Esta mañana si uno leía el ABC, podía desayunarse con esta portada: Egipto persigue a los cristianos.
Portada del ABC del 11/10/2011
El ABC, que como sabemos es un diario monárquico, católico y sentimental, se toma muy en serio la defensa de la Religión (católica) y en su denodado celo atribuye a todo un país, es decir, a sus ochenta millones de habitantes, la cualidad de perseguidor de los cristianos. En el siglo XIX, esto no tendría mayores consecuencias, porque todo el mundo sabía que los egipcios eran una gente bárbara, cuyo Jedive no era capaz de mantener el orden ni pagar su deuda externa, lo que obligó a intervenir a las potencias civilizadas por mano de Britania en 1882.
Pero en los últimos tiempos, lo de la persecución a los cristianos en diversos países de mayoría no cristiana es una información recurrente que pretende centrar en la religión los enfrentamientos de cualquier tipo que se produzcan y, lo que es mucho peor, generalizando, atribuir a toda la población –en especial si es musulmana- de dichos países pérfidas intenciones contra los cristianos; es decir, contra nosotros. Pertenece al mismo tipo de intoxicación informativa –en muchos casos de pago- que justifica cualquier barbaridad que haga el ejército israelí contra los pueblos ocupados y convierte en amenaza directa contra nuestro modo de vida cualquier movimiento musulmán.
Todos recordamos lo guay que era la revolución egipcia hace unos meses ¿se acuerdan?, la Plaza Tahrir y todo eso, cuando los jóvenes indignados iban a traer la democracia al país del Nilo ¿no se acuerdan? ¡Vaya! Bueno, pues mientras todo el mundo estaba encantado con el indefectible advenimiento de la Democracia y el derrocamiento de Mubarak, convertido de la noche a la mañana en el tirano Mubarak, los cristianos egipcios o, para ser exactos, la jerarquía cristiana egipcia, por boca del patriarca Shenuda III y el cardenal Antonios Nagib, se dedicaba a defender al régimen y defender la acción represiva de las fuerzas del orden. Y a pedir a los cristianos que no participaran en las protestas y volvieran a sus casas. Por lo visto, muchos cristianos no les hicieron caso y participaron en el movimiento junto a sus compatriotas musulmanes.
Si recordamos los interminables telediarios egipcios de aquellos días, cristianos y musulmanes tenían un enemigo común, el régimen de Mubarak.
Empeñarse, como hacen nuestros expertos neocons en explicar los problemas entre árabes por la religión (igual que explican los “problemas” en África por las luchas tribales), es, como siempre, un intento de dividir para vencer. Nadie reza tanto, salvo, tal vez, los que ponen las bombas en las iglesias coptas. Y, probablemente, ni esos. Se trata, como siempre, de dejar patente la inmensa distancia que nos separa de los moros, y lo peligrosos que son y cuánto nos odian. En la España del revival de la historia oficial franquista, lo tienen fácil: la cosa se remonta a Don Pelayo. Los árabes son personas normales, como usted o como yo, lector, y lo que les preocupa, antes que ganarse el paraíso, es ganarse el pan honradamente y, si es posible, además del pan también la tele y el coche. Y que la policía no te eche la puerta abajo de madrugada.
Tal vez por eso, pese a los intentos del régimen egipcio y de sus aliados en las jerarquías religiosas por mantener dividida a la gente, en Egipto ocurren cosas que son minuciosamente ocultadas en nuestros telediarios. Por supuesto que si “los musulmanes” (es decir, un grupúsculo de terroristas) incendian una iglesia, tal hecho es noticia de primera plana en la prensa española, ya lo sabemos: los telediarios abren con el templo en llamas. Pero, si resulta que miles de musulmanes se concentran en torno a las iglesias cristianas el día de Navidad de 2010 para proteger a sus conciudadanos cristianos de eventuales atentados terroristas, bajo el lema “O vivimos juntos o morimos juntos”, diciendo que “no es un ataque contra los cristianos, es un ataque contra Egipto”; cuando a raíz del atentado de año nuevo contra una iglesia de Alejandría, millones de jóvenes egipcios sustituyeron su foto de perfil de Facebook por la imagen de una cruz y una media luna unidas, eso… eso no es noticia. Evidente: no vaya a resultar que pensemos que los moros son buenos. Tiene uno que ir a infocatolica a enterarse de una cosa tan rara.
Respecto de los últimos acontecimientos en Egipto, la noticia del ABC que encabeza el postio (tomada de la agencia AFP) –y las que aparecen en el resto de la prensa española en general- nos cuentan que el domingo había una manifestación de coptos que al dirigirse a Maspero, el edificio de la televisión estatal, fue tiroteada por el Ejército y después atacada por “matones” del antiguo (¡?) régimen, inflamados por la propia televisión pública que llamaba a la población a salir a la calle a “defender a los soldados de los coptos”, que, supuestamente, los estaban matando. Es decir: el Gobierno egipcio masacra una manifestación pacífica de cristianos y la televisión oficial se comporta como “Radio mil colinas” en la Ruanda del 94.
Pero hay otra opción, que es consultar la prensa egipcia y concretamente el Ahram, su diario más antiguo [¿Pero los moros tienen periódicos? Sí, señora, y éste fue fundado en 1875, siete años antes de la invasión inglesa, fíjese usted] Bueno, el diario, no, porque mi Árabe no da para eso, pero sí la edición digital del semanario en Inglés, nos los encontramos muy cabreados con la televisión: “Outrage over State TV’s misinformation and anti-Coptic incitement.” La noticia nos dice más cosas que nuestra prensa calla por mor de nuestro peculiar estilo de no sobrecargar de información innecesaria al pobre lector, que bastante tiene ya con la crisis: por ejemplo, que, en efecto, la manifestación del domingo era para protestar por la reciente quema de varias iglesias coptas y reclamar igualdad de derechos para los cristianos (que son el 10% de la población), pero resulta que, junto a los cristianos se manifestaban muchos musulmanes en solidaridad con ellos y que no todos los muertos entre los manifestantes eran cristianos. Por otra parte, periodistas egipcios, políticos y diversas personalidades (musulmanes todos ellos) han reclamado una investigación oficial, la dimisión del ministro de Información y de los responsables de la televisión pública y pretenden entablar acciones legales. Su Santidad Shenuda III, no consta que haya dicho ni pío al respecto.
Independientemente de la costrosa cobertura informativa por la prensa española, estos hechos siguen dejando claro que en Egipto no ha cambiado nada –o demasiado poco- una vez enfriados los ardores de la primavera árabe. Tras la sustitución, pactada entre la gente mayor que se ocupa de estas cosas, del General Mubarak por el Mariscal Tantawi (que sigue en el mismo puesto que tenía antes de), la gente empieza a estar bastante inquieta esperando esas elecciones que no llegan y esa mejoría que tampoco llega. Ni llegará como sabemos porque esa gente se ríe de las protestas pacíficas. Así que siguen a lo suyo, azuzando el miedo al integrismo islámico –tan bien recibido en Occidente- y enfrentando a los egipcios de a pie unos con otros a ver si se matan entre ellos y dejan tranquilos a los de arriba. Prefieren mantener la presión en la olla hasta… hasta que de verdad pase algo que dé más trabajo a nuestros tertulianos.
Los coptos jamás han tenido problemas de convivencia en Egipto. Después de tantos siglos de "opresión" musulmana no debería quedar ni uno... Muy al contrario, la mayoría forma parte de una élite económica porque tienen el monopolio de la venta de alcohol, que es un negocio redondo (para su consumo propio y el de los guiris que desbordan el país.) Yo tengo la convicción plena de que estas quemas de iglesias son atentados de bandera falsa impulsados por la CIA para desestabilizar Egipto. Porque Mubarak era un dictador proyanki, sí, pero tenía el país en orden bajo su bota. Con su régimen empezó a resultar intolerablemente difícil, por ejemplo, seguir expoliando antigüedades.
ResponderEliminarEn fin: ya creo que sabes lo que opino sobre todas estas revoluciones de colores con nombres primaverales y florales que recuerdan a colonias: que esconden mucha fetidez. Por cierto, magnífico artículo.
Básicamente de acuerdo contigo, Profesor. En absoluto con el primer comment. Estoy harto de conspiranoia CIA, la verdad. No hace falta aportar al avispero egipcio gotitas ciescas: se bastan ellos solos. Esas afirmaciones con fundamento, por favor, que no todos los que leemos esta brillantísima página estamos en el mismo nive de conocimients geoestratégicos y blablablá.
ResponderEliminarMagnífico escrito. La manipulación informativa es nauseabunda, azuzar los entimientos y emociones más primerios, entre lo que está la religión, muy peligroso. Mientras tanto, ese movimiento de la primavera se escurre entre los dedos. Aún así no le quito su mérito, pero la historia muestra cuantos movimientos y protestas, que aparentemente quedan en nada, son necesarios para que algo cambie. Nada es inutil, nada es inservible en los movimientos sociales............. nada es fácil.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Lo curioso es la cantidad de gente que lee a este periódico y a sus semejantes
ResponderEliminarQué gran artículo, Pcbcarp.
ResponderEliminarSe lo agradezco.
Ay, el odio al moro, qué clásico tan bonico.
ResponderEliminarCuando iba al cole y tenía 11 o 12 años había un moro un par de años menor que yo que se llamaba Mohamed. Debo reconocer que era muy malo, oiga, pero malo malo de pegar y robar cosas y todo eso. No era el único, claro, pero eso da igual: era malo y eso es así.
En el recreo lo pescaron varias veces cometiendo tropelías. Había una maestra muy dada a engancharlo de la oreja, colocarlo en una especie de palestra en pleno patio y gritarle delante de todos nosotros: "Mohamed, reza. ¡Vamos, reza!" Y así cada dos por tres.
Nunca vi que esta maestra sometiera a tal humillación a ningún niño de padres católicos. Y para nosotros, esa humillación era... pues lo más normal del mundo. De hecho, en cuanto faltaba algo rápidamente le echábamos la culpa a Mohamed, así que ahora pienso que lo mismo tampoco era tan malo, que igual le atribuíamos cosas que a lo mejor no había hecho.
No vea usted lo que agradezco la información. De los coptos sabía poco, que se supone son la población original de Egipto y cristianos, cosa que no me explico, pero bueno.
ResponderEliminarPues eso, gracias.
gracias, como siempre :)
ResponderEliminarAún sabiendo ambos que la realidad en toda revolución es mucho más compleja que aquellas explicaciones que tratan de explicarla en balnco y negro y pocos grises, si que es cierto que los ataques a cristiandos coptos han existido. Y pese a que llevan siglos en Egipto, no siempre les ha sido fácil subsistir. Sea como sea, y compartiendo contigo lo que has escrito, por comentar algo que mueva a debate un poco, ¿no crees que el mero hecho de que exista un grupo que ataque a los cristianos porque crea que esa revolución debe ser musulmana es un hecho preocupante para los miembros de esa religión, pese a de que por medio haya muchos más motivos que los meramente religiosos?
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