23/2/11

Magreb-Machrek 2011: Primer cambio visible.

 

fragata irani

Esta es la foto que todos los think tanks querían evitar

 

En efecto. Nada menos que la marina de guerra iraní atravesando el canal de Suez. Hasta hace cuatro días, resulta que no podía y ahora, allá que van una fragata y un buque logístico a hacer maniobras con los sirios y destruir el equilibrio de fuerzas en el Mediterráneo (pronunciar con voz tenebrosa). Por evitar fotos como esta, Jimmy Carter convenció a Sadat para que Egipto cambiara de bando y se ayudó a Mubarak a mantenerse en el poder todo este tiempo. Imagino que la apertura del canal a la libre circulación es un mensaje de la Junta militar egipcia al mundo que pretende decir: “Atención, somos independientes”. Incluso: “atención, somos independientes, ¿quién da más?”

Mientras tanto, los empleados de banca gobernantes de la Unión Europea, siguen haciendo vaporosas declaraciones sin que sus ¿tanques mentales? les proporcionen una idea de qué hacer. Aunque ya van apareciendo cada vez más artículos de opinión que  nos alertan básicamente de a) el peligro que supondría para el mundo libre que los árabes metieran en la cárcel a los torturadores responsables de sus servicios de inteligencia según los vayan deponiendo, y que Al Qaeda y los islamistas tomarán el poder (o “aumentarán su influencia”). y b) de las ingentes oleadas de inmigrantes ilegales que nos acechan. Eso sí, también mientras tanto, por lo menos sube el precio del petróleo para compensar tales desmanes.

La relativa contención, si es que la podemos llamar así, que ha permitido en Túnez o Egipto limitar las cifras de muertos a unos pocos cientos, ha desaparecido cuando –eso no se lo esperaba nadie- los que han decidido salir a la calle han sido los libios. De repente, han vuelto a las primeras páginas nombres de resonancias épicas: Tobruk, Sollum, Bengasi… Y ese amable, aunque algo estrafalario personaje que parecía un indigente sometido a experimentos con bótox y luego abandonado en la calle vestido de majorette; ese que era recibido con sonrisas imbéciles por los políticos del mundo libre para hacer negocios con él y regalaba caballos de pura raza a los presidentes del gobierno, bombardea a los libios y sale en la tele para decir que los cazará como cucarachas, casa por casa.

Berlusconi redescubrió los lazos con la antigua colonia italiana y –hombre pragmático- se dijo que era una estupidez perder el negocio porque al tipo ese le gustara disfrazarse de beduino. (Bueno, sí, y poner bombas en los aviones; pero al fin y al cabo, antes se las había tirado Reagan a él). Así que Gadafi soltó unos milloncejos para dar a los ingleses la excusa que pedían para olvidar lo de Lockerbie y pelillos  a la mar. El supervillano que financiaba el terrorismo y era terrorista él mismo, se convirtió de la noche a la mañana (a pesar de su aspecto) en un estadista. Y acampó entre nosotros.

Y ahora vuelve a ser el malo de siempre, pillando a todo el mundo a contrapelo. Nadie reacciona, y esa inanidad de occidente no va a servir precisamente para mejorar la opinión que tienen por ahí de nosotros. Claro que, por otra parte, teniendo en cuenta que intervenir suele consistir en producir mayores matanzas de las que se pretendía evitar, casi es mejor así. Si los libios consiguen librarse ellos solos, (o con ayuda de Egipto, pongo por caso) del muñeco diabólico, será mucho mejor para ellos.

8 comentarios:

  1. ¡Oiga! ¡Que servidora fue majorette en la tierna pubertad! (creo que duré 5 días)

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  2. ¿Cómo acabará todo esto?

    ¿Serán efectivamente capaces de acabar en algo parecido a una democracia, en un plazo razonable? ¿Hay quien pueda conducir esa transición y "cubrir los huecos" (el Council on FR dice que en Libia no...)? ¿Se les apoyará desde fuera, o al menos se les permitirá?

    Islamismo: al margen del evidente uso interesado de la amenaza más o menos real que representa, no es lo mismo que esas sociedades, de todo esto, saquen una democracia más o menos real (con partidos islamistas, si los hay, claro), que, por el contrario, acaben instaurando repúblicas islámicas, por un golpe de timón oportunamente dado por alguien, o porque sea lo que estén deseando. Aunque, si sucede, pues nada, a joderse todos.

    Un saludo.

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  3. ¿Cómo acabará? Ni idea. Los "laboratorios de ideas" que se dedican a pontificar a sueldo de las empresas petroleras y de armamento y de Israel, tampoco parecen tener ni idea.

    Yo pienso en la evolución de los países del Este desde 1989, sólo que sin posibilidad de integrarse en la UE (si continuaran al mando Bush Ltd. y sus quintacolumnistas Blair, Aznar y Berlusconi, igual también forzaban el ingreso de Libia, como pasó con Bulgaria o Rumania) O sea, unos cuantos años de desmadre para sustituir una élite corrupta por otra.

    Con el paso del tiempo probablemente, regímenes algo más presentables. Ahora bien, el heroismo desplegado por los pueblos puede que no se conforme con eso. en todo caso, creo que lo mejor es dejarlos evolucionar a su aire sin interferir como se hace siempre. Incentivar los avances democráticos y de reducción de la corrupción, que es tan importante o más. Desincentivar lo contrario. Pero -salvo en situaciones críticas como la actual de Libia- nada de posturas de fuerza.

    Si se los deja en paz, no creo que el Islamismo sea un problema. Incluso si llegara al poder en algún sitio, la cosa bien gestionada puede ser como en Turquía. Ya sabes que en mi opinión, si El Mundo Libre (hoy llamado "Comunidad internacional") hubiera dejado en paz, por ejemplo a Irán en 1979, las cosas habrían sido distintas.

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  4. Lo de la mano misteriosísima y los precios del petróleo me ha matado. Libia en llamas, según algunos con tropas yendo a Tobruk y alrededores a cargarse oleoductos, Arabia Saudi sube el sueldo a los funcionarios (¡¡un 15%!!), Bahrein y compañía están enfadaditos los pobres, China e India creciendo y comiendo mucho... ¿Dónde está la mano misteriosa?

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  5. Folken, es una pequeña ironía. A lo mejor no se entiende bien... Tengo que cuidar estas cosas

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  6. Folken, lo he vuelto a leer y, sí, la verdad es que quedaba un poco confuso; así que he introducido alguna pequeña modificación.

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  7. "O sea, unos cuantos años de desmadre para sustituir una élite corrupta por otra" (Pcbcarp, algún comentario más arriba).

    Ésa es la lectura que yo voy a sacarle a toda esta ola de revoluciones. Parece que en esta comunidad internacional en la que nadie sabe cómo actuar sólo interesa seguir de lejos la noticia, comprobar qué sucede con el dictador de turno (antes amigo, ahora renegado) y olvidarse de todo. O, mejor dicho, hacer que la opinión pública -ese ente más preocupado por la Ley Sinde- se olvide para poder mangonear en el nuevo estado de las cosas que se imponga en el Magreb.
    Luego, dentro de quince años, volveremos a acordarnos de la orilla sur del Mediterráneo. Y volveremos a llevarnos las manos a la cabeza y a ponernos dignos.

    PD: Buteflika y Mohamed VI son los siguientes participantes de esta ruleta rusa. Veremos qué sucede con el alauita si le tocan mucho las gónadas.

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  8. Nuestra sociedad occidental solo puede sobrevivir gracias a la energía, sea barata o cara; el precio es importante, pero no tanto, que para eso inventamos la inflación.
    Compramos petróleo a sociedades feudales que devuelven el dinero en forma de inversiones, así una vez más podemos seguir comprando petróleo. Dichas sociedades compran equipos de fútbol y cajas de ahorro, construyen campos de golf, urbanizaciones de lujo y da trabajo al españolito, que automáticamente da dinero al banco y este al político. Ya sé, es más complejo, pero en fin... va de eso.
    El problema es cuando la sociedad petrolera deja de ser feudal e invierte sus beneficios en su propio país. -Y es que ya me contarás de qué le sirve a un libio tener una parcela en Ronda o acciones de Caja Madrid- El asunto entonces se hace añicos y deja de ser grata a la sociedad seudodemocrática. Hasta hoy era Irán, Rusia y poco más. Al primero se le demonizó, al segundo se intentó lo mismo sin demasiado éxito -el capullo del Putin estaba al loro y les tenía cogida la medida- Del ruso conseguimos inversiones, pero también debemos venderle lo que sea, desde cava hasta coches y ni así salen las cuentas. Al iraní nadie sabe lo que le vendemos, mejor no saberlo. Al libio le vendíamos tochos y dibujitos para hacer sus palacios, aparte de Al Andalus en parcelas. Al guineano le vendemos inmunidad y cuentas bancarias que dejan pingües beneficios -Si el Obiang de los cojones retirara su fortuna, España entraría en suspensión de pagos- Al venezolano no podemos comprarle demasiado, que este lo invierte donde no toca y en caso de hacerlo solo quiere refinerías y gasolineras, y eso no está en venta -y es que el puñetero es listo-

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