23/3/12

La Corrupción en el Fútbol y la Inteligencia Empática.

 

Anoche estaba yo en el Ávila viendo el fútbol –que últimamente tengo muy descuidada la cosa de integrarme- y me sobresaltó la efusión de odio en estado puro suscitada por la actuación del árbitro. O, para ser más exactos, por su no actuación. Al parecer, nada más empezar el Madrid-Villarreal, debiera haber expulsado a, por lo menos, dos tripulantes del Submarino Amarillo y no lo hizo. No lo hizo, según explicaba el personal echando espumarajos por la boca y con la vena del cuello a punto de estallar, por algo relacionado con la mafia del Barça. O sea, cosas que a mí se me escapan porque, con todo lo listo que soy, no estoy atento a lo que realmente importa. Como que me fui en el descanso ante las miradas de estupor de la concurrencia y, visto el resultado (1-1, como sabemos) no me atrevo a aparecer por el bar sin haber visionado en Youtube varias escenas de jugadores expulsados ignominiosamente por pegar patadas a Messi, a fin de poder hablar con alguien y no sentirme un inadaptado.

Todo esto me dice que no vivo rodeado de oligofrénicos, como pudiera parecer a simple vista. Una gente capaz de retener las alineaciones completas de no sé cuántos equipos desde primera hasta Segunda B, reservas incluidos, con su correspondiente historial de goles, pases de la muerte, triangulaciones, lesiones sufridas e inferidas, intervenciones quirúrgicas, y cagadas en las que no-se-sabe-cómo-pudo-fallar-eso, posee una capacidad intelectual de la que yo carezco por completo.

Pero es que, encima, están al corriente de todas las vicisitudes económicas de los distintos clubes y de los negocios de sus presidentes, así como de la circulación subterránea de maletines y toda clase de actividades delictivas entre clubes, árbitros y jugadores; actividades que, según tengo entendido, están todas directamente encaminadas a joder al Madrid y que –imagino- no ponen inmediatamente en conocimiento de la Fiscalía porque la Fiscalía también está involucrada en todo este trasiego y, lo que es peor, en el fondo, es del Barça.

Así pues, no me queda más remedio que llegar a la conclusión de que, si personas dotadas de tal capacidad de memoria, inferencia, deducción y agilidad combinatoria para relacionar datos y componer el panorama organizado de una situación compleja y sujeta a múltiples variables en perpetua evolución; personas capaces, además, de realizar predicciones impecablemente fundadas y establecer con toda claridad la línea que deberían seguir un montón de empresas multimillonarias; si esas personas, digo, ven cosas que yo no veo, es que son ellos los que tienen razón y yo el que no entiende nada de La Vida.

De igual modo, no me queda más remedio que admitir que, si gente que concurre a las asambleas del 15-M se abraza y espumarajea con otra que añora al Generalísimo y ambas categorías sufren y gozan juntas con socialistas acérrimos, todos hermanados por unos colores, es que ahí hay Algo Grande. Algo muy grande de lo que yo no formo parte.

Y es que yo, creo, soy un egoísta. Sólo miro por mí y no por El Grupo. No empatizo (el odio gratuito compartido es lo más empático que existe) y, además, como soy memo, no me había dado cuenta de que, si todas esas personas con superdotación intelectual que analizan el Deporte Rey hasta en sus más mínimos pormenores, dedicaran su ingente capacidad a cosas tan absurdas como calcular si van a poder seguir pagando la hipoteca cuando se jubilen, a enterarse de en qué se gastan su dinero los políticos a los que votan y luego, claro, ahorcarlos en las farolas o a, pongo por caso, quemar los registros de la propiedad, este mundo sería ingobernable.

11 comentarios:

  1. Sin querer ponerme estupendo, tampoco, no puedo negar que es un tema que me acongoja y, en realidad, desespera: entiendo que guste el fútbol, pero lo que me desquicia es ver tanta energía e interés desperdiciados, escuchar conversaciones tan entregadas, fundamentadas y tomadas en serio, dedicadas a las tácticas futbolísticas o a los entresijos del mundillo.

    Yo, de verdad, sé que suena esnob, pero no lo puedo entender. Por su último párrafo, claro. A mí me dan ganas, en el trabajo, de correrlos a gorrazos, cuando los veo hablar con cara de preocupación...

    Buon giorno.

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  2. ¡Jajaja! Yo sólo le digo esto:

    http://www.youtube.com/watch?v=qp5KJrDYiGE

    Véalo, por favor. No dura más que 1 minuto

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  3. Porto, ¡no me sea Vd. esnob, jojojojo! Nada, nada, hay que comprarse un lanzallamas.

    MJ: como puede Vd. ver, he incorporado su gloriosa aportación al postio. ¡Qué razón tiene Moss!

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  4. a mí no me trae el fútbol tampoco... las olimpiadas si, de momento he pasado desapercibido por las masas futboleras.

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  5. ¿Todavía no te has enterado que España la vertebran el Real Madrid y el Corte Inglés?.¿En qué mundo vives, tronco?

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  6. Maestro, cuando tenga un tiempo se agradecería un comentario sobre esta nueva idea del PP de equiparar el vandalismo con el terrorismo.

    Yo al observar eso y el tema de la prisión preventiva y similares, no puedo menos que enternecerme por estos políticos que trabajan incasibles por traerme de vuelta Cuba a mí, que en el fondo la echo tanto de menos.

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  7. Gabriel Syme, no creas que no lo había pensado. Lo malo es que últimamente el curro no me deja vivir. Lo que, tal como están las cosas, tampoco es para quejarse. Pero tomo nota, que seguro que siguen con ello.

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  8. Gran postio, a fé. Comparto el agudo análisis, con el matiz de que a mí el jurgo me gusta cero (no se me ocurre manera más tremenda de acabar una tarde que en un bar -lugar nobilísimo donde los haya, por lo demás- viendo un partido de pelotón. ni siquiera por integrarme.

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  9. Pues a mí me gusta el fútbol, qué le voy a hacer. El buen fútbol, ese que hace rodar la pelota por el césped con pases precisos; ese en el que participa todo el equipo y todos tocan la pelota; ese fútbol de asociación, de inteligencia, de saber en cada momento dónde está el compañero ... eso es fútbol y lo otro ... jumbol. Jumbol es lo de Roncero que está más pendiente de politiqueos que del balón; más afín a las conspiraciones que al remate.
    Me gusta el fútbol que huele a hierba segada y no el de la patada a seguir ... o a la rodilla del rival.

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  10. No sé por qué círculos te mueves, en todo caso, castizos deben serlo un montón.
    Debo reconocer que conozco un montón de madridistas y ninguno como el Roncero, ni por asomo, ni de refilón...
    Cuando me acerque a Madrid, tengo que visitar al Ávila ese. Ya empiezo a tener ganas de ver algo auténtico y poder contarlo a la vuelta.

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  11. Hasta cuando la genet no entenderà que el Futbol es un business y que hay tantos interese de por medio,intereses creados,èsta corrupciòn viene desde arriba es decir la FIFA y se traslada a todos los àmbitos del futbol.Elena A.

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