7/4/08

Nota sobre Ruanda

Mi intención era matizar un poco la aportación anterior de Canichu, pero me he enrollado más de la cuenta y mejor hago un postio nuevo. Escribo a vuelatecla, advierto, por lo que no doy fechas exactas, ni muchos nombres.

Hay que tener en cuenta que la división étnica de Ruanda no responde exactamente al patrón que se da en casi todos los países africanos. Ruanda era uno de los pocos Estados organizados que existían en el Africa subsahariana y que subsistieron como tales hasta la época de la colonización.

Por su lejanía y alto grado de organización, se libró de la trata de esclavos árabe, resistiendo todas las expediciones esclavistas. La última la del legendario tratante Tippo Tibb, conocido de Stanley, que atacó Ruanda con una tropa de unos dos mil hombres, entre árabes y nativos, con armas de fuego y muy malas intenciones. Sólo sobrevivieron unas decenas y desde entonces, dejaron en paz a los ruandeses.

Los batutsi, pueblo de origen nilótico, llegaron a la zona con su ganado a mediados del s. XV, desde el Nordeste, y se establecieron en aquellas tierras, de clima benigno y fácilmente defendibles por su orografía. Las relaciones con los pobladores anteriores, mayoritariamente de etnia bantú oscilaron entre la guerra abierta y los tratados de reparto del territorio. Hay que tener en cuenta que en un principio, la población era escasa y no existía el gran desequilibrio actual, pero que, como es habitual, las poblaciones de agricultores tienden a aumentar bastante más que las ganaderas que, en todas partes han practicado un cierto control de la natalidad.

A lo largo de los siglos siguientes, los batutsi fueron incorporando no sólo los reinos (o jefaturas tribales) existentes en el actual territorio de Ruanda, sino los de lo que hoy es Burundi y de la parte Sur de la actual Uganda y la Este de la actual República Democrática del Congo. El “Gran Ruanda.” Llegando a existir un Estado bastante organizado gobernado por el Mwami, Rey, que era reconocido como superior por los demás “reyes” locales. El Mwami tenía un ejército bastante eficaz y el monopolio del comercio y, muy especialmente, -ojo- de la cerveza. (La habilidad cervecera de los ruandeses ha sobrevivido hasta la actualidad, en que la Primus es la cerveza más bebida de todo el África central)

En cuanto a la división étnica, ya vemos que no se produce por la intervención colonial que obligó a convivir a la gente al mezclar territorios. Las etnias ya estaban mezcladas, y de hecho, cuando llegaron los primeros colonizadores, la integración estaba bastante avanzada en virtud de un sistema más o menos feudal, en el que un campesino o ganadero sin demasiados posibles, reconocía a otro más próspero o a un noble como señor, a cambio de tierras o ganado en usufructo y protección jurídica y militar. Para esto no existía distinción entre bahutu y batutsi, formándose con el tiempo clanes extensos, cuyos miembros pertenecían a las dos etnias, y cuya lealtad era “política” a la cadena de señores “feudales” y al clan, no a la “etnia”.

A finales del s. XIX, Alemania, partiendo del “África oriental alemana”, actual Tanzania, penetró en el Gran Ruanda. Como lo que realmente le interesaba al Gobierno del Kaiser era poder controlar el comercio del Congo Belga (Zaire – RDC) hacia el Índico a través de su colonia (Tanzania) no intervino demasiado en la política interna, llegando incluso a controlar la sobreactuación de los misioneros católicos, mayormente los Padres Blancos.

La Primera Guerra Mundial, también afectó bastante a la zona, pero el ejército colonial alemán, junto con el ejército real ruandés, hicieron frente a todos los intentos de invasión por parte de las tropas coloniales de Francia, Gran Bretaña y Bélgica, ganando la guerra en esa parte de África. No obstante, tras la derrota, esos territorios se le cedieron a Bélgica, que unió parte al Congo y dividió el resto entre sus colonias de Ruanda y Burundi.

Aunque se mantuvo la monarquía, la administración colonial belga fue mucho más intervencionista y no puso ningún freno a la actuación de los misioneros, enfrentados a la estructura social tradicional y al Rey, que no veía con buenos ojos las conversiones al Cristianismo. De hecho, de acuerdo con las teorías racistas imperantes en la época, fueron los belgas los que instituyeron la división “racial” entre batutsi, bahutu y batwa (pigmeos), al instaurar un documento de identidad en el que constaba la “raza”. Como la supuesta raza era difícil de dilucidar en muchos casos, se adoptó el criterio de que si alguien tenía más de 10 vacas, se le censaba como mututsi.

Durante la época belga (1919-1962) por la autoridad colonial y los Padres Blancos que actuaban como un poder fáctico, teniendo a su cargo la educación, se fomentó la creación de una élite tutsi y una masa hutu, diferenciando de modo en parte artificial ambas etnias. En los últimos tiempos, en cambio, tremendamente preocupados por la traumática situación en el Congo, con el caos en que se desarrolló la descolonización, se intentó que eso no pasara en Ruanda, de modo que Bélgica mantuviera el control del país después de la independencia. Para ello, se cambió de política por completo, abandonando a los batutsi y tratando de inculcar en los bahutu una conciencia de estar oprimidos, no por los belgas, sino por los batutsi.

Aquí sí que existe una responsabilidad grave de la administración belga, al apoyar a un partido de corte radical- racista PARMEHUTU, y preparar en 1959 unas elecciones fraudulentas que llevaran al poder a su líder, a la vez que se enviaba al Mwami al exilio.

Lo que los belgas y, en parte, los franceses, trataban de garantizar era un régimen que atendiera a sus intereses una vez llegada la inevitable “descolonización.” El proceso se desarrolló entre 1959 y 1962, año oficial de la independencia. Durante dicho proceso, se produjeron las primeras masacres de batutsi.

En 1973, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, General Juvenal Habyarimana, dio un golpe de Estado, ante la amenaza de ser depuesto, que lo condujo al poder, como Presidente y jefe del Ejército, cargos que mantendría hasta su asesinato en 1994.

Hay que señalar que Habyarimana, al igual que los principales mandos del Ejército, en su mayoría bahutu, aunque incluso en la primera junta militar había un mututsi, había pasado por las academias militares francesas y por las enseñanzas sobre guerra revolucionaria propias de la Guerra Fría que se impartían en la Escuela Superior del Ejército en la propia Ruanda, a cargo de oficiales franceses. En ellas se enseñaban las técnicas de encuadramiento y control de la población que tan buenos resultados les dieron a los franceses en Argelia y que constituyeron la base de la doctrina occidental posterior.

Ello tiene mucho que ver con el genocidio del 94, ya que esos principios, sin las limitaciones y frenos de un estado europeo, se aplicaron a la perfección.

En el año 73, se produjeron nuevas matanzas de batutsi, acusados por la propaganda de intentar reimplantar la monarquía (en la práctica, para camuflar el golpe de Estado de Habyarimana) y se inició la horrible práctica de cortar las piernas por la rodilla a los tutsi “para que tuvieran la estatura de una persona normal.” No obstante lo cual, el Gobierno francés comenzó a interesarse cada vez más por Ruanda, hasta sustituir de hecho a Bélgica como potencia postcolonial hacia 1978, durante la presidencia de Giscard D’Estaing.

El país funcionaba más o menos bien, para los estándares africanos, hasta que a finales de los 80, principios de los 90, se inició, contra la dictadura de Habyarimana una oposición cada vez más fuerte, no sólo tutsi, sino de todos aquellos que pretendían un cambio de régimen y cierta democratización del país. La represión desembocó en la creación del Frente Popular Ruandés, a partir de los refugiados en Uganda donde a los batutsi autóctonos tras la partición colonial se sumaban miles de exiliados, que habían ayudado a alcanzar el poder a Yoweri Museveni, el actual presidente ugandés (Paul Kagame, líder del F.P.R. y actual presidente ruandés, llegó a ser Jefe del Estado Mayor del Ejército Ugandés, previo paso por academias militares en Estados Unidos).

Cuando comenzó el enfrentamiento abierto, con apoyo de Uganda y, por este medio, de los Estados Unidos, Francia incrementó su apoyo al Gobierno de Habyarimana. Cuando se llegó a la guerra abierta, en el año 90, Dicho apoyo francés llegó a una gigantesca operación clandestina para, primero, transportar y abastecer a las unidades de élite del ejército de Zaire a la zona de operaciones y, a continuación, armar al Ejército ruandés con armamento egipcio financiado oscuramente e incluso a la implicación directa de unidades militares francesas en los combates. La rápida intervención de Francia y Zaire, hizo fracasar la ofensiva del F.P.R., con las consiguientes masacres de batutsi. Las represalias se sucederían a cada incursión exitosa del F.P.R.

De hecho, lo que estaba en juego era el control de la región de los Grandes Lagos y sus ingentes recursos naturales, que Estados Unidos había decidido disputar a Francia dando su apoyo a Uganda y al F.P.R., anglófonos y protestantes, frenta a los gobiernos de Ruanda y Zaire, católicos y francófonos. Esto tuvo mucho que ver con la actitud de la Iglesia no sólo nativa. (excluyo a los Padres Blancos)

La guerra había desequilibrado por completo la economía ruandesa, de forma que el FMI y el Banco Mundial, obligaron a Habyarimana a iniciar una política de ajuste económico al estilo de la época, es decir, reducción de servicios sociales, privatización de las empresas públicas, eliminación de medidas proteccionistas, etc., con el resultado habitual de sumir a la población en la miseria, mientras las ayudas exteriores se gastaban por medio de todo tipo de subterfugios en armamento. Ni que decir tiene que la lamentable situación económica fue imputada a los tutsi por la propaganda gubernamental.

A pesar de todo, en 1993, la guerra estaba casi perdida por el Gobierno, con parte del país en manos del F.P.R. Se celebró en Arusha (Tanzania) una conferencia de paz, que llegó a un acuerdo de reparto del poder entre el Gobierno de Habyarimana y el F.P.R. de Kagame (el actual presidente) que incluía la integración en el Ejército ruandés (F.A.R.) de los miembros del A.P.R. (Ejército Popular Ruandés, el brazo armado del F.P.R.) Dicho acuerdo era inaceptable para el ala dura del Gobierno y del Partido único que, no sólo verían muy mermado su poder, sino que se enfrentaban a eventuales represalias por las barbaridades cometidas durante la guerra, en la que ya habían muerto unas 300.000 personas entre 1990 y 1994.

En abril de 1994, cuando el presidente de Ruanda volvía de la conferencia de paz a Kigali, acompañado de su Jefe de Estado mayor y del presidente del vecino Burundi y parte de su séquito (en un avión donado por Francia y con tripulación francesa), fue derribado por dos misiles SAM. Hay que señalar que el vuelo era secreto.

Inmediatamente, se puso en marcha el dispositivo que ya estaba preparado de antemano. Es preciso reseñar que la Radio de las 1000 Colinas, una emisora creada por empresarios cercanos al ala dura del Partido, llevaba meses caldeando los ánimos, y días profetizando un “acontecimiento” que iba a ocurrir y que iba a desencadenar una matanza de bahutu a manos de los batutsi y otros traidores.

En un primer momento, se echó la culpa a los belgas, de modo que 10 cascos azules de dicha nacionalidad fueron desarmados, capturados y linchados por la multitud. Luego se echó la culpa a los traidores a sueldo de los batutsi que estaban en el Gobierno y, de hecho, se asesinó en las horas siguientes a la práctica totalidad de los miembros del Gobierno partidarios del acuerdo de paz y a la práctica totalidad de la oposición (en gran parte, hutu)

Sólo entonces, sin oposición posible, se inició el genocidio a gran escala por todo el país. Genocidio que había sido convenientemente preparado mediante la propaganda por radio y el encuadramiento y armamento de milicias “interhawe”, relacionadas con el ala radical del Partido.

Lo demás ya es sobradamente conocido. Ver “Hotel Rwanda.”

14 comentarios:

  1. Ahora es cuando doy el mismo argumento que daban en El País para decir que Islandia mola, y me llaman ultraracista: Será la genética.

    Mira que se le haría difícil joder situaciones a determinados poderes sin: Raza, Lengua y Religión.

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  2. No tengo valor para ver HOTEL RWANDA ni nada que se le parezca minimamente, me indigna tanto la idea del genocidio que no lo puedo soportar, por desgracia bastante tuve que presenciar a través de los telediarios en vivo y en directo, desde entonces evito las noticias sobre masacres diversas, tampoco puedo ayudar de ninguna manera si lo veo, me siento demasiado impotente y débil ante tanta injustícia.

    Un saludo!!!

    p.d.: y eso que lo escribía a "vuelatecla", pues "déunidó"!

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  3. Buen trabajo de puntualización, más bien de aportar más detalles. Y siendo ahora nada transcendental y totalmente frívolo... creo que debo probar la Primus...

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  4. Bueno, si así es "a vuelatecla"... Muy impresionante, la verdad es querespecto de Africa soy un ignorante total. Te dejo un saludo.

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  5. Por lo menos en Islandia puedes ir por la calle (si el tiempo lo permite despreocupado de los machetazos)

    Aloma69. Para ver Hotel Rwanda hay que estar de un humor muy positivo previo, porque si no induce al suicidio.

    Canichu. Pues si: la fabricación de Primus fue la primera cosa que recuperó en Ruanda el nivel de preguerra.

    Lo de vuelatecla me he dado cuenta de que quedaba un poco presuntuoso, pero es que el truco está en llevar la conversación a las cosas que uno controla. No podría haber escrito eso del tirón sobre la inmensa mayoría de los conflictos. ;)

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  6. Ufff, demasiado largo para leermelo ahora...

    Pero a lo que venía yo por aquí: Sí, es esa misma Riviera.

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  7. Magistral lección.
    Lo cierto es que en el África que conozco no existen tribus y odios de este tipo. Bueno, sí, tribus si que existen, pero nadie les hace caso y la gente se entremezcla tanto que en poco tiempo nadie sabrá de lo que se trata.
    Ahora la gente se distingue más por la zona, barrio o ciudad donde vive, dándose el caso que muchos apellidos tienen que ver con eso.
    Lo que más me ha sorprendido es lo que dices sobre el control demográfico de los pueblos ganaderos. Mi sorpresa no significa escepticismo sino aprendizaje sobre algo que desconocía y no entiendo.
    Un saludo.

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  8. Chico Gris, es que me enrollo mucho. Pues si fuera viernes, igual hasta nos veíamos y todo, oye.

    Pau. Lo de las tribus y las etnias es una manera muy fácil de explicar cosas y además recuerda a las pelis de Tarzán. No veas lo que me costó una vez explicar a los contertulios que en África hay librerías.

    Lo de los ganaderos es más o menos cierto, por alguna razón sin duda fundada. Los Tutsi, los Massai, los Tuareg, los mongoles (hablando en plan tradicional) solían mantener una población más o menos estable o de crecimiento más lento que los de tradición agrícola (no hablemos ya de la época actual).

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  9. La limpieza de "culpables" fue sistemática. No ha nada como dejar el camino expedito. Cuanto más cercanos, más nos regodeamos en el odio. Los clanes van acumulando bilis hasta...

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  10. Me da vueltas la cabeza... :( Torpe estoy.

    De acuerdo con lo dicho por Aloma69: menos mal que lo escribiste a "vuelatecla" (se ve que ya nadie escribe a vuelapluma).

    Con respecto al comentario de Pau, a mí también me llamó la atención lo del control d epoblación de los pueblos ganaderos; ¿con qué método, cómo hacían para controlar la natalidad? ¿O lo que controlaban era el número de individuos de la población, ya nacidos...? (La verdad, no sé si prefiero no saberlo.)

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  11. prolongar el periodo de lactancia de un hijo/a garantiza (no al 100%) que sea más fácil no tener otro descendiente en breve. Este método de control de la natalidad, aunque rudimentario y excesivamente deficiente, es uno de los primeros métodos conocidos por el ser humano. Hay registro de su uso en la Edad Antigua, posiblemente se usó en alguna tribu prehistórica. Su uso en ámbitos rurales tiene que ver con la herencia patrimonial normalmente. Desconozco si este método era más por cuestiones culturales, éticas o realmente fisiológicas, pero hoy día se sigue usando en algunas zonas del mundo tercermundista con más tasa de analfabetismo... y funciona relativamente.

    Disculpa PCBCARP por volver a meter una segunda cuña explicativa en tu blog... es que el tema me ha resultado muy tentador.

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  12. Luis, el tema es que el odio no surge espontáneamente. Después de haber tenido que estudiar con bastante detenimiento el tema ruandés hace 11 años, me sorprende que cosas que pasan en España se diferencian sólo en la intensidad y las eventuales consecuencias. El método de producir la división y el odio es el mismo.

    Almacándida, Yo qué sé... Lo único es que por alguna extraña razón, ocurre. Hay pueblos que se reproducen más y otros que mantienen cierto equilibrio. Si me pongo a elucubrar, fabricaré una teoría creíble, supongo, pero es que tengo poco tiempo. ;)

    Canichu: tus intervenciones siempre se agradecen, como sabes.

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  13. Lo único que tengo claro es que el mejor medio de control de la natalidad es la existencia de una Seguridad Social. Las pensiones de jubilación disminuyen la necesidad de hijos. El siguiente paso es que los hijos mandan a sus padres a asilos para no tener que preocuparse de ellos.

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  14. Qué bien, este resumen, qué útil.

    Esto, el odio no surge espontáneamente, me parece muy acertado.

    Un saludo.

    Oye, y a ver si te gusta esto:

    http://unhombresentadoenunasilla.blogspot.com/2006/08/violencias-de-un-conflicto.html

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Soltad aquí vuestros exabruptos