudo me doy cuenta de que van habiendo cambios de modos de actuar entre manifestantes o indignados y policía, y ha funcionado bien al Estado lograr que el ciudadano focalice al policía como problema, e ibiciversa. Sin entrar en detalles de si lo es o no, es un debate largo y relativo, lo cierto es que las calles están cada vez más encabronadas entre unos y otros... Y la reacción policial es cada vez más virulenta. Tras algunos años ejerciendo de historiador desde los archivos, ya como archivero o investifando para amigos, tengo la impresión de que la policía tarde o temprano va a tener un exceso grave (pudo acabar en uno cuando pegaron tiros en Lavapies) y ese día a mucha gente descontenta se le va a acabar el pacifismo. Andamos por sendas escabrosas, me temo. Y la culpa no será de la policía, ni de los ciudadanos, será de la ineptitud de políticos y banqueros que han sido incapaces de gobernar para lo que se supone: para el pueblo, y no para el dinero. Un saludo.

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  11. Una caña bien fresquita por favor, que yo mientras escucha las conversaciones del resto de clientes, me voy quitando el sombrero.

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  12. No he podido acabar de leer tu entrada, que supongo que nada tiene que ver con el entorno Erasmus.
    Pero he sentido la necesidad de decirte algo:
    Eres gilipollas

    Y si crees que todos los Erasmus salen buscando bares y pollas extranjeras, te lo mereces

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    1. Estimado Anónimo: si el epíteto ornans que me dedica hubiera ido dirigido a otro contertulio, habría borrado el comentario; pero, como va dirigido a mí, me limitaré a constatar que cree el ladrón que todos son de su condición. Lo único que me preocupa es que, si no ha podido Vd. pasar del primer párrafo, me desmonta un poco mi argumentación a favor de los Erasmus.

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