Hoy estoy de humor tétrico y no me apetece elucubrar. A cambio, un cuento tétrico:
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No hay nada ante su vista que no sea espantoso. Y ese olor, el de siempre: a humo, a muerte, a meado, a miedo. Hace ya dos o tres días que los nuestros han pasado por aquí, pero a ver quién se fía. Así que se pega aún más a la pared, evitando las ventanas, con la máquina dispuesta. Es verano, y las larvas de mosca se ocupan de engordar. Un zumbido constante lo envuelve. Al entrar la sección en el pueblo los perros se han apartado, recelosos. Las moscas, no. Las moscas no se apartan nunca.
No hay nada ante su vista que no sea espantoso. Y ese olor, el de siempre: a humo, a muerte, a meado, a miedo. Hace ya dos o tres días que los nuestros han pasado por aquí, pero a ver quién se fía. Así que se pega aún más a la pared, evitando las ventanas, con la máquina dispuesta. Es verano, y las larvas de mosca se ocupan de engordar. Un zumbido constante lo envuelve. Al entrar la sección en el pueblo los perros se han apartado, recelosos. Las moscas, no. Las moscas no se apartan nunca.
Desde un montón de escombros, una chavalita de doce o trece años le mira con sus ojos velados. Es de color gris con manchujos pardos. Entre sus muslos asoma el mango de una bayoneta. Tiene una pierna roída hasta el hueso.
Sus padres, o sus hermanos, o sus vecinos se desparraman por ahí en las posturas más inverosímiles. Con agujeros. Hinchados, llenos de moscas; ninguno completo. Las mujeres están desnudas, o a medio desnudar, pintadas de sangre seca. Casquillos y cristales rotos. Cuerpos convulsos. Muecas desencajadas, una boca sin labios.
Junto a un muro, algunos hombres, con el pantalón en las rodillas, muestran un grumo sangriento en la entrepierna. Salpicaduras negras.
Da una patada a una mesilla de noche a medio quemar. Un gato –no una mina, imbécil- salta maullando con algo en la boca. Parece un dedo. Le sorprende que un gato arranque un dedo, pero piensa que tal vez un humano lo haya cortado antes. Un anillo. Eso lo explica todo: tiene su lógica.
Una cabeza sin cuerpo. Restos contra la pared.
Le duele la herida en la frente. Hay un latido constante. Infección. No soporta el casco.
Uno de los hombres, un recluta, vomita en medio de la calle. Otros dos salen de una casa dando voces; enarbolan una botella de vino entera, sin abrir. Se forma un corrillo para festejar el milagro. Al fondo, el estruendo monótono del bombardeo. Si fuese de noche, se vería un bonito resplandor allá, en el horizonte. El caso es que es de día, pero en sus recuerdos futuros –lo sabe- será de noche. Siempre de noche.
Miradas vacías. Humo cansino, terminándose ya. A su espalda, chisporrotea la estática en la radio. El alférez y el sargento gesticulan con un plano que el aire mece. Ni puta idea de dónde estamos, de dónde están los otros, de dónde están los nuestros.
Un tableteo creciente y, de pronto, pasan varios helicópteros atronando muy bajo. Nuestros. Uno, dos, tres, cuatro. Vuelven a por munición. Es curioso cómo el ruido atenúa el olfato. Comprobado. Papeles y hierbajos vuelan en torno. Los hombres se agachan, por instinto; o porque en las películas es siempre así.
Vigas requemadas. Pisa cristales rotos y crepitan como cucarachas. Se sienta en unos cascotes. Está cansado. Absolutamente cansado. Deja la ametralladora a un lado, con un tintineo metálico de la cinta. Como es el cachas, la ametralladora: doce kilos. Saca un pitillo y trata de encenderlo varias veces. Mira el mechero... vacío. Lo tira. Justo a sus pies hay otro. Lo coge sin preocuparse. No parece que nadie se haya molestado en dejar trampas. Además, le da igual. Sólo piensa que en un pueblo saqueado hay de todo; basta con agacharse y cogerlo.
Aspira largamente y piensa que –joder- se los fuma en tres caladas.
Gritos. Tres soldados con algo en brazos: Un niño. "¡Hostia, está vivo!" Se lo acercan. El niño, o la niña, no sabe, ni llora ¿Qué tendrá: seis meses, siete?
Echa una mirada, sin ganas. Despacio, como a cámara lenta, saca su pistola, la apoya en la cabecita y dispara. No intenta ver. Sigue mirando delante, a algún punto frente a él. Uno de los soldados grita como un loco, con algo rojo entre las manos. Los demás se quedan parados; muy quietos. Miran en torno y se lo llevan llorando como un histérico con su bulto en brazos. El, Carlos, porque se llama Carlos, y tiene una mujer y un hijo, y antes de todo esto tenía un trabajo y leía el periódico por las mañanas en el bar, con el arma en la mano, caída blandamente sobre la rodilla, muy cansado, sigue fumando. ¡Cómo le jode el casco! Puta herida...
¡Qué depresión me acaba de dar!.Aquí no cena nadie hoy.Y lo peor de todo lo que cuentas es que no es un cuento.Espero que tu humor mejore en breve.¿Arriba los corazones?.Venga sí, coño,que es primavera.
ResponderEliminarDios! joder... que bestia
ResponderEliminarEnfermo.Estás enfermo.Y la hiena también.
ResponderEliminarSoy yo otra vez.estuve fuera.El cuento en terrible.a mi no me pareces enfermo pcbcarp.Para M. de laO.Y la hiena que tiene que ver?.
ResponderEliminarPuede que no esté enfermo, o sí... Lo que estoy en este momento es extraordinariamente cabreado por motivos profesionales. Pero bueno. Ya se pasará.
ResponderEliminarEn cuanto al cuento, me limité a dar forma a algo que me contó uno que estaba allí cuando pasó. Fue en Bosnia en los 90
¡Mira tú! Ya está empezando a pasárseme el cabreo. Mirando mis estadísticas, me encuentro con que a un pobre que buscaba en google "fotos de niñas con el pantalón por la cadera" le ha salido el horror éste. Jua jua
ResponderEliminarNo es un pobre, es un pedófilo. Cuidado con los pervertidos, chicas!
ResponderEliminarAh, sí! Tom Crus es un fraude. Ahora dice que no se comió un zarajo.
Resulta que yo también estoy extraordinariamente cabreada, y no por motivos profesionales, precisamente,y además de esa minucia, la persona que me ha cabreado-tiene ese poder-también me ha hecho daño con un gilipollesco comentario.Calentita que estoy(de cabreo, por supuesto),si llamas enfermo a pcbcarp, tú sabrás,pero...¿yo qué tengo que ver con la enfermedad?.
ResponderEliminarcreo ke este cuento me lo pasaste ya no?si en efecto lo e comprobado.es un cuento extraordinariamente realista y a kien no le guste esqno kiere ver mas alla, porq esto todavia sigue pasando.
ResponderEliminarporq le llamais enfermo?lo de la hiena lo entiendo pero a pcbcarp porque?
ESPERO RESPUESTA MARIA DE LA O.
Joven etc.etc.,¿qué huevos entiendes de quién???????.Léete de nuevo mi comentario!ES UNA ORDEN¡.No espero respuesta,la exijo por alusiones injustas.
ResponderEliminarlo ke e dixo esta bien dixo.e preguntao q porq llaman enfermo a pcbcarp??porq q te lo llamen a ti pos weno....pro a el?weno qe no kiero entrar en polemica cn tigo siento llamarte enferma si no t conzco pero bueno no se porqe te lo llamaran por aki porqe entre unas cosas y otras no paso muy amenudo....no pretendo erirte en conclusion pero yo qe tu cuidaria un pokillo mi imagen acia los demas
ResponderEliminarAyyyy!!!! la hiena esta me incha las pelotas. menudo zorron. Pero es que con esa cara de pan que coño va a decir coherente.... menuda zorra fascista. ke la den por el culo. Hiena Fascista, eres la peor.
ResponderEliminarOye tú, chaval o lo que seas: esos comentarios no se admiten aquí, que ya vale de malos rollos unos y otras. A partir de ahora, cosas así las borro ipso facto. Capisci?
ResponderEliminarQueridos "fans": la mala educación y los insultos gratuitos, no merecen un sola letra mía.Saludos.
ResponderEliminarJovenpadawan:aprovecho el jaleo que hay armado con este cuento para decirte que leds llame enfermos, porque me pareció espeluznante y el comentario de la hiena muy frío.Aprovecho tu pregunta y de paso les pido perdón a los dos.Soy muy impulsiva.Hiena,a mi me caes muy bien aunque no sea fascista.
ResponderEliminarweno ke ambiente ke tenemos eh???
ResponderEliminarjejeje yo esqe me tengo qe reir de lo a pecho ke os lo tomais todo en esta web....
saludos maestro
gracias maria de lo o por aclararmelo jejejeje
Pcbcarp:me has decepcionado.¿Piensas que con ese pobre comentario has defendido a nuestra común amiga?.Es cierto que no lo necesita,pero no es de piedra...
ResponderEliminara) No sé si has leído la siguiente entrada, dedicada en exclusiva a la política del blog.
ResponderEliminarb) No tengo por qué defender a nadie. Bastante tengo con defenderme a mí mismo.
c) Ellos sabrán por qué se pican tanto y/o se tienen tanta manía, pero a mí me la baila. Desde el principio dije que esto no es un chat. He permitido que me ocupen el blog y se dediquen a sus cosas sin interferir demasiado hasta que el impronunciable ha sido la guinda. He dicho.
d) Por otra parte, si te he decepcionado, a lo mejor es porque tu imaginación calenturienta me había adornado con cualidades que me son ajenas.
mu bien dicho jejeje, querida dama encima que la defiende tu te metes con el, esqe esto es increible si lo hace porque lo hace pero si no lo hace porque no lo ace...que pena maxo a lo que emos llegao..
ResponderEliminary cmo el a dixo cada uno savemos muy bien lo que ponemos y porque lo ponemos.
no creo que se le tenga qe dar m,as importancia al tema porqe no la tiene
saludos maestro!
¡Ay!, Joven padawan... no tientes a la suerte, que , ahora que la Hiena está sin Internet, esto está como una balsa de aceite. Je je.
ResponderEliminarBien,bien,capitán.Sólo un par de cosillas:
ResponderEliminara)A ti nadie te ataca,al contrario te hacen bastante la pelota.
b)nuestra común amiga,que se mete hasta en los charcos,TE HA DEFENDIDO.
c)tranquilito si que está esto, pero un poco gris.¿Por qué será?.
Para el jovenpadawan:
Veo que no te enteras mucho,querido.Si me tomase las cosas a pecho no escribiría aquí.
A ver si es que voy a ser irónica sin querer, JA, JA , JA.
Por cierto, tengo la imaginación que tengo, pcbcarp, porque soy "NIÑA",¿VALE?.
Me alegra saber que la hiena no escribe porque no puede, aunque algo imaginaba, porque no he creído en ningún momento que tirase la toalla por comentarios soeces.Su amiga la dama, no tiene tanta gracia, pero tampoco está mal su estilo.Bueno, lo diré, soy psicóloga y mayor.Espero que perdoneis mi deformación profesional, si opino sobre habituales del blog.Ya no ejerzo,pero no puedo evitarlo.Quiero que sepáis que no pienso contestar a ninguna pregunta relativa a mi profesión.
ResponderEliminarHoy lo he contado porque alguien que no escribe aquí, pero lee, me ha retado, y como soy "maña",pues eso.Hay tres personas aquí a quienes me encantaría hacerles un Rorschach(especie de test).
1ªAl capitán.
2ªA la hiena.
3ªA susurro.(Anda,vuelve a escribir).Y ya termino, perdonad, pero hoy ha sido para mi un día tan sorprendente,para bien,que no puedo reprimir mi optimismo.Si te he aburrido,pcbcarp, me borras y en paz.
Muy acertada tu selección de candidatos al Roschach, María de la O, pero yo, aunque estoy como una cabra, no te valgo. El caso es que llevo media vida rodeado de diversas generaciones de psicólogos, desde estudiantas de 3º (Psicometría!)y tú sabes lo que pasa.. hasta profesores de la Facultad alguno ya a punto de jubilación, creo.
ResponderEliminarHasta algunos de mis amigos se casaron y hasta divorciaron con sus novias psicólogas... Uno de mis colegas me pasó el Roschach por primera vez hace 24 años para algo de la Facultad, y le suspendieron. Lamentable.
Pero, no creas, no tengo nada contra tí. No hay por qué generalizar. Jeje
Y, por cierto: me alegro de que te vaya bien. Me encanta que alguien se encuentre optimista, aunque sólo sea un rato. Yo llevo una temporada así, lo cual me inquieta seriamente.
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