26/8/06

Los artistas y Leviatán



Siguiendo con mi línea de apurar el mes de agosto trabajando el mínimo imprescindible, haré una vez más uso del derecho de cita y pondré una cosa de Desmond Morris. El Dr. Morris fue un autor polémico, ya que es el culpable de vulgarizar la Etología; por lo menos, aquí. Recuerdo que cuando se publicó en Ejpaña, a principios de los 70, su obra más conocida: "El mono desnudo", (vivía el Caudillo) hasta provocó cierto escándalo, no obstante ser cosa de Plaza&Janés. Yo la leí por primera vez a los 14 (mi padre leía) y me impactó. He de reconocerlo. Luego, ya, me dediqué a Konrad Lorenz propiamente dicho, quien (no obstante el Nobel) hoy en día se considera obsoleto, según me cuentan las jóvenes estudiantes de Psicología (gracias, Elena) a quienes trato habitualmente (obvio: si la gente se tomara eso en serio, las dejaría sin curro, como a los curas y a los políticos). La Iglesia y el Capital no descansan a la hora de corregir sus errores producto -tal vez- de un exceso momentáneo de entusiasmo. Sin embargo, o tal vez por ello, tal vez nos dé la clave -una de las claves- de por qué los jóvenes queman coches. He aquí la cita:

"Como señalaba un planificador rebelde, un sendero recto entre dos edificios puede ser la solución más eficaz (y barata), pero eso no significa que sea el mejor sendero por lo que se refiere a satisfacer las necesidades humanas. El animal humano necesita un territorio espacial en que vivir que posea características distintivas, sorpresas, singularidades visuales, puntos de referencia y peculiaridades arquitectónicas. Sin todo esto, puede tener escaso significado. Una forma geométrica y limpiamente simétrica tal vez sea útil para sostener un tejado, o para facilitar la prefabricación de unidades de alojamiento producidas en masa, pero cuando se aplica al nivel del paisaje va contra la naturaleza del animal humano. ¿Por qué, si no, resulta tan ameno pasear por un serpenteante camino rural? ¿Por qué, si no, los niños prefieren jugar entre los montones de escombros de edificios abandonados, en vez de hacerlo en sus inmaculados, desnudos y geométricamente dispuestos campos de recreo?

La actual tendencia arquitectónica hacia la austera sencillez de diseño puede fácilmente llegar a desbocarse y ser utilizada como excusa de falta de imaginación. Las manifestaciones estéticas minimalistas sólo son excitantes como contraste con otras manifestaciones más complejas. Cuando llegan a dominar la escena, los resultados pueden ser extremadamente perjudiciales. La arquitectura moderna ha estado siguiendo esta dirección durante algún tiempo, fuertemente estimulada por los planificadores del zoo humano. Enormes bloques de apartamentos, todos iguales, han proliferado en muchas ciudades como respuesta a las demandas de alojamiento de las poblaciones supertribales, en continuo aumento. La excusa ha sido la eliminación de los suburbios, pero, con demasiada frecuencia, el resultado ha sido la creación de los supersuburbios del inmediato futuro. En cierto sentido, son peores que nada, ya que dan una falsa impresión de progreso, originan complacencia y satisfacción por la obra realizada y disminuyen la posibilidad de un auténtico progreso.

Los más adelantados zoos animales han ido desembarazándose de sus viejas residencias de monos. Los directores de zoo vieron lo que les estaba sucediendo a los residentes, y comprendieron que poner más baldosas higiénicas en las paredes y mejorar el desagüe no constituía una auténtica solución. Los directores de los zoos humanos, enfrentados con poblaciones que se multiplican a velocidad vertiginosa, no han sido tan perspicaces. El resultado de sus experimentos en uniformidad de gran densidad está siendo apreciado ahora en los tribunales de menores y en las salas de consulta de los psiquiatras. En algunos casos se ha recomendado incluso que los aspirantes a inquilinos de los pisos altos deberían ser sometidos a examen psiquiátrico antes de fijar en ellos su residencia, con el fin de asegurar que, en opinión del psiquiatra, podrán soportar la tensión derivada de su forma de vida. Este hecho debería constituir por sí solo un aviso suficiente para los planificadores, revelándoles claramente la enormidad de la locura que están cometiendo, pero hasta el momento hay pocos indicios de que estén escuchando tales avisos. Cuando se les hace notar las deficiencias e inconvenientes de sus realizaciones, replican que no tienen alternativa; hay cada vez más personas, y es preciso proporcionarles vivienda. Pero hay que encontrar alternativas de alguna manera. Hay que reexaminar toda la naturaleza de los complejos ciudadanos. Es preciso devolver a los fatigados moradores urbanos del zoo humano el sentimiento de identidad social de “comunidad pueblerina”. Un auténtico pueblo, visto desde el aire, parece una excrecencia orgánica, no una pieza geométrica, cuestión ésta que la mayoría de los planificadores parecen ignorar deliberadamente. No aprecian las demandas básicas de la conducta territorial humana. Las casas y las calles no son primariamente para ser miradas, sino para moverse en ellas. Mientras recorremos nuestro espacio territorial, el medio ambiente arquitectónico debe producir su impacto segundo a segundo y minuto a minuto, cambiando sutilmente la perspectiva a cada nueva línea de visión. Cuando volvemos una esquina o abrimos una puerta, lo último que queremos es vernos frente a una configuración espacial que reproduzca monótonamente la que acabamos de dejar. Con demasiada frecuencia, sin embargo, esto es precisamente lo que sucede; el diseñador arquitectónico se ha asomado a su tablero de dibujo como el piloto de un bombardero avista un objetivo, en vez de intentar proyectarse a sí mismo como un pequeño objeto móvil que circula en el interior del medio.

Estos problemas de reiterativas monotonía y uniformidad informan, desde luego, casi todos los aspectos de la vida moderna. Con la creciente complejidad del medio en que el zoo humano se desenvuelve, los peligros de una intensificada regimentación social aumentan día a día. Mientras los organizadores se esfuerzan en encuadrar la conducta humana en un marco cada vez más rígido, otras tendencias actúan en dirección opuesta. Como hemos visto, la progresivamente mejorada educación de los jóvenes y la creciente opulencia de sus mayores contribuyen a suscitar una demanda cada vez mayor de estímulo, aventura, excitación y experimentación. Si el mundo moderno no consigue permitir estas tendencias, entonces el miembro de supertribu del mañana tendrá que luchar violentamente para cambiar este mundo. Tendrán el tiempo, los conocimientos y la energía necesarios para hacerlo, y lo conseguirán. Si el medio no les permite innovaciones creadoras, lo destruirán para poder empezar de nuevo. Este es uno de los mayores dilemas a que se enfrenta nuestra sociedad. Resolverlo es nuestra tarea para el futuro. Por desgracia, tendemos a olvidar que somos animales con ciertas específicas debilidades y ciertas específicas fuerzas. Nos consideramos a nosotros mismos como hojas en blanco en las que puede escribirse cualquier cosa. No es así. Entramos en el mundo con un conjunto de instrucciones básicas, y las ignoramos o las desobedecemos a nuestro propio riesgo.

Los políticos, los administradores y los demás dirigentes supertribales son buenos matemáticos sociales, pero esto no basta; en lo que promete ser el aún más atestado mundo del futuro, deben convertirse también en buenos biólogos, porque en algún lugar de toda esa masa de alambres, cables, plásticos, cemento, ladrillos, metal y vidrio que ellos controlan, existe un animal, un animal humano, un primitivo cazador tribal, disfrazado de civilizado ciudadano supertribal, que se esfuerza desesperadamente en adaptar sus viejas cualidades heredadas a su extraordinariamente nueva situación. Si se le da una oportunidad aún puede lograr convertirse este zoo humano en un magnífico parque de atracciones. Si no, puede transformarse en una gigantesca casa de locos, como una de las horriblemente abarrotadas casas de fieras del siglo pasado.

Para nosotros, los miembros de supertribu del siglo XX, será interesante ver qué sucede. Para nuestros hijos, sin embargo, será algo más que meramente interesante. Para cuando ellos asuman el mando de la situación, la especie humana estará, sin duda, enfrentándose a problemas de tal magnitud que será una cuestión de vida o muerte."
Desmond Morris: "El zoo humano".

38 comentarios:

  1. Mi madre, como gran hippie que es, tiene "El mono desnudo" en casa. Y me lo recomendó hace unos años.

    ResponderEliminar
  2. XD XD XD XD ¡Ay que me parto!

    ResponderEliminar
  3. Morris no llegó a conocer la megalomanía de ediles y arquitectos actuales.

    Se carga de un plumazo la Bauhaus (vayapordios).

    Y encima, lo que nos faltaba, sugiere de forma sibilina que los arquitectos apliquen la psicología.

    Estoy por volver a las cavernas.

    Si Desmond Morris viera las ciudades actuales comprobaría que le han hecho caso. Todo son edificios de referencia, la mayoría sin contenido. Uy, perdón, sí tienen contenido: son contenedores ... no sé si de 21 pies.

    ResponderEliminar
  4. Estimada Sra. Liddell: La verdad, salvo lo de cargarse la bauhaus, no comprendo muy bien el comentario; en especial lo de "comprobaría que le han hecho caso" ...Salvo que se refiera a las obras de Gallardón, claro. :)

    ResponderEliminar
  5. Cecilia: pues yo también te lo recomiendo. Es de divulgación, pero tiene el enfoque que yo considero adecuado. algo tan escandaloso como considerar al humano como una especie animal ¡fíjate!

    Tumismidad: ¿de qué te partes? Hoy debo estar un poco espeso.

    ResponderEliminar
  6. Ya te lo contaré, pcb, que ahora no tengo tiempo para extenderme.

    ResponderEliminar
  7. Si a escribir estos párrafos (aunque se trate de una cita) le llamas trabajar poco...

    Ya lo leeré más adelante: también estoy de vacaciones.

    ResponderEliminar
  8. Ahora estoy profundamente pedo en casa de unos colegaas. Voy a finalizar, porque esto es horrible...

    ResponderEliminar
  9. oh! lo que dice.. y eso que aún no habían inventado los pisos de 30m.
    Me salgo completamente para defender a mi querido Lorenz que descubrió el mecanismo de impronta de las aves y os recomiendo "Cuando el hombre habló al perro".
    Ea!

    ResponderEliminar
  10. Cuando vea la relación de las serpientes marinas con la arquitectura, te contestaré...
    (es por el título)

    Creo, de todas formas que el Sr. Morris escribió el Zoo humano en una época donde la especulación inmobiliaria no era tan brutal como ahora..
    Los arquitectos ya no proyectan ideas...solo proyectan m2 que se convierten en hipotecas a 30 años..
    penoso, si!
    ....

    ResponderEliminar
  11. Para los interesados en zooantropología pueden ser útiles La condición humana de André Malraux, La isla de los pingúinos de Anatole France (mi favorita), además de la muy conocida Animal Farm de Geoge Orwell. Claro que hay mas, pero agosto se va al garete y pronto volverá a Madrid suficiente flora y fauna nacional, como para no tener que tirar de libro. En un semáforo jugoso se pueden observar béstias, pájaros, merluzos, focas y, también, bichinhos. Por cierto, informo a los que no son del Foro: el zoológico de Madrid ahora se llama Faunia, que es una babosidad cursi. No se a que animal se le ocurrió que el Zoo había que renombrarlo, pero seguro que era uno que quiere pasar a la historia como gran personaje. Por mucho que la mona se vista de...etc. Chao.

    ResponderEliminar
  12. Interesante dato, muchas gracias por compartirlo :)
    Que tengas feliz inicio de semana

    ResponderEliminar
  13. Piolet: Faunia y el Zoo son dos espacios diferentes.

    ResponderEliminar
  14. Mimismidad: Gracias por el coscorrón. De vez en cuando me creo alguna barbaridad que suena veraz. Cuando vuelva de vacaciones, cogeré el desvío de Faunia en la M-40 y comprobaré de que se trata. Me pasa por confiado.

    ResponderEliminar
  15. Ah. Naturalmente, disculpas a todos por la intoxicación.

    ResponderEliminar
  16. ¡Jajajaja! ¿En quién confiaste? JAJAJA (no sé si he acertado, pero la risa debería sonar a relajada, distendida)

    ResponderEliminar
  17. Problemas de meones en la calle los ha habido siempre por lo que veo, dos pesetas de antes, debía ser un buen capital...

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  18. Las trompetas del apocalipsis ya sonaron, pero sólo las escuchó la Casablanca, y no movió un dedo.

    ResponderEliminar
  19. No rebelo mis fuentes, pero cuando te colocan, cherchez la femme. También distendido.
    En cualquier caso, ya me disculpé ante el honorable. Ver www.faunia.es y www.zoomadrid.es Efectivamente, son cosas diferentes: el Zoo es la carcel de animales de siempre y Faunia un parque temático de la Disney, es decir lo mismo, pero baboso y cursi. Me reafirmo.
    Punto y corto.

    ResponderEliminar
  20. Löla: K. Lorenz for ever. Yo considero que en primero de Historia, de la Academia General Militar, de Derecho, de Económicas, etc., el primer libro que debería ser de obligada lectura es "Sobre la agresión, el pretendido mal". En Psicología y Pedagogía, no, ya que es conocida mi postura de bombardear cuando tome el poder todas esas así llamadas Facultades, una vez evacuado el Personal de Administración y Servicios, que no tiene culpa de nada de lo que allí se cuece. Y mira que lo siento por mi joven nuera putativa (y por un par de profesores que conozco todavía; pero, bueno , ya les avisaría antes de mandar a los F-18, que el poder es el poder, coño)

    Zooma: Leviatan. Hobbes. Homo homini lupus, etc. :)

    Sandra: Bienvenida a este tu bar. Todavía estamos tratando de reducir la Maohu a unos y ceros.

    Garatusa: Bueno, pero siempre nos quedará París.

    Piolet y Tumismidad: De verdad, de verdad. Si os dijera que yo tuve que ver con Faunia en sus incios... (Justo en la época que estaba a punto de abrir al público y poco después, cuando no se llamaba Faunia, sino Parque Biológico de Madrid -PBM-)

    Entre mis entrañables recuerdos, se hallan los del joven león marino cuyo nombre he olvidado.

    Tenían ( y supongo que tienen) una piscina de agua salada con los leones marinos (Las focas -claro- ya están muy vistas) El primer inconveniente era que el lateral de la pisci que daba a los graderíos para las visitas de los colegios era transparente para que los ninios vieran a los LM evolucionar graciosamente bajo el agua; pero estaba puesta de tal forma que, cuando daba el sol, en lugar de transparente, era un espejo; así que de ver evolucionar graciosamente bajo el agua, nada. Ignoro si habrán resueltotan grave inconveniente.

    Pero lo mejor era la teoría de los del parque. La pisci de agua salada estaba separada sólo simbólicamente del lago de agua dulce, con sus patitos y la islita de los monos autopajeadores. Se suponía que no había problema, porque los LM odiaban el agua dulce. Había sospechas, pero no había pruebas. Hasta que mi LM favorito, aterrorizó a una agrupación de madres políticamente correctas(Y supongo que adictas a las cartas al dominical de El País: había que ser todo eso para llevar a los niños al PBM en pleno mes de agosto de 2002, con la que caía y sin un puto árbol) al devorar públicamente a un patito ante los ojos de sus tiernos retoños. Obviamente, gracias a la Play, los retoños estaban mucho mejor preparados que las madres para tan sangriento espectáculo. De pronto descubrieron que el LM es un depredador, fíjate tú.


    Aloma69. Calcula la actualización según el IPC.

    ResponderEliminar
  21. Lo que hace el no ser de pueblo. Nunca habrían visto la matanza (la del cerdo, quiero decir), y es que a todo cerdo le llega su San Martín.

    ResponderEliminar
  22. Gracias por la aclaración,
    yo solo recordaba el monstruo.
    No he leido a Hobbes.
    Despiertas mi curiosidad!
    Eso si..
    creo que todavía conservo un colmillo de loba, la que se esconde dentro de mi piel..

    ResponderEliminar
  23. Como sabes, Tumismidad, las jóvenes generaciones urbanitas han sustituido la matanza por la cibermasacre.

    Zooma. No creas que pensaba ir de listo, ¿eh? es que escribo así. Me alegra lo del colmillo de loba, porque te hace aún más interesante.

    ResponderEliminar
  24. Pero de ahí no se sacan jamones ni chorizos, ni panceta, ni morcillas, ni salchichones, ni lomo, ni ná de ná que alimente.
    ¡Uf! ¡Qué hambre me ha dado!

    ResponderEliminar
  25. Hola, he cambiado el blog de servidor por los muchos problemas con Terra.

    Ahora está en Blogger y la dirección es http://puntomira.blogspot.com

    Te pido que cambies la dirección en el enlace, si no tienes inconveniente.

    Espero que nos sigamos leyendo.

    Salud y paz.

    ResponderEliminar
  26. Los hay más pesimistas que dicen que difícilmente se podrá desarollar una arquitectura humanamente digerible si no tenemos un planeta donde desarrollarla. Pero la monotonía de los muros nos acomapañará durante mucho tiempo, porque al final vemos el mundo a través de una pantalla, digo los urbanitas, porque siempre hay excepciones con cuentas millonarias que dan trabajo y muchos metros cuadrados de terreno a diseñadores chupijay.

    Este artículo se lo recomendaremos a nuestra ministra de vivienda, para que lea, no porque pueda sacar ninguna conclusión para sus soluciones de supervivencia.

    A mandar.

    ResponderEliminar
  27. Te devuelvo la visita. Fantástico blog el tuyo. Tienes libertad para lo que quieras.Felicidades de nuevo.

    ResponderEliminar
  28. Cuanto más planificado está un espacio más vacío se queda. Los residentes lo utilizan para dormir, y para todo lo demás escapan al centro, que es donde encuentran el estimulante caos necesario para mantener la curiosidad por la vida. Mientras tanto, arquitectos y urbanistas siguen empeñados en desarrollar proyectos que solo les gusten a ellos.

    ResponderEliminar
  29. Buen blog ahora estoy leyendo la mujer desnuda , pero me parece un poco seudocientifico , demasiado topico biologico sin demostrar, saludos

    ResponderEliminar
  30. Esto de hablar de diseño y mariconadas aunque con trasfondo psicológico está muy bien, pero quiero más como el anterior. Auténtica estrategia bélica aplicable a la experiencia vital. Ahí si que me ha llegado usted.

    PD: Después de gastar 3 horas de mi vida leyendo sus interminables actualizaciones... ¿El coltán es lo mismo que el lantanio y/o la tantalita? Es que ese me lo había perdido

    ResponderEliminar
  31. Morris me terminó de quitar la caraja existencial de la adolescencia. Con él descubrí que soy masa y que las costumbres no siempre tienen un origen romántico. No viene nada mal un toque de humildad de vez en cuando.

    Sobre arquitectura te puedo hablar largo y tendido. Los que vivimos en la Costa del Sol somos todos unos expertos.

    Te contesté al post anterior.

    Saludos

    ResponderEliminar
  32. Wilson: a mí me pasó un poco lo mismo. Con lo que contesto a Peggy: Estos libros de Desmond Morris son de vulgarización. Otra cosa es que uno sea capaz de leer entero y con detalle vbgr.,"Aportaciones al estudio de los patrones de comportamiento en los córvidos sociales" Yo opino que eso sí es científico.

    Folken, bienvenido a esta tu kasserne. Hombre, hay que tocar diversos palos (yo procuro hablar de lo que se me ocurre en cada momento). Coltán= columbita-tantalita. Una vez refinado se obtiene el tantalio en polvo que es la materia prima para los condensadores de que hablaba.

    No obstante, si algún experto aterriza por aquí y nos puede dar detalles, yo encantado.

    ResponderEliminar
  33. Gracias por la explicación. Como cada vez que leía o oía hablar sobre ello utilizaban los nombres de forma aleatoria tenía una idea más bien vaga de lo que en realidad era

    ResponderEliminar
  34. Pasé a desearte un buen día del bloguero, aunque sea un poco tarde. Vuelvo otro día. Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  35. Me gusta lo que pones.Acabo de venir de TURQUIA y ademas antes no estaba muy bien.ya veo que escriben muchos nuevos pero la hiena muy poco.supongo que esta en vacaciones.
    Procurare escribir mas.me haces mucha gracia y pareces buena persona porque te interesa todo.

    ResponderEliminar
  36. Anónimo2/9/06, 9:07

    Practico , pero Vano.Funcional es equlibrio entre lo externo , las formas , y lo interno , serenidad.

    ResponderEliminar
  37. Veo que has viajado por Segovia este verano...tengo esa misma foto a tenía a Desmond "oxidado"...
    me gusta tu blog

    ResponderEliminar
  38. no habias escrito ya algo parecido sobre la foto que presentas?

    ResponderEliminar

Soltad aquí vuestros exabruptos