16/7/06

Esto es increible. Pero es lo que hay.

Israel bombardea el Líbano. Shlomo Ben Ami, que aún sigue pensando llegar algún día a primer ministro, dice que Israel está en guerra con Siria e Irán. La gente se limita a manifestar su preocupación.

El hecho es que en este mundo en que vivimos hay una premisa fundamental del así llamado Derecho Internacional, que puede enunciarse como sigue: "Israel puede hacer lo que le de la gana".
¿Cuál es el problema?: que Israel parece no tener Gobierno. Sharon está en coma. Isaac Peres vegeta. Y Olmert y Peretz no han sido generales. Israel no tiene un líder consistente y, como los que ocupan el lugar del hipotético líder no lo son, ante una situación chunga como la presente, reaccionan con un ataque de histeria. Porque esta situación en que nos encontramos, es fruto de un ataque de histeria.
Conservo vagos recuerdos de la guerra de los seis días y muy concretos de la guerra del Yom Kippur. Pero, entonces no había problema: era normal que hubiera guerras en Oriente Medio. Las guerras, Vietnam, eran algo que se veía por la tele. Lo que pasa es que en este mundo globalizado, valga la redundancia, el próximo bombardeo puede ser en -pongamos por caso- Madrid. (obviamente, por ETA claro está)
¿Qué ha pasado? Que los únicos que han tenido cojones para echar una mano, han tenido que ser los de Hezbollah. Han atacado a Israel sin tener perspectivas de obtener ningún beneficio. (Bueno, es posible que haya algo por detrás, pero en general es así, creo) Y la cosa, o se acaba pronto, o se lía.
Israel no es un país normal. Vaya por delante que no envidio la suerte del ciudadano israelí "normal". Vaya por delante que recomiendo la página de Haaretz, que facilita la mejor información. Pero no es un país normal una cosa que existe porque en 1917, Lord Balfour se lo inventó para pagar la financiación judía del esfuerzo bélico inglés en la Primera Guerra Mundial. Daba igual que la tierra que se les prometió (una vez más) a los judíos estuviera poblada por árabes a los que sería necesario echar previamente de allí. Y la única fuente de legitimidad de Israel (aparte del derecho de conquista) se basa en que en la Segunda Guerra Mundial, los nazis mataron a seis millones de judíos. Mediante ese razonamiento, la Unión Soviética, que puso la mitad de los muertos en la SGM, también estaba legitimada para actuar como lo hizo en Europa del Este.
Israel no tiene economía, tal como ese término se entiende entre los que defienden su existencia como una cosa inmanente, no contingente. Su economía está dedicada a la defensa (El Gobierno español sabe mucho de esto) y, secundariamente, a lo demás a lo que se dedica un Estado normal.
Pero, sobre todo, Israel no tiene futuro. Los israelíes, salvo los así llamados ultraortodoxos, que se dedican a tener catorce hijos, es un país civilizado, según nuestros parámetros, donde las familias judías se reducen. En cambio, las familias árabes israelíes (árabes con pasaporte israelí, aunque su ciudadanía se vea limitada porque se supone que Israel es un estado judío -confesional- y, si dentro hay árabes, es única y exclusivamente por el lamentable hecho de que existen) se reproducen en proporciones sumamente desagradales, de tal forma que de aquí a cuarenta o cincuenta años, aprox., la mayoría de la población de Israel será de nuevo árabe, y no judía.
Así pues: los que mandan ahora en Israel, no sólo no tienen experiencia de lo que es una guerra (característica ésta típica de quienes las empiezan) sino que -a poco que tengan dos dedos de frente- están desesperados.
Y un desesperado con 200 bombas atómicas, es sumamente peligroso.

3 comentarios:

  1. Que si,que si,que todo está que arde,pero yo acabo de decidir que del cuatro de septiembre voy a pasar al seis...
    ¿A qué parece una memez?...

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  2. Da pena y rabia la ceguera del ser humano.

    :(

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  3. Mira el lado positivo, Bush ya ha dicho lo que hay que hacer. Por cierto, esta es nueva, si el que gana las elecciones no es el que a ellos les gusta no se le puede considerar democracia... que hijosdeputa...

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