26/9/08

Sabiduría Oriental



La amiga Elena (uno de los nuestros) me regaló por mi cumpleaños un librito sobre casas japonesas. No puedo resistirme a colgar unos párrafos acerca de la concepción japonesa de aquello que entre nosotros denominamos la metafísica del water:


"Siempre que en algún monasterio de Kyoto o de Nara me indican el camino de los retretes, construidos a la manera de antaño, semioscuros y sin embargo de una limpieza meticulosa, experimento intensamente la extraordinaria calidad de la arquitectura japonesa. Un pabellón de té es un lugar encantador, lo admito, pero lo que sí está verdaderamente concebido para la paz del espíritu son los retretes de estilo japonés. Siempre apartados del edificio principal, están emplazados al abrigo de un bosquecillo de donde nos llega un olor a verdor y a musgo; después de haber atravesado para llegar una galería cubierta, agachado en la penumbra, bañado por la suave luz de los shoji y absorto en tus ensoñaciones, al contemplar el espectáculo del jardín que se despliega desde la ventana, experimentas una emoción imposible de describir. El maestro Soseki, al parecer, contaba entre los grandes placeres de la existencia el hecho de ir a obrar cada mañana, precisando que era una satisfacción de tipo esencialmente fisiológico; pues bien, para apreciar plenamente este placer, no hay lugar más adecuado que esos retretes de estilo japonés desde donde, al amparo de las sencillas paredes de superficies lisas, puedes contemplar el azul del cielo y el verdor del follaje. Aún a riesgo de repetirme, añadiré que cierto matiz de penumbra, una absoluta limpieza y un silencio tal que el zumbido de un mosquito pueda lastimar el oído son también indispensables.

Cuando me encuentro en dicho lugar, me complace escuchar una lluvia suave y regular. Esto me sucede, en particular, en aquellas construcciones características de las provincias orientales donde han colocado a ras de suelo unas aberturas estrechas y largas para echar los desperdicios, de manera que se puede oír, muy cerca, el apaciguante ruido de las gotas que, al caer del alero o de las hojas de los árboles, salpican el pie de las linternas de piedra y empapan el musgo de las losas antes de que las esponje el suelo. En verdad, tales lugares armonizan con el canto de los insectos, el gorjeo de los pájaros y las noches de luna; es el mejor lugar para gozar de la punzante melancolía de las cosas en cada una de las cuatro estaciones y los antiguos poetas de haiku han debido encontrar en ellos innumerables temas. Por lo tanto no parece descabellado pretender que es en la construcción de los retretes donde la arquitectura japonesa ha alcanzado el colmo del refinamiento."


Feliz fin de semana

15 comentarios:

  1. Es vital cagar a gusto.
    Me encantaría cagar en un retrete japonés.

    Y dejar escrito en las paredes "Carlos estuvo aqui dd/mm/aa".

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  2. Donde estén los retretes con chorrito, que se quite lo demás.
    Por experiencia, digo.

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  3. Mientras no sea un cagódromo como los de suelo que había antes en los bares...

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  4. Estoy de acuerdo con el camarada Folken: http://www.mujerestic.com/la-trinca-el-baron-del-bide/
    No hay que olvidar que los japoneses se sientan al revés que nosotros - de cara a la ventana. Las japonesas también.

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  5. pues eso, cosas de japoneses! jejeje
    salu2

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  6. Caga el Rey,
    Caga el Papa,
    Y sin cagar
    Nadie se escapa.

    Y yo con gastroenteritis...

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  7. Tanta belleza y tanta paz y sosiego te deben quitar las ganas de tirarte un "peo" y romper tanta armonia.
    ¡Cagon'to!

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  8. Cagar, desde luego, no sólo es un placer físico.

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  9. Lo de "ir a obrar" es una horterada impropia de esta bitácora. A mi el rollo japonés me tira bastante y todo eso de los pajaritos y las flores está muy bien, pero, la verdad, nada como el Superlopez para pasar un buen rato en el vater.

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  10. ...estooo...pues ya es difícil refinar"el arte de obrar"...pero escribir haikus "obreros u obrados" ya me parece el summun...lo que no hagan los japoneses no lo hace nadie...

    ...besos pulcros y refinados

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  11. Dios! tanto fenshui debe acojonar a los pajaritos si te vas a "obrar" con oboe y orquesta.
    El secreto del silencio y discreción es que los japos no toman garbanzos ni legumbres rollo fabada que si no, de qué!

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  12. En resumidas cuentas, como decía mi abuelo Heliodoro, que era de Peñafiel y un compendio de sabiduría castellano-vieja:

    "No hay mayor placer, sin pecar, que el de cagar"

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  13. ¿Y será apócrifo esto de "No hay placer más descansado que después de haber cagado" que le endilgan a Quevedo? Desde luego a mí cada vez me atrae más el mundo zen: voy a ver si organizo un jardincillo ídem con la arena de la gata xD

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  14. Hoy he asistido a una conferencia, mire usted qué casualidad, relacionada con el tema de su entrada. Se titulaba "La conquista de la privacidad" y versaba sobre la evolución del baño público al espacio privado. Muy divertida y entretenida.
    Fer, que sepa que la placa turca, que así se llama lo que usted describe como cagódromo en el suelo, está considerada como el aparato más higiénico para esos menesteres ... siempre que se siga una escrupulosa limpieza y se use como es debido. El problema es que en los bares con que uno no esté como es debido ...
    Y dicho esto, me viene a la memoria un penoso incidente en un bar de Florencia hace unos 10 años que, francamente, hubiera preferido no recordar.

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  15. Y los japos, se la cascan tambien en el tigre????

    No se si podria cascarmela con pajaritos cantando, voy a probar.

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