Cuando abrí este blog, mi idea era contar mis historias, como hace todo aquél que inicia un blog, y compartirlas con mis colegas y el público en general.
El objeto de los comentarios es ese: comentar los temas del blog e, incluso, entablar interesantes y fructíferos diálogos entre cibernautas. Pero, hete aquí que, casi desde el principio, determinadas gentes se han dedicado a meterse unas con otras, cuando no a caer en el cotilleo puro y simple. Hasta ahí, vale, lo admito porque yo dije que no pensaba censurar a nadie, salvo que se metieran con mi señora madre.
Pero la cosa ha llegado a un nivel realmente deleznable con algunas de las últimas intervenciones, y digo últimas: no me refiero sólo a la de ese personaje de nombre impronunciable que parece adorar a la hiena. Así que me reitero. Los insultos en ese tono los borraré.
Por otra parte, si a alguien no le interesa lo que aquí se cuenta, tiene una solución muy fácil: sigue las instrucciones de http://www.blogger.com y se abre un blog para sí y sus secuaces donde podrán cotillear libremente, exponer sus miserias en público e insultarse a placer.
Bien. En relación con lo ya dicho y mirando al futuro, os recomiendo un texto de George Bernard Shaw sobre la correcta puntuación de un texto (muy útil para la juventud) y sobre los límites de la crítica personal en público. Es parte de una carta dirigida a su colega Lawrence de Arabia, que le pasaba el borrador de Los Siete Pilares de la Sabiduría, según iba escribiendo, para que le diera su opinión.
Está aquí:
Recomendaciones para Lawrence de Arabia, por G. Bernard Shaw
Muy bien colega,no esperaba menos de ti.Sobre tu conmetario,llevas razon.no es solo meterse con el otro/a en plan graciosillo sin mas.Hay que dejar un espacio para el debate() claro,puede ser ironico y sagaz mucho mejor, eso es lo que yo pienso.pero nunca como el gran hermano(coco plano ypedorro)
ResponderEliminarAh soy pijus magnificus
ResponderEliminarpor casualidad entré en la barra, los artículos me parecen interesantes pero hasta ahora no me he atrevido a hacer comentarios pues no me gustaba su tono.
ResponderEliminarbien!!profesor
mea culpa! pcbcarp yo te imploro disculpa porq yo tambien he pecado!!
ResponderEliminarNo volvera a ocurrir salvo en defensa del blog no me tomare mas veces la justicia por mi mano OK
Tienes razon una vez mas
Por cierto lo de Bernard Shaw y Lawrence de arabia es verdad? o es un vacile tuyo porq me joderia usarlo como cita erudita y q luego sea un vacile...
ResponderEliminarA estas alturas de mi vida me niego a aprender ortografía, máxime cuando la RAE ha quedado reducida a una chacha que recoge los exabruptos de la calle y los plasma en el diccionario. Desde ese día escribo en un blog. Y, además, invento mis propias palabras: Coñocimiento, Sexpaña, Brandylocuente, Esquizasfrénico, etc.
ResponderEliminarSi señor, en cuanto a lo de la Real Academia. Borges ya dijo hace la hueva de años que cada edición del diccionario hacía añorar la anterior. Y menos mal que se murió y no vio entrar en el Parnaso de los inmortales a Pérez Reverte, Ansón o Cebrián...
ResponderEliminarPero, por otra parte, yo no he mencionado la ortografía (salvo los jóvenes que escriben en plan SMS, la cosa no es demasidado grave)sino de puntuación. Uno pude escribir de puta madre si puede leer en voz alta su texto, pero, si no, no. La puntuación es lo que da sentido a lo que escribimos y es algo que se descuida mucho. En el cole (cuando yo estaba en la universidad, te suspendían si hacías faltas de ortografía, como -por ejemplo- escribir "potestad exhorbitante de la Administración")se hace cierto hincapié hasta en la cosa de los acentos, pero no se enseña a puntuar; entre otras cosas, porque los profesores no saben. Pero yo disfruto mucho decidiendo si pongo punto y coma o dos puntos.
pues me parece muy bien pero a mi si se me permite voy en el bando del sujeto con nombre ilegible...lo siento maestro pero la juventud es la juventud jejejee
ResponderEliminarsaludos
Cat:eres injusta.No es que también hayas pecado, es que tú empezaste a pecar.Y para más coña le imploras perdón al jefe(no es don Juan Tenorio)y para mi ni una pequeña disculpa !Ohhhhh¡.Y ahora un consejillo de abuela:"nunca digas nunca jamás".
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