2/8/10

Imagen especular

 

famoso che guevara en los toros 2El Comandante Guevara, Presidente del Banco Nacional de Cuba, en Las Ventas.  1959. 

 

Especular, de espejo, nada que ver con la SGAE.

Tomo como excusa la prohibición de los toros en Cataluña. Ya sé que el relativismo moral es pecado. Tal vez por ello, en esta sociedad decadente nuestra, no hay relativismo: lo que hay son diferentes absolutismos morales en pugna por el mismo nicho ecológico. Un observador situado fuera de la sociedad (un extravagante, en Inglés, outsider) observaría un conjunto de conjuntos de creencias que se interseccionan unos a otros, según las adscripciones tribales ideológicas de cada cual, formando dos grandes bloques. Ambos parecen  una imagen especular uno del otro.

Lo que tienen en común casi todas las morales particulares es que su usuario posee la íntima convicción de que su opinión es la Justa y que los que no la comparten viven en el Error, si es que no son siervos del Maligno, sentados unos junto a su cuerno izquierdo, otros junto al derecho.

Y es que, cuando estás convencido de que tus opiniones o creencias son las buenas, tiendes naturalmente a considerar a los que discrepan de ellas como enemigos. Es realmente difícil encontrar a alguien que no tenga sus opiniones del momento por valores absolutos, inmanentes, sino que piense, sencillamente, que a él le valen para aquí y ahora y que, de verdad, no considere que los demás están equivocados. O que, aunque crea que están equivocados, considere que están en su derecho mientras sus equivocaciones no le afecten personalmente a uno.

Es mucho más fácil encontrar gente dispuesta, no sólo a mantener su verdad por la fuerza, sino a imponerla a los demás. Por la fuerza de que disponga, no me refiero –sólo- a la fuerza física.

Todos aceptarán lo que acabo de decir referido a sus enemigos (la Iglesia, el PSOE, los musulmanes, los taurinos, los antitaurinos…). Pero muy pocos lo aceptarán respecto de sí mismos. La mayoría nos vemos a nosotros mismos como personas razonables y más o menos tolerantes… hasta que se nos ofrece la oportunidad de imponer nuestras opiniones a los demás.

En nuestra civilización opulenta y -por tanto- decadente, las ideas son débiles, y las causas también. Y, si me apuran ustedes, hasta los cerebros son débiles, por falta de ejercicio. Las causas que uno asume como propias suelen tener poco que ver con los propios intereses vitales. Responden a la tarea de pastoreo mental de los que mandan:

Distraer la atención de lo esencial.

Verbigracia: Ha sido relativamente sencillo movilizar a una parte de la opinión pública catalana para recoger firmas y presentar una iniciativa legislativa con la finalidad de prohibir el sangriento espectáculo de las corridas de toros. No entro ni salgo en el aprovechamiento nacionalista del asunto, que, al menos, es racional. Hablo de la gente normal de buena fe a la que le da mucha lástima el toro y las corridas (de toros) le parecen inmorales, y los aficionados a los toros una horda fascista y casposa.

Nadie se ha puesto a recoger firmas para, pongo por caso, presentar una iniciativa legislativa con la finalidad de modificar la Ley Hipotecaria en el sentido de los países civilizados; de forma que, cuando alguien no pueda pagar su préstamo hipotecario, quede saldada su deuda con el banco entregando la vivienda (que es, precisamente, la garantía del préstamo) en lugar de quedarse sin casa y endeudado de por vida.

La modificación de la Ley Hipotecaria reúne tres características que la anulan como Causa:

  1. Es racional.
  2. Es directamente beneficiosa para una mayoría de la gente.
  3. El enemigo que presenta no es válido, porque es un enemigo real que, casualmente, es el que dispone de los medios de comunicación que ofertan sus Causas a los esclavos la ciudadanía.

Como puede observarse, las Causas mediáticas requieren necesariamente un enemigo que despierte las pulsiones atávicas de la especie.

La característica que define a un enemigo idóneo es que debe estar situado al mismo nivel de poder que el afecto a la Causa (por ejemplo: taurinos/antitaurinos; fumadores/no fumadores; gordos/flacos; rojos/fachas; carnívoros/vegetarianos; nacionalistas/no nacionalistas; religiosos/ateos; madridistas/culés; socialistas/peperos; cazadores/detractores de la caza…) Nunca tendrá relevancia social una Causa que pretenda enfrentar a la mayoría de la gente con, digamos, los Bancos.

De hecho, lo más regocijante de todo esto, (regocijante si uno uno extravaga por ahí) es que los Bancos serían defendidos por una pléyade de siervos ciudadanos normales, presumiblemente hipotecados de por vida, que denostarían la Causa antibancaria tildando a sus seguidores de antisociales, resentidos o fracasados, que pretenden ignorar que los bancos son guays. Todo, antes que asumir su triste condición de cogidos por las pelotas. Esa actitud está descrita en Psiquiatría: se llama síndrome de Estocolmo.

Y, así, la gente normal, dedica sus ocios a pelearse con sus imágenes especulares ante la mirada lujuriosa de sus amos, que se parten de risa viendo cómo descargamos nuestro exceso de energías de forma absolutamente inocua para ellos.

Ya me lo llamo yo: soy manipulador, demagogo y, además,   criptomarxista.

 

P.S.- Argumento a favor de los toros: si se prohibieran del todo, nos privaríamos de imágenes como ésta.

20 comentarios:

  1. Te diría que eres un casposo mesetario, un centralista opresor y un torturador insensible. Pero qué coño, estoy bien de acuerdo con lo que expones, así que lo cuelgo pero ya en el Féisbuq para que más de uno aprenda.

    ResponderEliminar
  2. Y para aquellos descarriados que por desidia no secunden alguna de las citadas Causas programadas por el Bureau de Control y Lavado Mental Masivo, siempre quedará el fútbol. O los toros.
    :P

    ResponderEliminar
  3. Folken y Fer, me alegro de la coincidencia. Aunque no es que sea una sorpresa, claro.

    Uno de tantos, Efectivamente: o el tenis, o los coches, o las motos... ¡hasta el golf!

    Realmente, se meten con los toros porque han sido bastante desbancados por esas moderneces y ya no son tan útiles para tener a la gente entretenida. ;)

    ResponderEliminar
  4. Tengo tanto para comentar que necesitaría un post entero, así que intentaré ser sintética. A ver si lo consigo. Estoy en desacuerdo contigo en tres puntos:
    1. Es preciso distinguir dos relativismos. El relativismo moral, en efecto, yo lo considero pecado o, por utilizar el término adecuado, inmoral. El relativismo cultural es otra cosa. También es preciso distinguir entre actos inmorales y responsabilidad moral. El relativismo cultural puede mitigar o incluso eliminar la responsabilidad, pero no por ello quita un ápice de inmoralidad al acto. Por ejemplo, tiene menos culpa moral el que ha nacido en un entorno taurino que el que idea una crueldad semejante pero, no por ello, la crueldad deja de ser inmoral. El relativismo cultural nos autoriza a ser condescendientes con algunos protaurinos pero no con las corridas de toros. El relativismo moral autoriza a quien lo practica a ser condescendiente con quien le salga de las narices y a mí a no tener la menor condescendencia con él.
    2. Es muy cierto que el poder despliega todos sus medios para crear cortinas de humo que oculten los problemas de los ciudadanos que son responsabilidad de ese poder. Pero no puede compararse un enfrentamiento madridistas-culés con taurinos-antitaurinos. El primero es moralmente irrelevante, pero no así el segundo. El poder negocia con la opinión pública. A cambio de la reforma laboral, te concedo la prohibición de los toros o, al menos, su cuestionamiento en los mass media. Es evidente que no es un buen negocio para el ciudadano. Pero peor aun es que a cambio de la reforma de las pensiones nos dén un campeonato del mundo de fútbol.
    3. Aunque en tu texto no lo afirmas, la elección de la foto me hace pensar que tú mismo contribuyes a los presupuestos ideológicos que criticas, según los cuales, existe toda una agenda de reivindicaciones de izquierdas que el izquierdista debe seguir acríticamente. El Ché fue en mi opinión un excelente político, un notable guerrillero y creo que debía poseer un alto nivel de ética política y social. Pero no tiene por qué ser "guay" en todo lo demás. El Ché quizá no fuese muy bueno como pareja y sus métodos de guerrillero no agradarán a los fans de Ghandi y el buen rollo. Y mil cosas más, Quizá... Pero es que se puede tener unas ideas de izquierdas y tener una conducta sumamente inmoral -y viceversa.. Del mismo modo, el hecho de ser de izquierdas no tiene por qué implicar ser antitaurino. Ni lo contrario. Franco prohibió los embolados y capeas populares. Muy probablemente Hitler, también lo hubiera hecho.
    En una cosa sí estoy totalmente de acuerdo contigo y es en la abulia de la gente para luchar por la desposesióon y el saqueo de la que está siendo objeto. Pero, a estas alturas, ya no hacen falta cortinas de humo. Existe tal grado de idiotización social que mientras te despiden por enfermedad puedes seguir jugando tranquilamente con la Play o viendo Gran Hermano. La prensa y un par de décadas de deseducación ya lo han conseguido.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Dizdira, con todos los respetos... Quod erat demonstrandum.

    La inmoralidad de las corridas de toros es un dato objetivo. No así la cría, engorde y matanza de pavos. ¿Por qué?, ¿porque una es pública y la otra se perpetra fuera de nuestra vista?

    Y, por cierto, como guerrillero, el Che dejaba bastante que desear. No hay más que leer su diario de Bolivia y sus andanzas por el Congo. Por lo demás, me cae simpático, aunque ahora entre la extrema derecha esté de moda presentarlo como poco menos que un genocida.

    Disculpa el tono, es que no me sale de otra manera. En cuanto a los toros (que, de verdad, eran una excusa retórica)la inmoralidad de las corridas ¿está en el hecho de que haya gente inmoral que disfrute con ellas?

    Es decir, si fueran a puerta cerrada, como una forma ritual de matar al toro para comérselo (que es lo que, finalmente, se hace) distinta del engorde a base de piensos con dudosos aditivos, en un cajón durante toda la vida del animal hasta que alcanza el peso idóneo y luego se lo conduce al matadero... ¿sería moral?

    Sabes que respeto tus opiniones, pero te juro que no sé cómo plantear estas preguntas de modo más agradable.

    ResponderEliminar
  6. ¡Ah!, y sobre la elección de las fotos, en efecto es por lo que tú dices. Obviamente, no te incluyo en el lote, pero convendrás conmigo en que existe una enorme cantidad de personas que se consideran de izquierdas y siguen una kit de pautas de opinión preestablecidas de forma absolutamente acrítica. Te aseguro que conozco muchos.

    ResponderEliminar
  7. La cría, engorde y matanza de pavos, si implican sufrimientos innecesarios para los animales -como innecesarios incluyo también los que tienen como fin maximizar beneficios- son también objetivamente inmorales. Si comparamos estas actividades con las corridas de toros, puesto que la inmoralidad es una cuestión de grado, el hecho de que unas se hagan a puerta cerrada y otras como espectáculo, hace que las que se realizan como espectáculo sean más inmorales. La hipocresía que cabe imputar a las prácticas a puerta cerrada es poca cosa comparada con el sadismo de las prácticas como espectáculo.

    Con respecto al Ché. Te concedo que no fuera buen guerrillero, porque es una materia en la que me considero ignorante, si tú sabes más que yo del tema, solo espero que algún día te sirva ese conocimiento para algo más que para una discusión de blog. Si algún día me tiro al monte cuento contigo, camarada.


    Pregunta (tuya):
    (...)la inmoralidad de las corridas ¿está en el hecho de que haya gente inmoral que disfrute con ellas?
    Respuesta (mía):
    La inmoralidad de las corridas está básicamente en dos hechos: el sufrimiento innecesario de un ser vivo y el hecho de que la causa y el sentido de ese sufrimiento sea la diversión.
    En el segundo supuesto que planteas, el del toro encerrado y engordado con porquerías de piensos, etc. solo existiría una inmoralidad, la primera.
    En este segundo caso la causa y el sentido del sufrimiento puede ser, por ejemplo, el lucro. Ello hace que cataloguemos al sufrimiento del animal como innecesario, pues el lucro no es una necesidad. En el prmer caso, la causa y el sentido del sufrimiento son de naturaleza cualitativamente distinta. Ello porque el sufrimiento del animal no es aquí un medio sino un fin. Si al granjero amante del lucro se le ofreciera un sistema de engorde de ganado igual de caro o incluso más barato pero en el que el animal no sufre, no tendría inconveniente en pasarse a ese sistema moralmente aceptable. Y ello porque él no busca que el animal sufra, solo busca el lucro. En cambio, en una corrida de toros, el sufrimiento del animal es condición sine qua non: sin sufrimiento del toro no hay fiesta nacional.
    En resumen, las corridas son más inmorales que la ganadería -inmoral- porque el sufrimiento del animal es esencial en las primeras y meramente circunstancial en las segundas.

    Con respecto al tema de la foto, tu intención podrá ser la que dices, pero me concederás que las lecturas normales serían éstas:
    1-El Ché mola -Al Ché le molan los toros. ->Los toros molan.
    2.-Los toros son una canallada. -Al Ché le molan los toros ->El Ché era un canalla.
    3.-A los de izquierdas les gusta el Ché -Los de izquierdas odian a los que les gustan los toros -Al Ché le gustaban los toros. ->Los de izquierdas se contradicen -Los que se contradicen son tontos o hipócritas o ambas cosas ->Los de izquierdas son tontos o hipócritas o las dos cosas.
    Entiendo que tu argumentación no es ninguna de estas tres, pero entiende tú que las tres son las más probables en cualquier lector y que las tres son propias de señores de derechas.
    Si yo, para ilustrar el relativismo cultural, menciono que Fidel Castro era homófobo, quizá lo diga sin intención polémica contra Fidel Castro, pero la elección del ejemplo lo haría suponer a cualquiera. Lo connotativo posee un peso enorme en este tipo de ejemplos.

    Por cierto, que no me parece ofensivo en absoluto tu tono, sino tan educado como siempre -lo cual, denotativamente no es un piropo, pero connotativamente significa que siempre ha sido exquisito e inteligente, como no cabía esperar menos.

    ResponderEliminar
  8. Dizdira, ante todo, me alegro de que no consideres mi tono desagradable. Gracias, porque no estaba yo muy seguro.

    Empezando por el final, te diré que mi intención con la foto del Che, era, lisa y llanamente, tocar los cataplines; así, en general. Obviamente se me ocurrían todas las opciones que tú das, pero... allá cada cual. Lo único, que yo no pensaba en la gente de izquierdas, sino en los progres que escriben cartas al dominical de El País. En cuanto a lo de echarse al monte... espero que no se dé la ocasión, que con los medios actuales, la cosa está muy chunga.

    En cuanto a lo de los toros... (y conste que como decía, pretendía tomar lo de los toros como una excusa para hablar en general) Mi opinión es que, si a mi me dieran a elegir entre ser vaca europea de carne, criada en mi jaula hasta el momento de la ejecución y vivir (y morir) como un toro bravo, no dudaría en elegir la segunda opción. Ya sé que es un argumento muy visto, pero no por eso deja de ser real.

    Tus argumentos morales me parecen muy bien construidos, pero por más que para tí sean evidentes, a mí me parecen una forma de ver las cosas. Lo siento.

    En mi opinión, las corridas de toros se acabarán por sí mismas con el tiempo, porque la sensibilidad de la mayoría de la gente va cambiando, debido a la educación que reciben los críos y al hecho de que la gente cada vez es más urbana y no tiene ninguna clase de contacto con los animales, salvo con sus mascotas domésticas y los bichos del zoo.

    A cualquier urbanita, la matanza del cerdo en un pueblo (cuando aún podía hacerse) le parecería un aquelarre sangriento. Su prohibición, basada en normas supuestamente sanitarias, lo que en realidad implica es privar a la gente de su autoabastecimiento de comida. Lo mismo que los monocultivos del tercer mundo.

    ResponderEliminar
  9. Por evitar centrar la atención en el tema -manido ya a estas alturas- de la prohibición de las corridas de toros, y aprovechando el inicio de su postio en el que lo cita como mera excusa, yo prefiero referirme a lo que me parece la esencia de su postio: el síndrome de Estocolmo, un mal que se ha extendido como la peste sin darnos cuenta, como debe extenderse, y que, en mi humilde opinión, ha descrito usted de forma brillante.

    Desde luego los "Ciudadanos Normales" (CC.NN.) -muchos hay y están entre nosotros; así nos luce el pelo- tildarían a los seguidores de la Causa antibancaria de antisociales o fracasados, pero no solo eso: los verían como un movimiento PELIGROSO que podría perjudicar su plácida vida de siervo hipotecado protegido por superpoderes imaginarios.

    A menor escala, esto es habitual en el mundo laboral. Si un currito, harto (por ejemplo) de comerse 5 horas extra diarias gratis por un sueldo de mil euros, empieza a percibir que le están robando y decide tomar medidas, contra todo pronóstico la mayoría de sus compañeros (por no decir todos) se le echarán encima.
    Ocurrirá lo mismo si decide no echar esas horas e irse a su hora de salida: sus compañeros le acusarán de inmoral y de falta de compañerismo. Será aislado y tratado como un proscrito por ellos, los siervos, los CC.NN.

    Perdón por la extensión y enhorabuena por el postio.

    PD: Mire bien a su alrededor cuando vaya por la calle. Si ELLOS le han leído, sabrán que no pertenece al grupo CC.NN. y eso, Sr. Carp, podría ser muy peligroso xD
    ¿Se ha planteado crear un Comando tipo Acción Mutante? (yo sí

    PD2: ¡Bah! Tampoco es tan largo. Retiro mis disculpas.

    ResponderEliminar
  10. Pero don Pcb ...que hay un derecho positivo que defiende a los animales del maltrato ,en su mayoria administrativo , que se legisla sobre mataderos y sacrificio para aminorar el sufrimiento , que los piensos para animales tiene su etiquetado , ...etc , todo normas armonizadas en nuestro derecho con la UE , y sabe que le digo que son papel mojado ...y los Toros la unica excepcion de la norma por "Cultura " ....aun nos falta , curioso caso el que se me planteo en un restaurante chino , donde se sacrificaban tortugas , para la sopa de manera cruenta , osea retorciendoles el pescuezo y dejandolas desangrar , cosas de la cultura oriental , el susodicho autor se escudaba en que por ejemplo que aqui nos cargamos los centollos y demas mariscos directamente hirviendolos en agua y asi sufren mucho ...mire usted , las leyes , el derecho tiene un componente cultural que en ocasiones supera a la " indefinida ideologia moral "y en esto de los animales como todo , aqui no se comen perros como animales de abasto y en la India seriamos encarcelados por tomar una chuleta de vaca .......si hay un relativismo moral en cada ambito cultural que impone las normas de derecho positivo ....nunca fui partidaria de un derecho natural inamovible y revelado , soy utilitarista en el aspecto de las normas ,nos deben servir para el desarrollo y evolucion de nuestra propia "tribu" asi pues , me declaro , por educacion , conviccion , y pensamiento absolutamente defensora de los animales y su utilizacion para el provecho humano de la menor manera cruenta posible , no veo utilidad en su muerte por un puro espectaculo barroco estetico de sangre y crueldad gratuita ....osea antitaurina .

    Buen post :)

    ResponderEliminar
  11. como siempre me dejas perplejo. me gusta tu razonamiento y cómo lo expresas.
    me jode que se extremen los puntos de vista al punto del insulto.
    se debe poder discutir sin por ello desrespetar al contertulio.
    volveré a tomarme una copa por acá cuando deje de estar medio seco.

    ResponderEliminar
  12. MJ, no sabe vuesamerced cómo le agradezco que intente reconducir el debate a sus justos términos. En efesto, lo de los toros era una real excusa, pero... no he podido evitar entrar al trapo que me ha puesto delante Dizdira con su brillante y silogística exposición.

    Peggy, por lo menos aceptas que los derechos de los cangrejos y las nécoras no son convenientemente defendidos. Es un paso adelante hacia la prohibición del marisco fresco. ;)

    Issis, ¡Cuánto tiempo sin verte por aquí! Un placer como siempre.

    ResponderEliminar
  13. ahm...disculpen todos los participantes en el debate...pero creo que el tema taurino si acaso, debería discutirse en otro post (en caso de que alguien quiera ponerlo en la palestra), porque a mi entender era la excusa para exponer algo más allá...

    Profesor, y así...la nave va...

    Siento las ausencias, como buena adicta a la barra, he finalizado el relato (joder...duro de cojones, si se me permite...)aplaudo y solicito otro (si a vuestra mercé le apetece...), por mi parte sigo inmersa en mi nueva vida, mudanza y búsqueda de empleo...eso sí, bien fresquita por el norte... (hasta chaqueta llevo ahora)...

    besotes

    ResponderEliminar
  14. Hola, también vengo de visita... y vaya encuentro un debate interesante. Hace poco escribí también en esta línea (aunque no era por los toros sino por la manifestación del Estatut).
    Creo que has comentado en el blog de Calma en el que colaboro un poquito y he creído que te referías a que me habías visto por el blog de Fer... Estoy de acuerdo con el exceso de hojas de los libros de éxito que comentabas. Aunque en otra línea diferente al Catón, el Asedio de Pérez Reverte (que también comenté porqué es una de mis últimas novelas leídas) tiene un lamentable exceso de hojas y una estupenda historia, sin embargo, poco desarrollada... grrrr
    Nada, que si se trata de tomar algo y acodarse en la barra... yo me pido una copita de cava... jajajaja
    Ahhhh y que mi blog es el de U-topía, en el de Calma colaboro...

    ResponderEliminar
  15. Metiendo el pequeño apunte de que antitaurino y de izquierdas no es sinónimo, como taurino y de derechas tampoco lo es, anoto que buena parte de los toreros de 1936 eran republicanos. Sea como sea, la ley antitabaco, el Mundial de Futbol y la prohibición de los toros en Cataluña, han sido debates que se han presentado por ese orden y casi sin descanso entre ellos. La gente se apasiona con ello y se moviliza por ello, entre tanto, es verdad, yo también lo he observado, cualquiera lo haría, se ha creado una reforma laboral que ataca a los trabajadores y retrocede varias décadas en derechos sociales, y apenas ha ocasionado frases tópicas en las cafeterías de descontento con el gobierno. Lo peor: que la gente se acoge a otro tópico: yo sólo quiero trabajar, no estamos para protestas... 40 años de mentira en este sentido ha creado en las mentalidades una verdad (falsa) que ha anquilosado a la sociedad española. Sólo el asunto de los toros ha logrado movilizar a una población que por otra lado se ha dejado desollar la espalda a golpes en lo económico.

    ResponderEliminar
  16. Llevaba tiempo yo sin ver ciertos blogs por cuestiones que no vienen al caso. Hace poco retomé algunos viejos enlaces, por casualidad, y ahí estaba este blog.

    Qué grande! Me alegra haberlo recuperado y haber empezado leyendo un post tan bueno como éste.

    Saludos, I'm back!
    Svodoba

    ResponderEliminar
  17. Gracias a todos por los comentarios pero... me fui de vacaciones. Las más largas que recuerdo en los últimos 10 años por lo menos.

    ResponderEliminar
  18. Quizá con la foto quería tocarme los cataplines a mi.
    Bueno... yo fui uno de los doscientos mil y me alegro un montón.
    Aquí se ha desarrollado una gran e inteligente dialéctica sobre el tema, por lo que sobran las palabras, por lo menos las mías. Pero yo sigo con lo mío: Se ha evitado que a partir de demasiado, se siga torturando toros como espectáculo, en aras de la libertad de expresión.

    ResponderEliminar
  19. Hay dos elementos que no se han matizado todavía acabadamente, y que son inevitables:

    1 - No existe el determinismo social, todos los cambios medianamente representativos (como puede ser la abolición de las corridas de toros) parten de la mezcla de varios hechos intervinientes pero ninguno suficientemente determinante.

    2 - No podemos confundir lo que llamamos lineamiento moral (análisis de la moralidad en sí misma en términos filosóficos) con la moral de la época (que es el análisis de la moralidad desde un enfoque sociológico).

    Y para reforzar este segundo punto debemos diferenciar entre "prohibir" y "dejar de permitir". La moral de la época, no sólo en Cataluña, determina que matar animales en espectáculos es inaceptable. Sin embargo las leyes en tierras taurinas mantienen una excepción sobre las corridas de toros, y es justamente ese hecho el que demuestra que se trata de una actividad anacrónica, fuera de la moral de nuestra época. Por eso no se prohibieron, sino que se dejaron de permitir.

    Por lo demás, me parece un artículo muy inteligente como mecanismo para llamar la atención sobre la marcha de nuestra sociedad.

    Saludos,

    ResponderEliminar

Soltad aquí vuestros exabruptos