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El sargento Cano subió el acantilado echando pestes. Volvía a dolerle la pierna derecha por la puta humedad (Tenía en ella dos heridas: una esquirla de metralla de Brunete, que aún seguía por ahí dando vueltas, y un bayonetazo ruso, de Possad) Arriba, un pelotón de rojos bastante harapientos –más aún que sus soldados- se dedicaban a encofrar unas trincheras bajo la vigilancia de un soldado con la bayoneta calada. Los dirigía uno con gafas que –suponía Cano- habría sido albañil antes de la guerra, o ingeniero, cualquiera sabe, por las gafas. En todo caso, parecía bastante apañado.
Al pasar Cano, el soldado se cuadró llevándose la mano al pecho y los rojos se pusieron firmes. Cano se llevó distraído la mano al gorro.
-- Venga, venga, a trabajar.
El rojo de las gafas se le cuadró:
-- A sus órdenes, mi sargento.
Cano le miró con sorpresa. Qué raro que un preso se dirigiera a él.
-- Dime.
-- Mi sargento, ¿es verdad que vienen los americanos?
Cano estudió la cara del rojo buscando un rastro de esperanza, o de cachondeo. No lo encontró. Lo tenía visto de los últimos días. Era competente dirigiendo el trabajo y Cano apreciaba a la gente competente. Tenía más o menos su edad, pero en vez de estar pelándose de frío en Rusia, el último año debía haberlo pasado en uno de esos campos de concentración o vaya usted a saber dónde.
-- ¿Y a ti qué te importa?
-- Hombre, mi sargento. Se habla…
-- Ni puta idea. Tú a lo tuyo, que en boca cerrada no entran moscas.
Se giró bruscamente y siguió su camino.
en cuanto recupere internet en casa y deje de volver a ambientar ciber desde hace una semana me lo imprimo y leo. Saludos.
ResponderEliminarTranquilo, Canichu, que hay búnker para rato
ResponderEliminarEso iba a decirle, querido Hauptmann, que uno viene cada día a tomar su dosis y éstas son cada vez más breves. Ponga dos capítulos en lugar de uno, que nos da ansia :D
ResponderEliminarSí, sí, es como un camello. Dentro de poco empezará a cobrarnos los postios.
ResponderEliminarVale, mon capitain, me enganché al búnker, :)
ResponderEliminarHans, si yo pensé colgar dos seguidos, pero "alguien" me convenció de que me atuviera a la división original.
ResponderEliminarMJG, yo también te quiero, ¿me puedes sugerir un precio adecuado?
Hola Raquel, pues nada, nada sigue leyendo.