En El País de hoy viene un artículo ilustrado con fotos a todo color de una intervención de los centauros, que es una unidad especial de la policía nacional en un megaputeque que hay en Las Matas, cerca de Madrid, por la carretera de la Coruña.
Es la crónica de un periodista "empotrado", al estilo de los que van a Irak con la 82 Airborne, pero más modesto: como debe ser nuevo, sólo va a Las Matas a fastidiar a las putas y a los clientes. Pues bien: el artículo es la narración de una serie de delitos cometidos por la policía (salvo que haya habido orden judicial, cosa que el artículo se cuida muy mucho de especificar) realizando una redada indiscriminada (cosa que ya declaró inconstitucional el Tribunal Constitucional hace cosa de 20 años) y contando cómo se interrumpen los polvos, se humilla, se grita, se hace salir a la gente en calzoncillos, se interviene ilegalmente en la privacidad, etc. de unos ciudadanos, porque están en una casa de putas. Todo ello, con una medida jocosidad por parte del periodista.
Si es cierto que la casa de putas está registrada como hotel, existe además allanamiento de morada y otras cosas. Pero no importa. Todo eso se ha realizado para pillar a 37 (según el periódico) extranjeras en situación irregular, de las cuáles, sólo 7 debían tener orden de expulsión.
La Ley de Seguridad Ciudadana (no hablemos de la constitución) regula claramente cuándo se puden hacer estas cosas. Básicamente, para evitar un delito inminente o detener a un delincuente flagrante. En este caso no cabía tal posibilidad. Lo más, una infracción administrativa, como es la estancia irregular en España.
Sin contar el personal, los clientes del bar y del puteque como tal, nos dice que había 180 chicas. De las cuales sólo estaban en situación irregular 37, y de ellas con el marrón encima, 7. El tema es fuerte.
Pero, claro, se trata de religión. Por un lado, los meapilas y por otro sus correlativas feministas-fascistas. En general, gente que tiene un modo de pensar y de ver la vida que considera, lógicamente, que es el único y que, lógicamente, todo el resto de la humanidad debe pensar y comportarse como a ellos/as les gusta y, si no, a la cárcel. A la cárcel porque ahora estamos medianamente civilizados. Si no lo estuviéramos, a la hoguera.
El tema de la prostitución es algo tan paradigmático como el de las drogas. Nos bombardean con noticias (y no hablo de la COPE o de La Razón, sino de medios de centro-derecha moderada como El País o la SER) sobre el tráfico de seres humanos y la esclavitud sexual.
Eso existe, por supuesto. Eso sí es un delito y bastante grave, previsto y penado en el Código Penal. Pero no es todo lo que hay, ni siquiera es mayoritario. Lo que esa gente del pensamiento único (muchos de los cuales son adictos a las cartas al dominical de El País) no admite, es que haya putas porque sí, sin que las obliguen por medio de ritos de vudú ni palizas. Sencillamente porque ganan mucho dinero y no les resulta más desagradable follarse a una serie de gilipollas (o incluso no gilipollas) que van al puteque que dejarse tocar el culo por el encargado de Caprabo por mucho menos dinero y con un horario mucho más chungo.
Es triste, pero ese es el mundo en el que vivimos. La prueba es la reacción de esa peña cuando alguien dice: ¿y por qué no metemos en el I.A.E. un epígrafe que diga: "puta" (o "señorita", o "meretriz", "escort", o lo que sea menos políticamente incorrecto) y se puede una dar de alta en autónomos, y todo sería normal y no alegal?
La reacción es horrible, pero completamente definitoria: ¡¡¡AAArrgghh!!! Como a ellas/os no les cabe en la cabeza dedicarse a eso, nadie puede hacerlo, aunque sus maridos sean usuarios de sus servicios (especialmente, si se malician que sus maridos son usuarios) En definitiva: lo que a mí no me gusta, hay que prohibirlo.
Lo mismo con las drogas ilegales y con tantas otras cosas. Todo sea para mantener un espacio vital en el que las mafias puedan sobrevivir.
Las explicaciones para prohibir y castigar no son -obviamente- religiosas. No podrían serlo, la verdad si estuvieran bien fundamentadas, ya que en el antiguo testamento el mismo Judá se iba de meretrices, o Sansón, o... Bueno, Jesús no; pero se llevaba bien. Sí son, en el fondo, religiosas. Religioso es algo previo al conocimiento racional. Y aquí se enmascara lo irracional con argumentos sobre el tráfico de seres humanos y el vudú. Eso existe. pero hay un importante porcentaje de señoras meretrices que lo son, simplemente, porque quieren. Y eso es lo obsceno, lo inaceptable. Igual que hay ciudadanos que fuman porros o se meten rayas de coca, los hay que se van de putas. Y, se trata ni más ni menos que de la ley de la oferta y la demanda. Te puede gustar más o menos, pero es lo que hay. El hecho de que a tí no te guste, no quiere decir que haya que prohibirlo y meter a la gente en la cárcel.
A mí me jode sobremanera que el Estado, de mis impuestos, financie a la Iglesia Católica, pero lo hace, porque esa empresa tiene la suficiente fuerza como para seguir obligándole a hacerlo. Y no digo que haya que prohibir la Iglesia y meter a todos los curas en la cárcel o echar de España a las monjitas de la Madre Teresa porque son hindúes. Claro, que yo soy un machista y un radical.
Mi idea es que cada cual intente hacer, en la medida que le dejen, lo que le dé la gana. Siempre que no joda demasiado al prójimo. Debe castigarse (y está castigado) explotar sexualmente a los demás, pero no pagar/cobrar por un servicio en régimen de contrato mercantil de arrendamiento de servicios.
Bien bien. Recibirás la medallita del primer comentarista del blog.
ResponderEliminarHe leído detenidamente esto.Por alguna extraña razón no sale un comentario que hice el otro día.En realidad, y porque te encanta, no sé si estás a favor ó en contra de las meretrices.Nadie es puta porque si.Bórratelo de la cabeza.Conozco algunas...dos, de lujo.Y durante veinticinco años he pasado a diario por las calles de la Montera y de la Cruz y siempre me parecieron patéticas,pero nunca indeseables.A más de una he invitado a un café porque hacía mucho frío, y no se había estrenado
ResponderEliminarTu nombre es horripilante Hiena,pero bien por tu defensa de las prostitutas.
ResponderEliminarAnticipo un idilio dialéctico entre susurro y la horripilante hiena fascista, pero me permito hacer dos observaciones, a saber:
ResponderEliminara)¿La solución es detención y deportación?
b) Por unanimidad, la mesa de redacción ha decidido no creerse que ninguna cenicienta de saldo y esquina (Sabina dixit) haya arriesgado 30 € por tomarse un café con la Hiena. (Ni conmigo, todo hay que decirlo)
Me gusta mucho la hiena fascista.Porque ciertamente,sí,es hiena aunque no tan carroñera como otros,folla más de una vez al año,se alimenta de cosas exquisitas y se ríe cuando le sale de las gónadas.A la que no soporto es a la gata, que parece tonta.A tí pcbcarp:no seas tan chulito.
ResponderEliminarEn cuanto a las "cenicentas de saldo y esquina",no todas son de saldo, no sólo son de esquina, y si así lo son,razones muy poderosas e incomprensibles para mentes pobres y fascistas, es normal que no se entiendan
ResponderEliminarMire Vd.colmillo, no sé por qué le gusto.Supongo que su comentario, se refiere al viejo chiste de Jaimito.Y por cierto,al jefe le tengo aprecio,y no es chulito, es erudito.Pareado, sin querer.
ResponderEliminarBuen post. Creo que se ve tu opinión claramente. Estoy contigo: hay que castigar al culpable, no ir siempre a por el más débil.
ResponderEliminarSalud y paz.