15/2/07

Seguimos con la Primera Guerra Mundial




Por alguna extraña razón, en el bar seguimos con la Primera Guerra Mundial. Al parecer, en 1914 todo el mundo confiaba en algo llamado "la apisonadora rusa". Tal cosa consistía en la pretendida aplastante superioridad numérica del ejército imperial ruso, que arrasaría al ejército austrohúngaro y al alemán. Ese fue el principal motivo de la altanería francesa y, al fin y al cabo, de que una limitada operación de castigo Austro-serbia, degenerara de la manera más tonta en la Primera Guerra Mundial y lograra la cifra récord (por un tiempo) de 20 millones de ciudadanos muertos.


Cuando Rusia invadió Alemania en 1914, provocó algunos problemas (cuando aquí se habla de "problemas", entiéndase unos cuantos miles de muertos. “Serios problemas” es algunos cientos de miles), pero ninguno demasiado irresoluble. El Estado Mayor Alemán tenía claro que la apisonadora rusa no existía, pero lo sorprendente es que todos los demás lo creyeran después de las últimas guerras libradas por Rusia: La de Crimea, la siguiente ruso-turca en la que ocurrió lo de Plevna, y, sobre todo, la ruso-japonesa, en la que la catástrofe militar habría sido ridícula, de no ser por las dimensiones de la tragedia.


El ejército ruso hizo una demostración palmaria de incapacidad (aunque Kuropatkin fuera todo un caballero), con la honrosa excepción de la Brigada Mahou (no es invento mío, lo juro) y algunas sotnias cosacas a las que se unió nuestro juguetón capitán La Cerda, de los Húsares de Pavía, que andaba por ahí de misión en 1905 y al parecer aprovechó para descabezar algunos japoneses, con la desaprobación de su jefe el Marqués de Mendigorría.


Si la cosa se hubiera limitado al hecho de que Rusia quería mantener cierta fortaleza serbia (por la cosa de la sempiterna tendencia a controlar los estrechos o, en su defecto, los Balcanes: ya se sabe, el empuje ruso hacia mar abierto), que el Imperio Austrohúngaro quería evitar que los serbios se le desmandasen más de la cuenta; que Alemania tenía que echar un cable a Austria-Hungría y que Francia tenía que apoyar a Rusia por sus pactos y porque tenía cuentas pendientes con Alemania, y -sobre todo- de que los que mandaban eran todos absolutamente gilipollas y una banda de incompetentes, la cosa no habría pasado a mayores, tal vez. Yo creo que, de no ser por Francia, los alemanes y los rusos habrían acabado entendiéndose después de unos pocos cientos de miles de muertos. Lo malo es que por detrás -también- estaban los ingleses, que eran los principales interesados, pinchando. (y produciendo algunos malentendidos, como hemos visto)


La raíz del problema era que Alemania se estaba poniendo demasiado levantisca con la cosa de adecuar su influencia política a su nivel económico, y -aparte de colonizar sitios no demasiado disputados (de eso hablaremos en otro momento: la mayor parte de los archipiélagos del Pacífico Sur por los que zascandileaba Corto Maltés cuando aún estaba a las órdenes del Monje, que tras la PGM le fueron entregados en fideicomiso al Japón por la Sociedad de Naciones, y levantar el Camerún a los ricos españoles)- estaba empezando a poner las zarpas en Oriente Medio y había pergeñado con los turcos una cosa llamada ferrocarril Berlín-Bagdad-Basora que, entre otras muchas cosas, parecía considerar que el Imperio Otomano tenía alguna clase de derecho a seguir existiendo (aunque sólo fuera por interesarle a Alemania). Y eso, ya, tocaba los cojones a los rusos (que seguían con sus eternas expectativas de mares abiertos) y al Imperio Británico, (que ya los tenía). Y de rebote -lo que fue decisivo- al protoimperio estadounidense que ya merodeaba por Persia.


Los telegramas del post del otro día son una pequeña muestra de algo: al parecer, nadie quería realmente meterse en una guerra como la que al final se dio. Pero parece ser que eso ocurre siempre, dado que los políticos -que son los que empiezan las guerras- tienen una capacidad de aprendizaje que tiende firmemente a cero, cosa comprobada desde los tiempos de Pirro. Al final, la Primera Guerra Mundial tuvo un único vencedor, que fueron los Estados Unidos: esperaron pacientemente hasta que los contendientes estuvieran adecuadamente desangrados y, entonces, intervinieron para inclinar el fiel de la balanza hacia su estado nº 51 (como volverían a hacer en los años 40) Entre tanto, se dedicaron a prestar altruistamente dinero para que los estúpidos europeos siguieran masacrándose; dinero que luego sería recuperado implacablemente, mientras los europeos se embargaban entre sí para poder pagarlos. Esa operación se repitió a escala teratológica en la Segunda Guerra Mundial. La Primera hizo tambalearse la hegemonía europea; la Segunda, la enterró definitivamente. Los neoliberales (antes fascistas) siempre nos recuerdan que Roosevelt salvó a Europa de Hitler. Falso: quien salvó a Europa de Hitler fue Pepe Stalin, al precio de 20 millones de ciudadanos soviéticos. Otra cosa es que, de esa Europa salvada, se quedase con la mitad.


La Primera Guerra Mundial produjo dos de los problemas que aún hoy en día condicionan el panorama mundial, y los dos los provocó el Gobierno francés (su jefe: el Tigre Clemenceau, un tipo bastante desagradable): Todo el caos centroeuropeo que dio lugar a la Segunda Guerra Mundial y que, aún hoy día sigue llenando portadas de periódicos, a base de guerras balcánicas: vbgr. Bosnia, o Kósovo. Y Oriente Medio (ahora próximo).


Fue Francia (apoyada por ese supuestamente seráfico presidente llamado W. Wilson) la que se empeñó en desmembrar el Imperio Austrohúngaro y en inventarse estados a diestro y siniestro por Europa, cosa que aún estamos pagando, y, por otra parte, la que se empeñó en hacer valer sus inmarchitables derechos sobre el Levante, dado que, al parecer, la República Francesa había heredado por derecho divino los reinos cruzados en lo que se decidió que iba a ser Siria y Líbano (de hecho, lo que hoy llamamos Líbano es un sangriento invento Francés) Todo el follón que hoy tenemos en Oriente Medio (hoy Próximo: me imagino que por la cosa de los aviones e internet) viene de las tonterías imperialistas francesas para quitarse su complejo de inferioridad desde que Napoleón perdió y de que los Estados Unidos estaban siempre detrás para terminar de jorobar la cosa. Todo estropeando las construcciones del imperialismo británico que, por lo menos, tenían alguna clase de sentido común.


Realmente, provocó otro problema no despreciable, que fue que nunca sabremos cómo habría podido ser "el socialismo", ya que, tras el armisticio de 1918, la Gran Guerra se prolongó hasta bien entrados los años 20 en un intento al final fallido de aniquilar a la naciente Unión Soviética, con los Ingleses y Franceses usando como carne de cañón en Occidente a Polacos, checos, bálticos y demás colindantes, junto con los rusos blancos de Denikin y Wrangel. En Oriente, americanos y japoneses (juntos, ojo) hacían cosas raras por Siberia, Manchuria y la Transbaikalia en general, en apoyo de los rusos blancos que por esta parte mandaba más Kolchak (sin olvidarnos del bueno de von Ungern Sternberg, Ungern Khan, conquistando Urga y tal). Bueno, no es tan simple, pero para empezar no está mal. Lo que sí es cierto es que Blücher seguía pegándose con los japos bien entrados los 20 allá por Manchuria.


Lo que siempre resulta fascinante de todo esto es que en esas guerras terroríficas que los ricos organizan para pelearse entre ellos, lógicamente, no se amasacran los ricos, sino los pobres e incluso la clase media (alguien tiene que proveer el cuerpo de oficiales una vez que la nobleza ha ido aburguesándose y anda algo desprestigiada) y, todo ello, por una serie de planteamientos bastante primarios acerca del honor, la libertad, etc. (vid. “Gorilas en la niebla”)Como yo he tenido 18 años y me sé un montón de canciones, ("Nuestra Espaaña Gloriosa, nuevamente ha de seer la nación po-derosa que jamaás dejó de vencer") puedo entender que haya guerras: hay que aprovechar mientras haya gente joven dispuesta a dejarse liar y enviar a ser despanzurrada. Luego, enseguida, la cosa rueda por sí misma: ahora que ya no se respeta nada, en cuanto hay suficiente gente que ha visto cómo violan a su madre o a su mujer ante sus ojos e hijos que han visto castrar a sus padres, ya no hay que apelar a banderas o a entelequias ideológicas: el sentimiento natural de la venganza hace el resto. Lo malo es que, cuando los ricos consiguen lo que querían, la naturaleza sigue su curso y ya no hay quien pare el lío que han organizado.


Robert Graves, en "Adiós a todo eso", tras contar sus experiencias de la Primera Guerra Mundial (capitán a los 19 años, mandando un batallón de cuando los batallones eran batallones, o sea: mil tíos, con una docena de heridas de guerra y bastante neurasténico) nos da la receta de cómo acabar con las guerras: Que sólo puedan ir a ellas los mayores de cuarenta años, y los jóvenes, animando a sus papás que marchan al frente, agitando banderitas en la estación y cantando Tipperary.


(Nota: cuando hablo de países, obviamente, me refiero a sus ricos y gobernantes -generalmente coincidentes: éstos como criados de aquéllos- y no al vulgo promiscuo, ya que las actuales multinacionales aún estaban en fase experimental)

24 comentarios:

  1. la verdad es que la factura de la guerra le vino muy bien a USA.

    Las historias de principios deel siglo XX tienen su encanto.

    Me gusta la solución de Robert Graves.

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  2. Y de guerra en guerra vamos construyendo una Historia.

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  3. Las guerras del siglo XX son menos guerras que las anteriores y más carnicería metódica. Aquí por muy bueno que fueses, si salías en primera línea cargando para tomar la trinchera vecina caías igual que si eras un inútil. Aún la segunda tuvo batallas urbanas donde se demostraba la pericia individual, o batallas en el desierto donde se demostraba la superioridad humana en todos los aspectos de alguno(¿S?)

    Lo dicho, como guerra la 1º mundial no me gusta. Políticamente es más divertida que la otra

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  4. Los que verdaderamente sacaron provecho de la escabechina fueron los yanquis que comenzaron a perfeccionar el sistema que tan buenos resultados les ha dado: Cuando se está liando el follón son aislacionistas, aunque bajo mano pinchan lo que pueden, luego van de salvadores y reparten unas cuantas hostias, aprovechando que los que se han pegado desde un principio están ya bastante hechos polvo y por último -y aquí estriba la genialidad del invento- te cobran a tanto la hostia, aunque seas el que las ha recibido. Y es que pasar de país agrícola a superpotencia industrial del mundo mundial en menos de cincuenta años tiene su mérito.

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  5. Ahora que pienso... ¿Me explica eso de los húsares de Pavía en la guerra Ruso-Japonesa luchando con valor contra el Almirante Togo?

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  6. Canichu:siempre han tenido una rara habilidad para sacar partido de las guerras ajenas, incluso de las propias.

    D. Luis:O varias historias, según a quién le toque contarla.

    Folken: Tienes toda la razón. La Primera Guerra Mundial fue una especie de picadora de carne industrial. Los únicos escenarios donde se hizo algo diferente fue en Oriente próximo la campaña de Allenby -Lawrence y en Africa Occidental Alemana, donde, como sabes, en 1918 iban ganando los alemanes (y el ejército real de Ruanda)

    Eraranza: es lo que tiene cuando montas un país como empresa. En eso no puede decirse que sean torpes. Sobre todo cuando tienes enfrente a una banda de incompetentes como todos los gobernantes europeos. (¿les suena?)

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  7. Folken: Lo explico de mil amores. Cuando se lió la guerra ruso-japonesa en 1904, el Gobierno español mandó una misión militar para que echase una mirada, cosa muy habitual por entonces. La componían el Coronel D. Luis Fernández de Córdova (con V), Marqués de Mendigorría, como jefe; el Capitán La Cerda (de húsares de Pavía) y el teniente de artillería D. Pedro Jevenois, que, con el tiempo acabaría siendo ayudante de campo de Alfonso XIII.

    Se suponía que su misión allá por Manchuria era observar las tácticas del ejército ruso y del japonés y luego informar al Estado Mayor español sobre lo que había pasado y si algo servía para aplicarlo al Ejército español.

    Pero el capitán La Cerda era, al parecer, de natural fogoso y le cogió el gusto a irse de incursión con los cosacos. Cuando El Marqués de Mendigorría se enteró de que no sólo miraba, sino que repartía sablazos a los japos, pues se vio en la obligación de llamale la atención sobre lo inadecuado de su proceder.


    A la vuelta, hicieron el informe que se publicó en 1908 y se llama:

    "Memoria que eleva al Excmo. Sr. General Jefe del Estado Mayor Central del Ejército el coronel D. Luis Fernández de Córdova y Remón Zarco del Valle, Marqués de Mendigorría, Jefe de la Comisión Militar Española agregada al Ejército Ruso".- Madrid, Establecimiento Tipográfico de Fortanet, C/ Libertad, 29. Teléfono 991.- 1908.

    Y, claro, yo la tengo, chincha rabia.

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  8. Por cierto, creo que lo de los húsares de Pavía lo dije muy alegremente, porque no me acuerdo de dónde me lo he sacado. Desde luego, de Caballería, era.

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  9. La verdad que la Primera Guerra Mundial no es un tema en el que esté muy puesto. Creo que porque a pesar de los millones de muertos y de las condiciones inhumanas en que se peleó, en el fondo nunca he podido tomármela demasiado en serio.

    La culpa la tienen un poco los mostachos de la época, la ropa, la sociedad de la pre-guerra. Es decir, uno lee los cuentos de Saki (que por cierto murió en las trincheras) o de Katherine Mansfield, y le cuesta creer que los protagonistas de esas historias pudieran verse envueltos en algo serio o trágico. Además, está la Kakania de Musil, con su celebración preparada para 1918, y el buen soldado Shveik, fiel súbdito del emperador austríaco. Sé que hay una literatura de guerra angustiada y terrible sobre ese conflicto, pero no sé por qué nunca hemos coincidido en la misma habitación.

    Aunque se mencionaba en mi país, no solía hacerse mucho énfasis tampoco en la continuación de la guerra en Rusia más allá del Armisticio. Y es curioso porque sin duda eso condicionó mucho el futuro de la Revolución soviética. Lo que siempre recuerdo cuando oiga hablar del tema es "Chapaev," un libro probablemente un poco mentiroso, pero en cualquier caso entretenido para leer cuando uno es un adolescente.

    Y si bien la pérfida Albión fue siempre una malvada, también es cierto que sus proyectos coloniales, con todos sus errores, fueron los más razonables y por lo general mejor manejados. Pero es que un país que contaba con aventureros como Richard Burton o Lawrence de Arabia debía tener algunos funcionarios y militares capaces.

    ¿Y en serio los franceses insinuaron que tuvieran algún papel en el Medio Oriente debido a los reinos cruzados? Por dios, ¿quién se acuerda de eso?

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  10. Gabriel Syme: Francia. El hermano pequeño de una amiga mía (francesa) tuvo una discusión surrealista conmigo hace unos años, cuando todavía era (él, obviamente) estudiante de Antropología. Sostenía que Francia "volvió" a Indochina después de la Segunda Guerra Mundial, llamada por el pueblo de allí (vietnamitas, camboyanos y laosianos) para liberarlos de los japoneses. Me sugería -irónico él, aunque ya empezando a alzar la voz- que tal vez yo supiera más Historia que sus profesores del Liceo Francés.

    En cuanto al resto de tu comentario, de acuerdo en general; pero yo nunca le he visto el aspecto gracioso a aquella carnicería. Tal vez como europeos lo hayamos tenido más cercano. Y mi opinión es que la invasión de la Unión soviética por el Este y el Oeste y la guerra civil financiada por el Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Japón, no "condicionó mucho" el futuro de la Unión soviética, sino que lo condicionó "totalmente".

    Y es que eso de hacer la paz por separado no se perdona (aunque Inglaterra y Francia pudieran repartirse buena parte del botín que tenían previsto compartir con el Zar antes de 1917)

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  11. Veamos: lo de Pepe Stalin, pues como que no: a puro de carne de cañón (una buena parte masacrada por el propio Pepe antes de que estallase la guerra,en razón de las purgas de los oficiales eficaces, sustituidos por comisarios políticos inútiles) no se gana una guerra técnica y mecanizada, como resulta ser lo que ellos llaman la Gran Guerra Patria. Ésa es una monserga muy cara a la progresía: la guerra la ganaron los dólares, no nos engañemos, no el ejército rojo desdotado de los medios provistos en realidad por dichos dólares. 'Enemigo a las puertas', un poner, ha sembrado muchos errores. Que el Cabo de Bohemia fuese un inútil no empece el hecho de que con un par de ajustes hubiese ganado la guerra, y entonces glups.
    La Primera Guerra es todo un show, muy poco gracioso por otro lado. Digamos que lo que tiene interés es el laboratorio de desastres anunciado por el Soldado Schweijk o por Musil (K. u K.) o por el Círculo de Viena o por tantos otros (Saki included from the other side): filosóficamente, el derrumbe de ese teatro del absurdo que fue el Imperio Austro Húngaro da mucho juego. El derecho contemporáneo es heredero directo de todo eso, btw.

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  12. Querido Hans: Discrepamos un poco: lo de que stalin salvó a Europa del nazismo lo digo con la misma ironía con que otros atribuyen dicha salvación a los Estados Unidos (porque lo dicen irónicamente, supongo)

    En cuanto a lo de la guerra técnica y mecanizada, al comienzo de la operación barbarroja, la mayor parte de la Wehrmacht (del Heer) iba a pie o era hipomóvil. Otra cosa es que sea más vistoso sacar los tanques en las pelis. Sobre la incapacidad técnica del Ejército Rojo, conforme en que las purgas de los años 30 diezmaron bastante el cuerpo de oficiales, pero la guerra hizo mejorar bastante a los demás.

    En este sentido, y también acerca de lo de que los alemanes pudieran haber ganado con un par de ajustes, me remito a lo que dejaron dicho algunos contertulios más cualificados que yo, en especial, el Generalfeldmarschall von Manstein y el Generaloberst Guderian (recomiendo sus artículos en el libro dirigido por Liddell Hart : "El Ejército Soviético", publicado en España por Caralt)

    En cuanto a los dólares, muy cierto: era mucho más práctico dar pasta a los demás para que se amasacraran con los alemanes y luego llegar a salvar cuando la cosa estaba ya rodada. :)

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  13. Vaaaaamos a ver. Cierto es que contra lo que se piensa por ahí, la invasión de Polonia y aún el paso del Mosa y correlativa 'gestión' del Frente Occidental todo él (jusq'a la cuisine) fueron sendas especies de blitzkriegs de pichiflú: dudo bastante que los Pzkw I ó II y las latas de sardinas checas empleadas por las Panzerdivisionen (entonces, apenas brigadillas) en Septiembre 1939 o en 1940 hubiesen aguantado ni medio cañonazo de los T-34. Pero cuando se llega a Barbarossa, mi querido amigo, es bastante incontestable que las masas de tanques alemanes constaban en el peor de los casos de Panzer III mejorando la cosa rápidamente con los IV (iba a buscar la entrada en servicio, pero me da pereza) y hasta el error de los Tiger (que por otra parte descerrajaban ivanes sin compasión ni apenas riesgo). Es público, notorio y sabido la cósmica desorganización de los tanques rusos, sin comunicación de radio, por ejemplo, frente a su utilización modélica -permítaseme el término- por los alemanes. Yo diría (aunque puedo equivocarme) que el volumen de infantería mecanizada alemana en el inicio de la operación era notable (aunque ciertamente la División Azul, un poner, era como muy hipomóvil :-D)
    En fin, los USA son siempre largos en el uso del grifo dolareño siempre y cuando los bombardeos y los campos de batalla estén a un mínimo de 10.000 kilómetros, y no cabe duda de que suele causarles problemas lo de que el pobre Jimmy (o cincuenta mil Jimmyes) vuelva/n en una bolsa a casa. Eso no quiere decir que los yankis, tachántachán, sean la salvación del mundo civilizado en el S. XX, Dios nos libre. Yo creo que el término 'oportunismo' viene aquí que ni pintiparado.
    Le agradezco la recomendación: compraré el libro pitando. En cuanto a la valoración del ejército rojo por parte de tan laureados tanquistas... les leeré y opinaré entonces.
    Siempre es un placer conversar con buenos conocedores de la cosa histórica del XX, anyway.

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  14. Liebe Hans: Parece que has entendido que yo defendía la incontestable superioridad técnicadel ejército Rojo. No es así. sólo decía que no eran tan torpes y que fueron bastante capaces de aprender sobre la marcha, tanto más cuanto que estaban bastante descojonados en cuanto a mandos al empezar la guerra tras las purgas anteriores y que habían quedado como el culo en la guerra contra finlandia.

    Pero, aprender, aprendieron. especialmente a simplificar para usar lo mejor posible lo que tenían. Nunca alcanzaron, salvo ciertas excepciones, el nivel de cualificación de los mandos intermedios alemanes, pero tampoco eran la horda suicida que se lanzaba en oleadas sin contar los muertos confiada en su superioridad numérica de las que hablan, por ejemplo, Skorzeny o Degrelle en sus memorias. Una cosa es hablar de 1941 y otra de 1944.

    Por lo que se refiere a la mecanización de la Wehrmacht, al comienzo de Barbarroja, el Grupo de Ejércitos Norte (von Leeb) tenía 29 divisiones alemanas y 12 finlandesas, de las cuales, 3 eran acorazadas y 3 motorizadas.

    El Grupo de ejércitos Centro (von Bock), tenía 50 divisiones, de las cuales 9 acorazadas y 6 motorizadas.

    El Grupo de Ejércitos sur, tenía 41 divisiones alemanas y 17 rumanas, de las cuales 5 acorazadas y 3 motorizadas.

    Lo que pasa es que aplicaban muy bien la doctrina de ruptura del frente, que es para lo que usaban los tanques, mientras

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  15. (Perdón, que estaba en el trabajo y he tenido que interrumpir abruptamente por culpa de una llamada) mientras luego la Infantería iba ocupando el terrreno y liquidando bolsas. De hecho, eran muy buenos, como todo el mundo sabe.

    El PzKw III Ausf F, primer modelo de fabricacón en serie, empezó a salir en 1940, para la invasión de Francia, pero apenas tenían 350 para entonces y casi todos con el cañón de 37 mm. a finales del 40 empezaron a cambiarlo por el de 50 mm corto (o sea, el clásico PzKw III del Afrika Korps) . La versión Ausf A del PzKw IV, se inició en 1936, pero la fabricación en serie y dotación de unidades, ahora no tengo a mano cuándo fue, pero prometo mirarlo (o si no, ya lo miras tú ;)) Para el ataque a Francia tenían menos de 300 y con el cañón corto de 75 mm.

    Del Ausf F.2, con cañón de 75 mm. largo (el PzKw IV clásico) se fabricaron entre 1940 y 41 nos 400.

    La idea era que el Panzer III fuera el carro principal y el Panzer IV el de apoyo, y que de las 4 compañías de un regimiento, 3 fueran de PzKw III y 1 de PzKw IV. (Hasta que empezaron los Panther, Tiger y diversos tipos de Sturmgeschutz, más baratos y rápidos de fabricar.

    En cuanto a la chatarra cehca, hombre, tampoco seas injusto: en 1939 el TNHP-S era un carro decentito, con su cañón de 37 mm. aunque su aspecto, con tanto remache por todos lados no fuera tan elegante como los Panzer II y IV. La Wehrmacht lo siguió usando hasta el final de la guerra, pero, claro, desde 1941 como carro ligero de reconocimiento.

    Joder!, es que me has animado. No pensaba mantener una charla así en el blog, pero me encanta. Saludos

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  16. Se me olvidaba y ya me voy: el carro checo TNHP-S, se denominó en la Wehrmacht PzKw 38 (t)

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  17. Y, para los neófitos: PzKw es abreviatura de PanzerKampfwagen que viene a ser así como vehículo blindado de combate, o sea: tanque, vaya. Gasp! Creo que hoy me he descubierto.

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  18. ProfessorHauptmannGraf, o sea.
    Y si, chico: hoy nos hemos descubierto del tó. Y que sepas que los comments del nuevo blogger son una patata y han mandado a Stalingrado (german side) una contestación de como un palmo de larga que escribí anoche.

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  19. [comment en el cual, después de fustigarme por haber sido 'dejao' y vago no buscando los datos necesarios, y haber sido debidamente revolcado por tu impecable alegato, documentado y fino, glosaba a esos dos grandes prohombres del respeto por los Derechos Humanos y la Igualdad entre los hombres, Don Leon Degrelle (que es versión belga y residente en Madrid hasta el fin de sus días) y Don Otto Skorzeny (versión 'cómo se puede ser aventurero, chalao y nazi todo a un tiempo').
    Debemos ser homogéneos generacionalmente, querido pcbcarp. Un amigo alemán dice que en España los nacidos en los 60 aprendieron tudesco a base de montar maquetas airfix (se rie bastante del conocimiento del término 'feldgrau') y comprar los fascículos de Sarpe (¿?) de La Segunda Guerra Mundial.

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  20. Estimado Hans: lo de Degrelle y Skorzeny es que fueron los primeros que me vinieron a la cabeza (ya sabes: la bolsa de Tcherkassy y el saliente del Oder) aunque Skorzeny bastante más simpático (y chalao)

    Pero lo de airfix...Joder, ¿te acuerdas de la infantería alemana de la WWI con sus cascos con pincho? Tu amigo no deja de tener razón, porque el resto de mi alemán se limita a tres meses que "estudié" con una compañera de gimnasio hará cosa de 20 años.

    Los fascículos serían de Salvat, ¿no?

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  21. Informacion sobre primera guerra mundial www.1914-18-primera-guerra-mundial.blogspot.com

    De momento hasta septiembre de 1914, la amplio constantemente, gracias por vuestra atencion.

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  22. solo q me dio mucho gusto el sentido de q le da al "seguimos con la 1ª guerra mundial" graxx
    x la ayuda en mi homework....graxx
    no tengo pag web les doy mi space

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  23. Gran descripición de los inicios, muy amena y entretenida!!

    Como siempre, los franceses armándola de una forma u otra, si es queee...

    Prosigo con la lectura, fascinante la historia!

    Saludos

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  24. Estoy flipando con este post acerca de la Gran Guerra, pero todavía más con los comentarios. Aquí hay un nivel alto; el mío es inferior, de neófito, de infante. En primer lugar, en el prólogo de la novela Los 4 Jinetes del Apocalipsis, Vicente Blasco Ibáñez (que escribió el libro a instancias del entonces presidente de la República francesa) decía que absolutamente nadie creía posible una guerra como la que acontenció. El nivel de civilización era tan alto que la guerra representaba una alternativa primitiva a la solución de los conflictos internacionales. Bueno, se vió que no una, sino dos guerras mundiales fueron necesarias para solucionar la convivencia europea, cosa que, en mi modesta opinión, no está solucionada en su totalidad.

    La Gran Guerra benefició a los EUA. Conforme. Pero, en definitiva, también Alemania ha sacado un gran provecho con sus iniciativas bélicas. Ahora mismo Alemania es el país más potente de Europa.

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