21/5/09

Contrastes culturales




Mis mayores me educaron para que mirase siempre por algo denominado "el día de mañana", concepto éste que parecía aludir a una especie de consumación de los tiempos customizada. El día de mañana incluía dos conceptos: "colocarte" y "ser alguien", que, contra lo que pueda parecer a los descarriados usuarios de estos tiempos de perdición, eran casi sinónimas; digamos que lo uno conllevaba lo otro. He de decir que "colocarte", carecía por aquel entonces de cualquier connotación politoxicómana (de hecho, el término "politoxicomanía" no existía en nuestro diccionario).


Para convencerte de que estudiaras, te remitían con insistencia al cuento de la cigarra y la hormiga o a la parábola evangélica de los talentos. Obviamente, yo pensaba que lo que les dejaba el amo cuando se piraba eran talentos de otro tipo, o sea, 2 o 3 inteligencias. Por cierto, que en esta parábola está el germen del pensamiento liberal. Una vez que estaba pedo sostuve que se trataba de una interpolación de Adam Smith. Por desgracia, un conocido que estaba haciendo el doctorado en semíticas (y tan pedo como yo) me sacó de mi error, prorrumpiendo, a renglón seguido, en maldiciones en Siríaco y posteriormente haciendo que nos echaran del bar porque el hombre, aunque erudito, es karateka y nos pusimos a hacer Kumite y... bueno, eso da para otra historia.


A lo que iba: lógicamente, el día de mañana que uno esperaba era otro. Más que administrador de fincas o jurídico militar, yo me decantaba por ser un afortunado conquistador (de naciones ignotas, ojo, que en aquella época las niñas eran todavía unos coñazos con coletas que entretenían sus ocios con juegos aberrantes, como la goma o el maiselfo yuti) o, al menos, intrépido explorador de igualmente ignotos territorios.


Ahí empecé a apuntar maneras, creo yo: la primera vez que me visualicé a mí propio, no abriéndome paso a esforzados machetazos de parang o kampilang (según fuera con malayos o dayaks) por los manglares, ni exterminando para beneficio del género humano a los malvados tughs de los Sunderbunds, (con mi kriss envenenado con jugo de upas -o baba de bis cobra- y mi carabina de mar cargada de metralla hasta la boca) sino contándolo luego en sesión solemne de la Real Sociedad Geográfica ante un público erudito y entregado.


Pero bueno, el tiempo pasa y, aunque tú sigues pensando que "el día de mañana" debe estar ya a la vuelta de la esquina, en realidad, según tus cálculos infantiles debe de haber pasado hace por lo menos 15 o 20 años y, un buen día, descubres que tu cara se va convirtiendo en una caricatura de si misma y, ni has conquistado nada, ni has exterminado para beneficio de la humanidad a los puñeteros tughs del tal Suyoddahnna (mírame: yo también soy un tigre) y, lo que es peor: es que ya ni te interesa, así que tampoco es que lo eches de menos.


Eso sí, uno tiene su consuelo, aunque sea un poco ruin: lo de "colocarse" (o sea, tener un curro fijo y bien pagado, para toda la vida) ya sabemos que pertenece a un pasado que no ha de volver: era un sueño para generaciones de posguerra y autarquía. En cuanto a lo de "ser alguien"... bueno, resulta que lo que hacía la gente que "era alguien", o sea, lo lógico: llenarse los bolsillos, hacer favores a los colegas, enchufar a los hijos de los colegas (y hasta a las hijas, si era para secretarias), tener coche oficial (en el avión ni se pensaba entonces) para usos particulares... (mi abuelo tenía un Seat 800 oficial, con chofer, también usado como micro-taxi) o sea, todas esas prebendas a que aspira toda mentalidad feudal (o sea, normal) va y resulta que hoy día son delito. Y no sólo son delito, sino que te sacan en los periódicos y te ponen a parir y hasta te graban las charlas con los colegas.


Y, oye, uno será lo que sea, pero también le educaron para ser una persona de orden y, de eso de delinquir, nada; hasta ahí podíamos llegar.






16 comentarios:

  1. Lo que pasa es que usted tiene envidia. Pero envidia cochina.
    Hay gente que ha llegado a ser alguien, y como usted querría haberlo hecho y no ha podido, pues nada, a tirarles mierda.

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  2. Amigo Folken, como español de pro, considero la envidia una virtud acrisolada.

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  3. GENIAL, un pòst bordado.

    Sigo yo pensando en el significado, el origen, o lo que sea del mai se fo yu ti, cosa que entra en los arcanos más profudos de la cultura.

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  4. jojo, menudo final devastador. Me he reido mucho con la escena del bar, ojala un dia nos la cuentes.

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  5. Yo quería ser actriz de cine o teatro , estaba todo el día disfrazándome, y soñaba con ser la Bacall y decirle a Bogart eso de "silbame" .....aun no descarto al menos ser cupletista ....que eso de la edad en según que cantares tampoco importa mucho ....Yo creo que usted tiene madera de Livingstone Don pcb

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  6. Es de ajpañoles quejarse por el progreso de los demás. Si no nos quejásemos no seríamos carpetovetónicos...
    Ahora, también es muy español decir que no se ha hecho nada delictivo, que ésos eran otros que no tenían nada que ver con él y no guardar facturas.
    Y nos reíamos de la policía fiscal italiana, manda huevos.

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  7. Todo ha cambiado, es cierto.
    Antes, por ejemplo, un padre podía morirse en paz sabiendo que sus hijos ya tenían un puesto en tal empresa de por vida, ahora eso no puede ser en la mayoría de casos.

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  8. Cagüentó!! acababa de contestaros a todos, muy educadamente, y el maldito blogger me lo ha borrado todo.

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  9. ...vieja excuusa, ya no cuela.


    Y usa el windows live writer

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  10. Me ha surgido una duda existencial:

    Si este onvre (http://blogs.menstyle.es/nadaimporta) y ud compartiesen el mismo bar... ¿implotaría la tierra?

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  11. Muy buen post, uno de los mejores que has escrito, al menos formalmente. Muy bien colocada la estocada al final, y por su misma brevedad, incontestable.

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  12. Si que era verdad, joder, que me solté un rollo kilométrico y el blogger empezó con sus moñigadas.

    Me sorprende la acogida a este postio, porque es una chorradilla que se me ocurrió mientras esperaba en el bar.

    Folken, supongo que si coincidiera con ese hombre en el bar nos tomaríamos unas cervecitas. De hecho, el sábado, tuvimos una cata de morcillas en el club social de los amigos del teatro. Estaban de vicio, productos extremeños de alta calidad.

    No uso el live writer porque estoy usando un ordenador que no es mío y no quiero empezar a instalar cosas.

    Gabriel, me alegro de verte por aquí. Insisto que me sorprende que os parezca tan bueno, porque me salió así como si tal cosa.

    Doña Peggy, yo tampoco descarto ser cupletista. Una vez tuve una actuación memorable como único artista heterosexual en una fiesta gay... Algún día lo contaré como merece.

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  13. Anda que no tiene cosas que contar: el cuplé gay, lo del karataka ... A usted un post le da pie para una docenita o más.

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  14. Doña Alicia, tuve algunas noches algo agitadas

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  15. este post se convertirá en un referente para entender el cambio de mentalidad del S.XXI (o de la desaparición de la mentalidad en si).

    A mi nunca me gustó el final de la Cigarra y la Hormiga.

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