Pido disculpas a mis estimados clientes por haber faltado tantos días, pero es que he tenido mucho trabajo y, la verdad, no quiero considerar el blog como una obligación; que luego me estreso. Eso sí: mis disculpas por no responder a los comentarios ni a los correos. De hecho, casi ni he mirado el correo en este tiempo (El personal. El del curro sí, lamentablemente)
Y como no tengo ganas de hablar de cosas serias, tales como el cambio climático, las diversas guerras a comentar, el así llamado proceso de paz, el ácido bórico, ni tan siquiera el cumpleaños de la infanta Leonor (a mí me vais a perdonar, pero puestos a líneas sucesorias, me declaro Froilanista), pues, para ir retomando el hábito, transcribiré unas notas de mi cuadernito físico:
El otro día, que estaba fuera de Madrid por motivos más o menos laborales, me encontré libre a media tarde y me dije: “Hombre, mira tú, pues me voy a hacer un cine.”Y, dicho y hecho, me encaminé hacia unos multicines sitos en el centro comercial K***, que me había recomendado uno de mis contactos allí. Estas son mis impresiones tal como las viví en el momento:
Me hallo en el exterior del centro comercial K*** (antaño, aquí estaba D***) He comprobado que dentro no hay ningún sitio para sentarse sin tener que pagar; ni un puto banco: nada. Y, como no estoy dispuesto a volver a pasar por la humillante experiencia de sentarme en el inevitable Starbuck’s Coffee, pues he salido a la calle.
En la calle observo que Ellos lo tienen todo muy bien pensado, porque tampoco en la calle hay donde sentarse sin pagar, salvo un par de bancos de diseño afuncional (metálicos y sin respaldo) en la puerta, que están permanentemente ocupados por una horda de protopostadolescentes erizadas de tetas pimpantes que exhiben con mal disimulado –y plenamente justificado- orgullo, fumando compulsivamente; ya que dentro, por supuesto, está prohibidísimo, incluso en los bares. Luego los estrategas del PSOE se preguntarán atónitos cómo siguen sin poder cautivar al voto joven y nadie tendrá el valor de decir: mira, ZP, colega: echa a Elena Salgado y luego ya veremos qué se puede hacer.
Fuera de eso, nada: ni un mal poyete. Incluso cualquier sitio en cincuenta metros alrededor de la puerta eventualmente adecuado para aposentar las nalgas parece minuciosamente diseñado para resultar incomodísimo y empujarte hacia algún café de alguna franquicia especialmente hortera lleno de aspirantes a Ellos que escriben cartas al dominical de El País quejándose de los fumadores o alabando el último atinado artículo de Rosa Montero (una vez más, ha puesto el dedo en la llaga, etc.), o bien leen a Lucía Etxebarría (o a Paulo Coelho) Todo ello con el ceño fruncido característico de quien tiene la razón de su parte.
Pero como uno es un arriscado montaraz y no se rinde fácilmente a la adversidad, he localizado cincuenta centímetros adecuados en altura y profundidad para meter mis aposentaderas, ya que son más bien escuetas, y escribir un poco para pasar el rato mientras empieza la película, ya que me he dejado el periódico en el sitio donde hemos comido.
Sí sí... Ellos me estaban vigilando por las videocámaras y hete aquí que empieza a llover, lo que, aún ahora, me daría igual porque es una mansa llovizna muy adecuada a la estación; pero como resulta que soy un maniático de los Pilot, se me corre la tinta con las gotitas. ¡Cagüen...!
Lo reconozco: si no fuera porque ya he comprado la entrada, me piraba. Bueno. Levanto el campo, que luego esto va a ser ilegible.
(segundos más tarde, de nuevo junto a la puerta)
¡Coño!, qué divertido. Resulta que el sistema de los walkis de aquí debe funcionar en malla única y me estoy enterando de las subversivas andanzas de un grupo peligrosísimo conocido al parecer por los seguratas como “las guerrilleras” y que por lo visto tienen rigurosamente prohibida la entrada al centro comercial K***.
¿Cómo me estoy enterando de esto? Pues a través del walki de la señora de la limpieza, que también está echando un cigarrito cerca de mí. Me mira. La miro. Me hace un gesto de “ya ves, lo que tiene que hacer una para comer...”, al que yo respondo con un gesto solidario que quiere decir: “Así es la vida: dura y cruel, compañera”. Breve pausa y otra comunicación no verbal suya que parece significar: “por lo menos tengo un walki”, cosa que nos hace mucha gracia a los dos, así que ella sube a tope el volumen del walki: tan a tope, que no sólo yo me entero, ya que algunos transeuntes, incluidas varias jovencitas pimpantes de las de antes, la miran y parecen escuchar.
Claro, que igual piensan que está oyendo por la radio un trailer de Rambo IV, más o menos como sigue:
-- “Delta Uno, Delta Uno, aquí Papa Charlie (esto seguro que quiere decir PC= Post of Commandment, como en el Ejército americano, me juego el cuello) jjjj (estática) ¿Me copias, cambio?"
Lo juro: ha dicho “cambio”
-- “jjjjjj Delta Uno, Delta Uno para Papa Charlie. Te copio, cambio” (Ya no hay duda: dicen cambio, y repiten las cosas: como en la mili)
--- “Atento Delta Uno, van hacia tu zona de zona verde, repito: van hacia tu zona. Están empleando tácticas de guerrilla para evadir seguridad, cambio.”
Reconozco que tal vez exagero un poco. Pero muy poco. Digo esto para empeñar mi honor en mantener que Papa Charlie dijo, exactamente “Están empleando tácticas de guerrilla para evadir seguridad, cambio.”
-- “Recibido Papa Charlie jjjjj jjjj aquí Delta Uno, procedo a despliegue, cambio.”
En este punto, la señora de la limpieza, que tenía experiencia y ya debía conocerse cuál era la zona de Delta Uno, dirige claramente su mirada hacia la puerta. Yo, obviamente, la imito; bueno, y no sólo yo: todos los que estábamos embelesados con la conversación táctica entre Papa Charlie y Delta Uno.
Y, en efecto: de repente, un grupo de cinco chicas con aspecto que luego me he enterado gracias a las críticas de “Yo soy la Juani” que se llama “look poligonero” (cosa que yo ignoraba) sale corriendo por la puerta principal diciendo “tira, tira”, pero descoyuntadas de la risa. Dado que son jóvenes y aún tienen pulmones, siguen corriendo sin aflojar hasta perderse de vista entre los coches del aparcamiento.
Lo mejor es cuando puedo ver, por fin, la cara honrada de Delta Uno y sus muchachos (dos), que salen, corriendo con sus vistosos uniformes, sujetándose la porra con la mano y... a los pocos metros se paran jadeantes mientras el que –sin duda- es Delta Uno (eso lo sé por su porte de líder nato) chamulla:
-- “¡Cagüen... dios! Casi las pillamos.”
Ahora que lo veo así, en frío, estoy plenamente convencido de que todo este número fue una maniobra de distracción de Ellos para que se me borraran de la mente mis ideas impropias sobre por qué no hay ningún sitio donde sentarse en los puñeteros centros comerciales.
Y como no tengo ganas de hablar de cosas serias, tales como el cambio climático, las diversas guerras a comentar, el así llamado proceso de paz, el ácido bórico, ni tan siquiera el cumpleaños de la infanta Leonor (a mí me vais a perdonar, pero puestos a líneas sucesorias, me declaro Froilanista), pues, para ir retomando el hábito, transcribiré unas notas de mi cuadernito físico:
El otro día, que estaba fuera de Madrid por motivos más o menos laborales, me encontré libre a media tarde y me dije: “Hombre, mira tú, pues me voy a hacer un cine.”Y, dicho y hecho, me encaminé hacia unos multicines sitos en el centro comercial K***, que me había recomendado uno de mis contactos allí. Estas son mis impresiones tal como las viví en el momento:
Me hallo en el exterior del centro comercial K*** (antaño, aquí estaba D***) He comprobado que dentro no hay ningún sitio para sentarse sin tener que pagar; ni un puto banco: nada. Y, como no estoy dispuesto a volver a pasar por la humillante experiencia de sentarme en el inevitable Starbuck’s Coffee, pues he salido a la calle.
En la calle observo que Ellos lo tienen todo muy bien pensado, porque tampoco en la calle hay donde sentarse sin pagar, salvo un par de bancos de diseño afuncional (metálicos y sin respaldo) en la puerta, que están permanentemente ocupados por una horda de protopostadolescentes erizadas de tetas pimpantes que exhiben con mal disimulado –y plenamente justificado- orgullo, fumando compulsivamente; ya que dentro, por supuesto, está prohibidísimo, incluso en los bares. Luego los estrategas del PSOE se preguntarán atónitos cómo siguen sin poder cautivar al voto joven y nadie tendrá el valor de decir: mira, ZP, colega: echa a Elena Salgado y luego ya veremos qué se puede hacer.
Fuera de eso, nada: ni un mal poyete. Incluso cualquier sitio en cincuenta metros alrededor de la puerta eventualmente adecuado para aposentar las nalgas parece minuciosamente diseñado para resultar incomodísimo y empujarte hacia algún café de alguna franquicia especialmente hortera lleno de aspirantes a Ellos que escriben cartas al dominical de El País quejándose de los fumadores o alabando el último atinado artículo de Rosa Montero (una vez más, ha puesto el dedo en la llaga, etc.), o bien leen a Lucía Etxebarría (o a Paulo Coelho) Todo ello con el ceño fruncido característico de quien tiene la razón de su parte.
Pero como uno es un arriscado montaraz y no se rinde fácilmente a la adversidad, he localizado cincuenta centímetros adecuados en altura y profundidad para meter mis aposentaderas, ya que son más bien escuetas, y escribir un poco para pasar el rato mientras empieza la película, ya que me he dejado el periódico en el sitio donde hemos comido.
Sí sí... Ellos me estaban vigilando por las videocámaras y hete aquí que empieza a llover, lo que, aún ahora, me daría igual porque es una mansa llovizna muy adecuada a la estación; pero como resulta que soy un maniático de los Pilot, se me corre la tinta con las gotitas. ¡Cagüen...!
Lo reconozco: si no fuera porque ya he comprado la entrada, me piraba. Bueno. Levanto el campo, que luego esto va a ser ilegible.
(segundos más tarde, de nuevo junto a la puerta)
¡Coño!, qué divertido. Resulta que el sistema de los walkis de aquí debe funcionar en malla única y me estoy enterando de las subversivas andanzas de un grupo peligrosísimo conocido al parecer por los seguratas como “las guerrilleras” y que por lo visto tienen rigurosamente prohibida la entrada al centro comercial K***.
¿Cómo me estoy enterando de esto? Pues a través del walki de la señora de la limpieza, que también está echando un cigarrito cerca de mí. Me mira. La miro. Me hace un gesto de “ya ves, lo que tiene que hacer una para comer...”, al que yo respondo con un gesto solidario que quiere decir: “Así es la vida: dura y cruel, compañera”. Breve pausa y otra comunicación no verbal suya que parece significar: “por lo menos tengo un walki”, cosa que nos hace mucha gracia a los dos, así que ella sube a tope el volumen del walki: tan a tope, que no sólo yo me entero, ya que algunos transeuntes, incluidas varias jovencitas pimpantes de las de antes, la miran y parecen escuchar.
Claro, que igual piensan que está oyendo por la radio un trailer de Rambo IV, más o menos como sigue:
-- “Delta Uno, Delta Uno, aquí Papa Charlie (esto seguro que quiere decir PC= Post of Commandment, como en el Ejército americano, me juego el cuello) jjjj (estática) ¿Me copias, cambio?"
Lo juro: ha dicho “cambio”
-- “jjjjjj Delta Uno, Delta Uno para Papa Charlie. Te copio, cambio” (Ya no hay duda: dicen cambio, y repiten las cosas: como en la mili)
--- “Atento Delta Uno, van hacia tu zona de zona verde, repito: van hacia tu zona. Están empleando tácticas de guerrilla para evadir seguridad, cambio.”
Reconozco que tal vez exagero un poco. Pero muy poco. Digo esto para empeñar mi honor en mantener que Papa Charlie dijo, exactamente “Están empleando tácticas de guerrilla para evadir seguridad, cambio.”
-- “Recibido Papa Charlie jjjjj jjjj aquí Delta Uno, procedo a despliegue, cambio.”
En este punto, la señora de la limpieza, que tenía experiencia y ya debía conocerse cuál era la zona de Delta Uno, dirige claramente su mirada hacia la puerta. Yo, obviamente, la imito; bueno, y no sólo yo: todos los que estábamos embelesados con la conversación táctica entre Papa Charlie y Delta Uno.
Y, en efecto: de repente, un grupo de cinco chicas con aspecto que luego me he enterado gracias a las críticas de “Yo soy la Juani” que se llama “look poligonero” (cosa que yo ignoraba) sale corriendo por la puerta principal diciendo “tira, tira”, pero descoyuntadas de la risa. Dado que son jóvenes y aún tienen pulmones, siguen corriendo sin aflojar hasta perderse de vista entre los coches del aparcamiento.
Lo mejor es cuando puedo ver, por fin, la cara honrada de Delta Uno y sus muchachos (dos), que salen, corriendo con sus vistosos uniformes, sujetándose la porra con la mano y... a los pocos metros se paran jadeantes mientras el que –sin duda- es Delta Uno (eso lo sé por su porte de líder nato) chamulla:
-- “¡Cagüen... dios! Casi las pillamos.”
Ahora que lo veo así, en frío, estoy plenamente convencido de que todo este número fue una maniobra de distracción de Ellos para que se me borraran de la mente mis ideas impropias sobre por qué no hay ningún sitio donde sentarse en los puñeteros centros comerciales.
Pcbcarp, las poligoneras existen, vaya si existen, y antaño (ahora se ve que no) solían emplear un complejo sistema de comunicación no verbal que ríase ud. (que ya lo hace, y yo me uno) de Papá Charlie y Delta Uno (cambio).
ResponderEliminarLas poligoneras solían gastar zapatillas de deporte con plataforma, ombligo al aire marcando chicha, pantalón ajustao de poliéster o bien chándal arrastrando por el suelo, mirar de forma desafiante a los ojos y espetar "me suda el coño", y lo mán mejón: llevar un moño en lo alto de la cabeza de forma que el pelo les colgara cual fuente barroca para proclamar que estaban libres, o bien recogerse el pelo en moño bajo en la nuca para dejar bien claro que "esa loba tenía lobo" (amo, chorvo, pibe...). Y cuidadín con la propiedad, oiga.
Todos estos datos no sé si están en wikipedia, pero doy fe de que es asín, tan asín como que servidora les daba clase de Lengua española en un barrio del Cono Sur (sic) de mi ciudad...
Yo creo que urge un estudio sobre la interrelación e incluso en su caso relación causa efecto entre la aparición del aderezo recogepelos conocido como "coletero" (grandes y confeccionados en telas de colores vivos, cuando no de auténtico peluche tigretón), la aparición en ciudades españolas de los centros comerciales más o menos casposos, más o menos pijos, el mall, y la fundación de la tribu de féminas poligoneras, complemento ideal e indispensable del ejemplar masculino del changa, laja o matao. Ab poligono condito...
Estimada anónima paula:
ResponderEliminarAnte todo, bienvenida al bar. Me ha impresionado sobremanera el tema de la colocación del moño y el empleo táctico del coletero en función de la disponibilidad reproductiva.
Yo es que soy bastante más partidario de la zoología que de la antropología (porque la gente que se dedica a inventarse planes educativos tiende a darse una importancia suicida) :)
Ya sé que el blogmaster no debe mostrar un excesivo interés por los comentarios ajenos, pero más o menos ¿cuándo situarías tú el año inicial de la era poligonera? Mola: KAL NOV XVII A P C
ResponderEliminarjajajaja, lo que se aprende en este blgo, muy bueno, anónima Paula.
ResponderEliminarY estoy con Pcb, también me interesa saber cuándo empezó la era poligonera.
Nada más lejos de mi intención que meterme a historiadora, que luego viene Fer y me muerde... Además, revelaría datos sobre mi edad totalmente improbables, ya que dada mi extrema juventud todos estos conocimientos los adquirí en una vida anterior, y luego me reencarné, cosas del karma, en la jovencísima diosa del papel cuché que actualmente soy :)
ResponderEliminarEn la peli inglesa cuyo nombre no recuerdo (qué raro: ser una diosa escultural debe de tener la contrapartida de una menoria cual colador: no retengo un p... dato) cuyo protagonista era... ahh, sí: "Secretos y mentiras", era el título: fotógrafo con mujer aquejada de dismenorrea bestial y hermana poligonera avant le lettre, oséase, de barrio obrero marginal (redundancia) inglés, con hija natural (de plástico no era, evidentment) tb poligonera porque sus genes y el mundo la hicieron así... ¿recuerdan la película en cuestión? Pues bien, ya en aquella se veía el efecto poligoneril; tb en "Soy popero y tonto" (me estoy haciendo una cultura bloggera que pa qué) hay una entrada sobre los nosécuántos ingleses en wikipedia.
El fenómeno, como decía Menéndez Pidal (¿o era Marcelino el Don Pelayo?), en esta España suya "de los frutos tardíos" (no todo va a ser simbolismo y otros ismos), se demoró en implantarse en nuestras ciudades por las razones de todos conocidas, pero fue llegar el neorreal-ismo (por algunos llamados "movida") ochentero, y dispararse los moños... Almodóvar tb da fe.
En mis tierras, por mor del clima subtropical, la enseñanza del ombligo es asignatura obligatoria en la edad púber, sea verano o invierno; así como el contoneo al son de ritmos latinos mucho antes de que abriera el café de La Puerta del Hierro, Madriz. El look regatoniano aquí se mama (ups) desde la más tierna infancia, y es cosa digna o triste de ver, según se tenga el día, a los chandaleros y chandaleras (parezco Ibarretxe!) empujando sus cochitos de bebés tuneaos (el bebé y el cochito; los primeros, con cadenas de oro de un grosor bebicida y pequeños anillos de sello en sus deditos, el segundo con aderezos varios); sobra decir que la natalidad es alta entre la tribu poligoneril, exponencialmente más alta cuanto más baja la edad de las hembras, cada vez más precoces en su fertilidad (serán las carnes hormonadas del McDonald's, oiga) y fieles a morir al lema "si eres hembra grande pa follá, eres hembra grande pa parir", a pesar de los infructuosos esfuerzos de educación sexual por parte de las técnicas del centro de salud más cercano (juro que un día me tocó pasearme por todo el instituto, seguida de las medrosas enfermeras con cara de en dónde nos hemos metido, con tremendo pene de goma naranja escandaloso en mano para demostraciones de puesta a punto de preservativos; correría -nunca mejor dicho- el año 92...).
Como el hip-hop, yo creo que el poligonerismo es importación foránea con elementos propios de cada ciudad o región... Aquí en Canarias se estila más el reggaetón, antes el merengue, la cumbia y la salsa (pero... ¿¿uds. han visto esos video-clips??), indispensables en toda verbena que se precie, carnavalera o no; supongo que en otros lares mola más el heavy, el rock y puede que el pasodoble pasando por Camela, el flamenco refusioneao, los Chichos, el Fary y su inconmensurable hijo ("Y cuanto más acelerooo, más calentito me pongoooo").
Todo un mundo por descubrir.
Lo que ahora se empeñan en llamar poligoneras los tipejos del país han sido toda la (mi) vida bakalillas hembra. Conocidas como lleni o vane, llevan una indumentaria como la descrita por Paula, pero no solo crecen en polígonos y ciudades dormitorio, sino en antiguos barrios del verdadero ensanche (el que no tenía planificación y fué espontáneo, desordenado y casposo) que se han ido degradando creando el caldo de cultivo perfecto para estos seres.
ResponderEliminarApasionante materia, la Antropología Social. Auguro a este post al menos el mismo éxito que el de Historia Medieval de la mano de Don Pelayo. El fenómeno es antiguo. No hay más que sustituir la palabra polígono por suburbio y ahí lo tenemos. Lo que cambia es la estética.
ResponderEliminarQuerida anónima Paula, jajajaja, mi experiencia te desdice: soy hembra pequeña, pero sólo de tamaño físico, grande para todo lo demás (y lo demuestra mi numerosa prole, lo digo para que no suene a una inmodestia que no es)
ResponderEliminarDoy fé de todo lo escrito por Paula, lo del lenguaje propio es un mundo... los moños, las pulseras... es todo para mear y no echar gota pero como dice folken lo que ahora se le conoce como poligoneras antes se les llamaba bacalas... es más de lo mismo antes bailaban makineta total y ahora muchos de ellos se han pasado al reggetton porque "es lo que se lleva" y de paso restregar más la cebolleta que se suele decir por aqui... (valencia)
ResponderEliminarQuerida Tumismidad: lo de ser hembra grande, dicho por una pibita de 13 ó 14 años y unocincuentaicinco, preñá por su lobo, se entiende en el sentido de "madurez"... (la semántica es lo que tiene...). Ellas tenían (espero que ya no tanto) clarísimo el axioma de "la que la hace, la paga".
ResponderEliminarAquí el bakalao no tuvo nunca opción con los efluvios centroamericanos, tanto por A) la tradicional influencia e intercambio migratorio Canarias-América como B) qué daño hizo la telenovela Cristal, pionera en los 80 (no había bebé en las islas que no llevara una cinta ancha elástica a modo de faja recogepelos en su pelona cabecita, ¿uds. lo entienden? ¡Eso marca! Y no sólo en sentido metafórico.. Quizás dentro de X años algún antropólogo se pregunte perplejo por qué los cráneos de toda una generación de hembras presentan una hendidura en torno al mismo, de un ancho aproximado de 7 cms., criaturitas...)
Este ... Creo que me estoy perdiendo un cesto de códigos. Es todo muy instructivo, un tanto oscuro, pero instructivo.
ResponderEliminarAbusando de la actitud/aptitud docente de Dª Paula, exijo apuntes en pdf o, en su defecto, un seminario monográfico sobre la subcultura poligonera empezando por una introducción histórica.
Eso me pasa por no pisar los centros comerciales y vivir en el monte.
Una pregunta a la Profesora Paula: según tus datos, la subespecie poligonera ¿va de uniforme todo el tiempo o sólo los fines de semana?
ResponderEliminarLo digo porque yo vivo en un barrio que, por lo menos antes, se consideraba obrero, aunque de un tiempo a esta parte la cosa se ha complicado mucho ya que,
a)por una parte, empezaron a tirar casas viejas y hacerlas nuevas, con la aparición de nuevos vecinos en forma de parejas con formación universitaria dispuestos a no poder ir al bar porque tenían que pagar la hipoteca y
b) Desde hace unos 5 años, empezaron a llegar los otros nuevos vecinos en forma de inmigrantes (antes teníamos "nuestro argentino", "nuestra peruana" "los chinos del chino", el alemán, el inglés (todos clientes del Enredo)y poco más. Ahora esto es un barrio multiétnico con vecinos de Ecuador, Colombia, Perú, Honduras, Bolivia, República Dominicana, Marruecos, Bangladesh, China, Rumania, Rusia y Polonia, principalmente, hasta tenemos una croata favorita. En general la convivencia no está mal y compartimos bares -salvo los ecuatorianos que se han montado sus propios bares donde no va nadie más-
Digo esto para poner en antecedentes: Yo lo que veo es que las sudamericanas por lo general van de uniforme casi todo el tiempo. Las españolas que se relacionan más con ellas, también acaban de uniforme. Pero las oriundas del barrio fieles a la tradición, normalmente van vestidas de un modo más estándar (obviamente enseñan el ombligo en verano)y yo observo que cuando llega el viernes por la noche, experimentan una mutación y aparecen en grupos multitudinarios y bulliciosos vestidas de forma claramente dirigida a estimular la líbido de los especímenes de sexo masculino y facilitar la manipulación.
¿Las poligoneras hacen eso? Por lo menos, alguna que conozco sí se va de polígonos.
Espero con impaciencia tus respuestas para la exigente Alicia(hola, soy yo, tu gilipollas favorita...)y para el super-jefe Pcbcarp.Y claro, así también me entero yo.
ResponderEliminar;).
P.D.Me gusta tu estilo"literario",Paula.
Me he quedado anonadada sobre todo con uno de todos los apabullantes datos aqui vertidos: ¿¿ponen anillacos de oro a los bebes?? dios mio. Estoy perdiendo la fe en la humanidad.
ResponderEliminarLo del anillo de sello en el deditolniño lo he visto yo. Eso sí: el bebito llevaba una camiseta del Atleti (lo que, tal vez, podría explicarlo todo)
ResponderEliminarPor cierto: A mí el fenotipo "poligonera" (como lo describen los gurús de El País)me llevó a pensar inmediatamente en las clásicas bakalillas hembra: llenis y vanes, tal como acertadamente señala Folken; incluso alguna llesica. A ver si va a resultar que el término "poligonera" es meramente una invención de los creadores de tendencias.
ResponderEliminarLo de la camiseta del atletico es definitivo
ResponderEliminarComo apunta pcbcarp, lo del rollo poligonero no es más que una invención de algún snob que escribe en EP3 (antes El País de las tentaciones o el panfletillo gafapasta de los viernes para aspirantes a indies). De toda la vida se les ha llamado Yennis y Yonatans (respeto la grafía original). Creo que el fenómeno está muy relacionado con el grupo Camela y El programa de Patricia (auténticos iconos mediáticos de este nuevo grupo social). Y lo de la camiseta del atleti, convengo con alicia liddell que es definitivo
ResponderEliminarCómo hemos avanzado. De Guerrilla Urbana a Guerrilleras Poligoneras. La verdad, la única vez que he visitado el K*** también me he sentido conminado a enrolarme en el batallón de cualquiera de las franquicias que por allí pululan. Lástima que me había llevado un bocata de casa.
ResponderEliminarGracias por los comentarios. Aunque lo tengo algo abandonado El Señor Kurtz seguirá dando que hablar para que otros lo lean.
Salud.
Trancos, cambio, Tango Delta a Pato Volador, el pajaro esta en el nido, repito, papá noel existe, corto y cambio.... ;-)
ResponderEliminarTú sí que sabes divertirte en un centro comercial. Llámame la próxima vez y nos hacemos una de escaleras automáticas.
ResponderEliminarGracias por enlazarme, acabo de darme cuenta!
ResponderEliminarSaludos!!!
Vamos a ver a los que no he contestado... Es que últimamente estoy muy dejado.
ResponderEliminarLoti: Lo de la antropología social es un vicio, pero yo insisto que lo veo más bien en plan etólogo.
Dª Alicia Liddell: Esperemos que la Profesora Paula esté recopilando sus notas. Por otra parte, lo de la camiseta del atleti... sí: yo entiendo que es definitivo, qué le vamos a hacer. Si hubiera sido del Real valladolid, me lo habría callado, claro.
Casshern: yo creo que ya está claro: es una operación de marketing del pais.
h.f.v.: todos esperamos la concreción del estudio de la profesora Paula.
Harry Redish: ya está todo dicho. Pero haces bien recordándonos que también existenin los Yonatanes (e incluso los Quebincostnerdejesús), que no sólo hay hembras entre estas mutaciones.
Situacionista: como sigas llevándote el bocadillo a K***, seguro que Delta Uno y sus chicos te perseguirán sañudamente y tendrás que mostrar tus habilidades. Sigue con Mr. Kurtz, hombre.
Svoboda: No fastidies. Papá Noel existe, que cuando yo era pequeño salía en el telediario de Julio César Iglesias vestido de obispo, avisando de que se acercaban los reyes magos que -esos- sí existen y son suma y compendio de las virtudes de la raza.
Don Luis: No tienes más que decirlo y lo hacemos, pero mejor cuando se acerquen las entrañables fiestas navideñas, que todo el mundo está apelotonado en las escaleras con sus paquetes de esconder a los niños.
Aloma69, mujer: te enlacé cuando sacaste lo de Bukowski y la bandera palestina: ¡me llegó al corazón! (¡Eh, vosotros!, antes de decirme nada, leedlo)
qué diver las escaleras automáticas con tacones
ResponderEliminarEstoy anonadada de tanta información! Paula, tu tendrias que escribir una tesis doctoral sobre el tema. Pcbcarp, sin saberlo ha abierto una caja de pandora, todo un mundo por descubrir, decir, comentar... una fuente inagotable!
ResponderEliminarYO OPINO q en mi barrio las kevan cn las pintas descritas por paula se las llaman bakalutys y q to lo q a deixo paula es cierto la colocacion del moño etc etc
ResponderEliminarson mujercillas que se pasean en masa por la calle y se acen las reinas eso si nunka veras a una sola porq la q este sola estara cn un xorvo o con el suyo propio esta es la realidad de la vida pro lo de poligoneras no lo e oido nunka de verdad...me lo apuntare :p
me a gustao este texto mazo sigue asi maestro cuentanos anecdotas jejeje
saludos
Abrumada por las peticiones de tesis doctoral, yo que jamás acabé tesina ni proyectofindecarrera, creo que este sitio es un "crisol de culturas" (sic) como se empeñan en llamar las autoridades (?) canarias a nuestro archipiélago...
ResponderEliminarRepito: la realidad en Canarias is different a la del resto del estao (ni bakalao, ni makineta, ni apenas festukis de esas cuyo nombre no recuerdo y q tb salen mucho en el EP3... más bien para universitarios ociosos, en todo el sentido del adjetivo...).
Para el moderaó Pcpcarp: sí, van uniformadas de sol a sol. Lo llevan en los genes. Aquí apenas se diferencia entre la autóctonas y las llegadas del otro lado del Atlántico, principalmente Centroamérica (quizás estas últimas sean más románticas e ingenuas, no lo sé).
Ah, un dato que se me olvidaba para el estudio: el lavado del chándal blanco poliéster, que marca al lobo o chorvo o pibe (ellas, "lobas"; la influencia americana es grande, insisto). ¿Cómo consiguen que esas prendas pseudodeportivas tres tallas más grandes que el moreno que las lleva no amarilleen con la lejía?
Otro dato: gusto por mascotas exóticas. Siendo mi hija bebé, yo la portaba en brazos, haciendo cola en una zapatería para pagar sus zapatitos (en un centro comercial, of course), me quedé petrificada cuando vi que el pibe de delante de mí (que por supuesto iba a pagar unas deportivas de marca tipo NBA el cuádruple de caras que cualquier calzado que yo me haya comprado en la vida) llevaba enrollada en torno al cuello, aparte del juego de cadenas áureas, UNA SERPIENTE PITÓN o lo que parecía serlo, a modo de bufanda (incomprensible lo de la bufanda, ahora que lo pienso, toda vez que el maromo dejaba al descubierto sus apretaos pectorales por el sencillo método de bajarse a media asta la cremallera de la chaqueta del chándal, y no llevar nadita debajo; bueno, unos calzoncillos vistosos que asomaban por encima de su pantalón rastrero, por supuesto). Cuál no sería mi horror cuando mi hija echó sus manitas para tocar lo que yo en principio había tomado como adorno étnico y tal, Y SE MOVÍAAAA, Y SACABA SU LENGÜITA BÍFIDAAA (el ofidio, aclaro, no mi hija, que tendrá sus cosas, pero al menos es de este mundo...).
Ah, y el término "poligonera" sí lo he oído yo por estos lares desde hace mucho tiempo, en concreto referido a un polígono en particular (el ilustre Polígono de San Cristóbal), aunque hay más, vaya si hay más... Aunque el término genérico para la especie aquí en mi isla es el de "chandaleros" (mientras mis alumnos se examinaban, yo me entretenía en mirar sus atuendos, sobre todo el calzado: sólo en 2º de Bachillerato LOGSE -que ya es la creme de la creme, claro, y tras un proceso de selección cuasinatural la especie se extingue en ese nivel académico, aunque quien tuvo retuvo...- pude ver en alguna ocasión zapatos no deportivos en ellas; ellos, fieles a las deportivas hasta con smoking-alquilao-fin-de-año, I suppose... Mientras más bajo el nivel curricular, más playera o como dicen en Tenerife, tenis...).
Marks & Spencer no tiene nada que hacer. Ni El Corte Inglés. Mucho Base Sport, mucho Foot-Lock...
Si es que el tema da pa mucho, oiga, es un ponerse y no acabar... Desde la zoofilia de la especie hasta su repercusión en las grandes superficies, las PYMES y la venta de calzado...
Y se me olvidaba: en el fondo, son unos snobs, los chandaleros, no se crean. La marca es la marca.
ResponderEliminarMuy bueno lo de la serpiente. Pero yo tengo un amigo, esporádico colaborador del blog que hace como veinte años tenía una pitón boludus y se la llevaba a los bares (¡ah! aquellos días de vino y rosas en Malasaña...) hasta que los de nuestro bar predilecto de entonces tuvieron que pedirle por favor que se la dejara en casa cazando hamsters. De todas formas, una cosa es un garito de Malasaña, y otra un centro comercial, ¡pobre animal!
ResponderEliminarOs recomiendo vivamente la colaboración de jovenpadawan que -me consta- de esto sabe un rato por razones obvias. De hecho, estuve a punto de solicitar su opinión, pero ha debido leerme el pensamiento.
Pcbcarp: me he quedado atónita con lo de la pitón boludus... ¿Era argentina, o es que realmente hay pitones con atributos y colgajos, ejem?
ResponderEliminarAtributos visibles, no tenía, por lo que, tal vez, fuese argentina. Pero, como nunca la oí decir ni pío, no puedeo pronunciarme. Sólo sé que oficialmente era "pitón boludus" o, al menos, eso decía una que tenía un terrarium y sabía mucho de ofidios. El nombre no era, porque se llamaba Concha.
ResponderEliminarAhora pienso que argentina, tampoco debía ser, porque habría sido de pésimo gusto ponerle ese nombre a la pobre: se iban a meter con ella en las reuniones de serpientes.
Supongo que la pitón-bufanda, sería bebé, porque no veas como pesan las jodías, al menos la mía que era albina y se llamaba Margarita.Se me escapó...una tarde lluviosa hace muuuucho tiempo.
ResponderEliminarSnif,snif...
;)
Estimado Pcbcarp: es verídico que en Hispanoamérica hay gente (varones, por más señas) que llevan por nombre el alto, sonoro y significativo de Excremento y otros tales, (creo que han empezado a querellarse contra sus malvados o ignorantes progenitores), así que igual la serpiente era argentina, boluda amén de pelotuda, ya que no se decidió a estrangular a su dueño por bautizarla Concha, y seguramente murió de vergüenza y en el ostracismo más absoluto, que las pitones son muy suyas.
ResponderEliminarh.f.v.a. : entonaré un réquiem por su Margarita, aunque, quién sabe, igual se lo está pasando en grande en alegre coyunda con especies autóctonas (recuerdo, por cierto, el romance de Rodrigo, el que según cuentan ocasionó la entrada de los árabes en la Península -se ve que tenía la cota de malla un poco suelta, y de ahí la venganza de D. Julián, véase "Reivindicación del Conde Don Julián" de Goytisolo, uno de ellos-; el tal payo murió comido por tremenda serpiente, y dice el romance viejo: "ya lo come, ya lo come / por do más pecado había"... Espeluznante...).