11/4/12

Las compañías telefónicas dejan de regalar móviles. ¿Y ahora qué?

 

 

clowns

Y ahora, ¿qué?

 

Hace unos días me llamó la atención un titular de prensa: “Si quieres un móvil nuevo, te lo compras.”. Por lo visto, los costes de andar regalando móviles de última generación a los clientes para que se cambien a tu compañía, o para que no se cambien a otra, había llegado a comprometer los beneficios de las empresas. Sin ir más lejos, en España les supuso en 2011 un gasto de 1.600.000.000 €. Así que las compañías telefónicas iban a dejar de regalarlos y habían decidido establecer otros incentivos menos gravosos.

Así, a bote pronto, me pareció una noticia insulsa, porque para mí un teléfono móvil es un chisme que sirve para llamar y que te llamen y para enviar y recibir mensajitos. Ni fotos hago con él, con eso está todo dicho. Pero luego lo pensé mejor y me percaté de que, igual que les pasa con el fútbol, toda esa gente que veo a mi alrededor cambiando frenéticamente de móvil, que está al tanto, no sólo de cada nuevo artilugio que cada marca saca al mercado –cosa que ocurre con una frecuencia para mí vertiginosa- sino que también están completamente al loro de todas y cada una de las ofertas de cada compañía, posee una capacidad innata para los negocios. Tanta como para haber puesto de rodillas a algunas de las multinacionales más potentes.

Además, su motivación es impecable, porque no hay nada lógico en ella: no es que la gente se confabulara a través de las redes sociales para dar una lección a las grandes empresas y demostrarles el poder del 99%, no. Sencillamente, querían poseer el modelito más molón para poder exhibirlo y sentirse por encima de sus semejantes. Y esa pulsión, equivalente a la del pavo real haciendo la rueda, el niñato contaminando nuestras calles con el chunda chunda que escapa de las ventanillas bajadas de su BMW de segunda mano tuneado o el financiero jugando con La Deuda, es la misma que los ha llevado a hipotecarse de por vida comprando una casa que no iban a poder pagar.

La diferencia está en que una casa sirve para algo y, además, es carísima; de forma que, si la jugada te sale mal, supondrá tu ruina vitalicia. Probablemente por eso –porque era una cosa muy seria- tan poca gente cuestionaba hasta hace poco si realmente necesitaba comprarse una casa, o vender la que ya tenía medio pagada para meterse en otra hipoteca nueva que le iba a suponer pagar buena parte de su sueldo hasta que se divorciase y hubiera que malvenderla o hasta que llegase a la edad de jubilación y ya no pudiera seguir pagándola. Lo importante era exhibir en público tu poderío y demostrar que eras un ciudadano -o ciudadana- serio, adulto y responsable, no como esos mierdas que viven de alquiler en vez de trabajar para el banco.

A la vista de lo anterior, estoy empezando a pergeñar una teoría coherente: si cuando las promotoras empezaron a subir los precios de las casas porque les daba la gana (no vayan ustedes a pensar que es que los ladrillos, el hierro o el cemento habían subido de repente y hacer una casa costaba más dinero) esos gilipollas la gente normal hubiera aplicado la misma inteligencia demostrada en sus cambalaches con los telefonitos, las promotoras no habrían podido cuadruplicar los precios en un par de años, por la sencilla razón de que nadie los hubiera pagado. Todo lo contrario: habrían tenido que bajarlos para competir unas con otras y evitar que los compradores se fueran a la competencia. De los bancos, ni hablamos: ningún banco habría financiado una promoción que pretendía colocar casas a precios absurdos que nadie iba a pagar. No habría habido Crisis.

Pero no fue así, como sabemos. De tal forma que he llegado a la siguiente conclusión provisional:

“Dado un humano medio, el esfuerzo que realizará para obtener condiciones ventajosas de su entorno será inversamente proporcional a la utilidad de la ventaja que espera obtener.”



13 comentarios:

  1. ¡Coñe! ¡Ahora que me iba a cambiar de móvil, que debo de tener puntos como para hundir un acorazado! (tengo este aparato, por llamarlo de algún modo, desde hace aaaaaños...).
    Loquehayquever.

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    1. Bueno, Paula, no se preocupe Vd., inténtelo sin pensar en todos los congoleños muertos que ha costado ese smartphone.

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  2. Un corolario a tu brillante conclusión se la leí hace unos años a un inglés que vive en Pontevedra, que venía a decir, asombrado, que los españoles metíamos cantidades ingentes de dinero en cuentas corrientes para obtener unos regalos que valían muchísimo menos que el menor de los intereses que generaría ese dinero.

    Un abrazo.

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  3. Acabas de atacar la sacrosanta creencia hispánica de que hay que comprar un piso sea como sea.
    Ahora mismo tienes una patrulla buscándote, por disidente.

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    1. Pues en el bar los espero con el kalashnikov recién engrasado.

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    2. La ventaja de no tener hipoteca es que puedes gastarte la pasta en armas :p

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  4. La conclusion es genial y acertadisima.
    Cuando a dia de hoy una persona me dice que quiere comprarse una casa me dan escalofrios y pienso que esta loca.
    Un saludo.

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  5. ¡Pero es gratis! Razón suprema por la que el españolito mete dinero a plazo fijo al 0% a cambio de una batería de cocina descatalogada, una toallas rasposas o abalorios de cuentas de cristal.

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  6. No, si al final me va a dar pie y todo para escribir sobre mi experiencia laboral haciendo chaletes como rosquillas, de cuando los vendíamos por 12 millones y, de repente, pasamos a venderlos por 50. Miedo me da (me doy).
    Por lo demás, sólo decir que estoy esperando sentada para ver caer a cierta gente que lleva años dándome la brasa con lo irresponsable que soy por no comprarme un piso o algo, y que no pienso en mi futuro y bla bla bla. No sé en qué me convierte eso (aparte de en pobre, claro), pero me han hartado tanto que me da igual ser una auténtica hijaputa.

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  7. Como dice el gran cómico asturiano Alberto Rodríguez (Terapiadegrupo): "En Asturias (que es España ;)) pa cosas importantes no, pero pa fardar ¡se gasta lo que haga falta!" y añado, aunque sea ingenio y tiempo para conseguir lo más absurdo...país...ah, y yo tampoco tengo hipoteca...ni la quiero, y mira que me la vendieron hasta la náusea...

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  8. Pues no sé si será la reflexión más acertada, pero es un punto de vista a pensar.

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  9. Con la crisis que està viviendo actualmente el pais,las empresas hacen todo lo posible por abaratar los costos ,si èstos son altos sin lugara dudas le generan pèrdidas. Paola L.

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  10. QUE PESAOS SOIS CON LA PUTA CRISIS

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