4/5/06

Si Sun Tzu levantara la cabeza...

He estado leyendo estos días algunos informes recientes del Real Instituto Elcano sobre estrategia (al final doy los enlaces). Aunque últimamente el nivel ha mejorado bastante, desde que el Instituto dejó de ser una sucursal de la Fundación FAES, en general sigue respondiendo al esquema habitual en el mundillo del análisis de Estrategia-Relaciones internacionales estándar en Occidente.

Es decir: superficialidad. Cuando se habla de un tema puntual o muy concreto, puede haber nivel, pero cuando nos alejamos un poco más para tomar perspectiva, las anteojeras siguen ahí. No es que yo sea especialmente listo. Lo que yo pueda decir, ya se ha dicho hace mucho tiempo: lo dijeron Sun Tzu o Tucídides, hace 2.400 años y, después, lo ha dicho más gente, como Liddell Hart, por poner un ejemplo. Y lo que los analistas habituales no son capaces de ver es que los principios de Sun Tzu son igual de aplicables hoy día, mientras que Clausewitz, con su mamotreto germánico, se limitó, en esencia, a analizar las guerras de Federico y Napoleón desde el punto de vista de un militar teórico alemán.

Todo columnista que quiera dárselas de listo en estos temas, cita a Clausewitz a quien me juego el cuello que no ha leído ninguno. En cambio, Emilio Botín regala a sus ejecutivos "El Arte de la Guerra", del viejo Sun Tzu. Claro, que unos son diletantes mientras que el viejo cabrón "está en lo cotidiano: la batalla."

Todos los libros de tema militar hablan de "el factor moral" como algo fundamental. La así llamada "guerra psicológica" se puso muy de moda a partir de Vietnam y las así llamadas "insurgencias" en Latinoamérica. Lo que los analistas (y la mayor parte de los militares, hasta que van a la guerra de verdad) no perciben es que esos manuales y esas tácticas de "ganar los corazones y las mentes" no sirven nunca para nada, porque pasan por alto un factor de cierta relevancia a mi modesto entender: la existencia de la realidad.

Por regla general, cuando dichas tácticas se aplican, es porque la población civil está muy cabreada porque es pobre y está jodida, y sabe perfectamente que los que vienen con sus manuales de guerra psicológica a ganar sus corazones y sus mentes, son los mismos que están armando, entrenando, financiando y manteniendo en el poder a los responsables de que ellos sean tan pobres y estén tan jodidos.

La pregunta real no debería ser "¿por qué se hacen las guerras?", sino "¿por qué la gente va a la guerra?" Robert Graves la contestó en los años veinte de forma indirecta hablando de su experiencia como oficial en la Primera Guerra Mundial: No habría guerras si sólo les estuviera permitido ir a ellas a los mayores de cuarenta años. (Adiós a todo eso, Edhasa)

La respuesta a por qué la gente va a la guerra, la da Konrad Lorenz en su libro "sobre la agresión, el pretendido mal" (Fondo de Cultura Económica), que empieza hablando de las luchas territoriales de los pececitos de colores de los arrecifes de coral y, claro, acaba hablando de los humanos. Es decir, luchamos contra los miembros de nuestra misma especie en defensa de nuestro territorio vital, donde tenemos nuestros medios de subsistencia, de nuestra prole, de nuestras hembras o de nuestra tribu. (Feministas, siento lo de las hembras, pero todavía es válido en la mayor parte del mundo, la violación masiva sigue siendo algo muy practicado en cuanto la Policía desaparece)

Es evidente, si echamos una ojeada somera a la mayor parte de las guerras conocidas, que casi ningún soldado que ha muerto en una guerra estaba defendiendo esas cosas, pero que -por lo menos hasta que no fue demasiado tarde- creía que las estaba defendiendo.

¿Eh? Eso es la guerra psicológica: la propaganda, ni más ni menos. Lo que pasa es que no va dirigida al "enemigo", sino a "los nuestros." La permanente intoxicación informativa que incluso en altos niveles académicos mantiene el análisis en la superficie y que reproduce los parámetros de una tribu de gorilas, con la pequeña diferencia de que los gorilas sólo luchan cuando no tienen más remedio y sólo lo justo para conseguir sus fines. En última instancia, prima la supervivencia del grupo. Los demás animales son lógicos: ¿qué sentido tiene luchar para conseguir una cosa buena, si no sólo no la voy a conseguir, sino que me van a matar a mí y a mi gente? Un león se pega con dos hienas, pero huye ante cinco hienas.

Pero, claro, es que no es buena para mí, ni para mi gente, sino para otros, que me usan para conseguir sus fines. Y para ello, me tienen que convencer de que lucho por mí y los míos. Eso vale para bin Laden y para Bush exactamente -digo exactamente- igual.

El problema de los analistas es una formación de especialista que consigue que los árboles no dejen ver el bosque. Para entender las cosas no hacen falta gigas de estadísticas; Suele ser más útil saber algo de Historia, ser curioso observador y tener una mente abierta; si has viajado un poco a pie por ahí, mejor que mejor.

Uno no puede desarrollar estrategias para librar la 4GW (entre los entendidos, eso es guerra de cuarta generación: un invento más de los estrategas) si parte de la base de no querer saber por qué lucha (o por qué cree que lucha el enemigo) y, sobre todo, cuando ni siquiera sabe quién es el enemigo: ¿Quién es el enemigo de los GI y de los marines americanos en Irak? ¿La gente que defiende su país de su invasión y procura matarlos por estarles puteando? ¿O sus gobernantes-empresarios que los han mandado allí para forrarse? Obviamente, los dos, pero, claro, para ganar esa guerra (digo ganar, no salvar la cara a nivel propaganda) sin dejar el país como un solar radiactivo, habría que acabar con sus causas y las causas ¡ay! están en casa.

Lo malo es que a veces tengo la impresión de que la banda de filibusteros que gobiernan el mundo, o una parte importante de ellos, realmente se creen lo que dicen. Su contacto con la realidad es tan tenue que podría ser así: al fin y al cabo no dejan de ser gorilas vestidos de Armani.

2 comentarios:

  1. En sus últimos artículos el Dr. Pcbcarp toca varios
    palos. Intentaré dar un pequeño repaso.
    Palo Primero: el de Bin Laden.
    En realidad no lo es tanto, puesto que no dice nada
    nuevo. Incluso la extravagante asociación cristiano-
    -sionista-hindú no aporta novedad alguna: si empezamos
    a doblar los dedos de una mano, descubriremos que
    tropa lo que se dice tropa, solo tiene la de los bravos
    independentistas chechenios, la de los luchadores
    por la libertad pashtunes y la brigada internacional
    de Al Zarqawy en Irak. La reciente adhesión efectiva
    de los heroicos patriotas de Cachemira se debe una
    vez mas a la traición del perverso general Musharraf y
    ya se sabe -los enemigos de mis enemigos son mis
    amigos. Mientras tanto, también los enemigos de
    mis amigos son mis enemigos, y esos son los hindúes.
    Además los muy paganos queman mezquitas!
    En realidad no hay nada que hacer, dada
    la aplastante superioridad demográfica hindú sobre
    los musulmanes, pero queda bonito. Más aun: cuanto
    mas grande es tu enemigo, mas elevada es tu causa;
    en otras palabras, mas elevado es tu caché.
    En la misma línea, me parece interesante que
    en otro pasaje sustituye “hindú” por “budista”.
    Como de religión este señor sabe mucho, no
    se trata de una equivocación tonta– entiendo
    que se refiere a Myanmar y Tailandia, que
    son países budistas. Países, por lo demás, muy
    vulnerables, dada su dependencia del negocio
    turístico - concretamente, en Myanmar (Birmania),
    los generales se empeñaron hasta las cejas para
    construir hoteles de 5º estrellas y un par de
    bombas les arruinaría. No importa que los
    musulmanes son una minoría exigua en estos
    países – nuestro hombre les pone una franquicia
    a medida de la Jihad y a cobrar.
    Ese es el problema, entiendo yo: falta de cash flow.
    Y en esos casos lo suyo es ampliar el negocio.
    Puede parecer una miseria teniendo todo EE UU
    para emplearse, pero el problema es que los EE UU no
    soltarán un duro para que los dejen en paz. Mas bien
    al contrario – gastarán una riñonada de las gordas
    para pagar legiones de guardias, montarán mas
    superministerios con superpresupuestos, en definitiva,
    un negocio a lo grande, pero tó pa ellos, nunca reparten.
    Y eso jode.

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  2. PIOLET! has vuelto. añoraba tus doctos comentarios y ese aire de andar sobrado que supera incluso a pcbcarp jejeje

    No te lo tomes a mal. Por cierto, he copiado lo de Bernard Shaw y esoy muy avergonzada. Creo q ya tengo años para escribir como una persona mayor (que es lo que me imagino que sugiere pcbcarp con lo de que seria util alos jovenes)

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