Pues eso. El gobierno de Israel, después de haberse dedicado a robar el dinero de sus impuestos a los palestinos que cometieron la osadía (no consiguieron evitarlo) de hacer unas elecciones más o menos limpias, en las que salió quien no debía; después de haberse dedicado a coaccionar a dichos palestinos y a los bancos y gobiernos de la zona para que no les pasaran un puto duro, etc., etc., como eso no era bastante, se dedicaron a bombardearlos y matar, según su costumbre, mujeres, niños y militares sin graduación (estos últimos, todo hay que decirlo y aunque cuando yo era pequeño pagaban menos en el parque de atracciones, al fin y al cabo están para ser matados: no dejan de ser militares). Se cabrean enormemente porque los putos palestinos tienen la osadía de responder y van y les atacan una instalación militar y (al menos esa operación) les sale bien y raptan a un soldado. (Si lo raptan quiere decir que su intención era darle por culo, porque raptar es para eso)
Lo que estaban buscando como excusa para invadir otra vez Gaza. Esos putos moros de mierda, ¿qué se han creído? Nosotros, que somos los buenos, podemos bombardear playas, casas con familias dentro etc., etc.: no hay problema. Así que ahí van los Merkava y las excavadoras blindadas arrasando con tó.
Objetivos militares: las centrales eléctricas, la red de distribución de agua... Los puentes (para evitar que los milicianos se reagrupen, obviamente) Y toda la puta noche dale que te pego con bombas de verdad o de mentira y los F-16 rompiendo la barrera del sonido para que los putos moros (mujeres y niños incluidos) no duerman. Que para algo somos la democracia y el progreso y el que diga lo contrario es un nazi antisemita.
Es una vergüenza tal leer la prensa española: los palestinos "raptan" o, en el mejor de los casos, "secuestran" -lo que demuestra interés económico, no afán de delectación venérea- Mientras que los Israelíes, que son gente civilizada, "detienen". Por ejemplo, detienen a medio gobierno palestino (el único elegido democráticamente de todo el mundo árabe). Los malvados palestinos, han raptado a un par de colonos, incluso jovencitos, de los cuales, al menos se han cargado a uno. 18 años.
Es muy jodido hablar así, pero da la casualidad de que los soldados tienen 18 años, aquí, entre los marines, y entre los israelíes. Son mayores de edad, pueden conducir y votar. Son soldados. Y los colonos no son civiles: son reservistas (incluídos sargentos o capitanes) armados y movilizables. No son civiles. Comprobar la proporción de palestinos e israelíes muertos en esta mierda. Y los palestinos no tienen Merkavas ni F-16.
En efecto. Estoy hasta los yarboclos. No he oído que mi Gobierno -tan progre él, pero que ya ha tenido tiempo de darse cuenta de qué va esto y lo jodido que es mandar- haya "exigido" al gobierno de Israel que ponga inmediatamente en libertad, no a un combatiente, sino a alguno del montón de chavalitos, mujeres o viejos cuyo único delito es ser víctimas de una invasión o, por ejemplo, ser familiares de alguien.
A los niños israelíes se les educa en la convicción de que los árabes no son seres humanos, sino cucarachas. Y, queridos amigos, no sólo los árabes. Cada vez está más extendida la idea de que nosotros, los miserables goyim, no terminamos de ser asumibles como seres totalmente humanos. ¡Qué lejos de aquellos días en que los kibbutz eran el paradigma del socialismo! en fin. Qué le vamos a hacer.
En realidad, la base del problema, no del problema palestino, sino de uno de los peores problemas de la humanidad, vino en el momento en que una tribu de beduinos salvajes decidió que su ídolo no sólo era el mejor (eso lo creían todas las tribus de beduinos) sino el único auténtico. Con el tiempo, llegaron a la conclusión de que los demás ídolos ni siquiera eran reales y que el único que existía era un tal Jehová, que era el suyo (recomiendo vivamente la lectura del Génesis y el Éxodo, donde se aprecia la progresión de tan estúpida idea)
Hace años, un amigo que había decidido que molaba enormemente ser judío, en una época de esas en que El País sacaba mucho a Primo Levi y compañía (sí, hombre cuando hizo 50 años de 1945) me invitó a su sinagoga, y fui a un par de Sabbath, con mi kipá y todo, sujeta con una pincita de esas que usan las quinceañeras. Muy bien. A mí los rollos judíos me suscitan una mezcla de amor-odio muy sugerente, como a Corto Maltés. Era una comunidad autodenominada progresista, compuesta por españoles de origen argentino-uruguayo o, directamente, por argentinos y uruguayos; en general, gente estudiada. El rabino era un tío muy majo y bastante culto, como debe ser un rabino, al que le hacía mucha gracia que un miserable goy fuera a tomarla con ellos. Yo le comentaba que, según mis cálculos, yo tengo un 12,50% de sangre judía, y él me enseñaba la Torá, y me hacía comentarios jocosos sobre el hecho de que San Pablo hubiera decidido cosas extrañas sobre qué significaban el pan y el vino que todo buen judío comparte el Sabbath después de misa, digo Sabbath (que yo complementé con jugosos comentarios acerca del canibalismo ritual en la Europa preclásica) Je je ja ja.
Lo malo es que, al salir, tan contento, qué cultos y progresistas somos todos, se me ocurrió tomar, al acaso, un ejemplar de la hoja parroquial (que no sé cómo se llama en hebreo) y me pone que hay un problema gravísimo en nuestra comunidad, que es que nuestros jóvenes (estamos hablando de Madrid hace 10 años, que no se os olvide) manifiestan una grave tendencia a relacionarse con muchachas gentiles (goyim) e, incluso, a casarse con ellas. Así que los padres incurren en una muy grave responsabilidad al permitirlo.
Como es sabido, la condición de judío se transmite de madre a hijo: Los hijos de mis hijas, mis nietos son, los de mis hijos, sábelo Dios.
Mira por dónde, los amigos judíos ex soviéticos que he conocido, amigos de Piolet, son gente magnífica y, de entre ellos, el Gran Leónidas, que me enseñó algunos entresijos de Leningrado y que en Paz descanse: ¿por qué será?
Recomiendo un libro de David Grossmann: "El viento amarillo".
Por otra parte, en la primera Intifada, el General Dan Shomron, jefe del Estado Mayor del Tsahal (y héroe de mi adolescencia, porque fue el que mandó la operación de Entebbe en 1976) dimitió diciendo que el Ejército de Israel estaba para defender a Israel de sus enemigos, no para oprimir colonialmente a otros pueblos, e incluso cosas más razonables. Claro, que a Dan Shomron el valor, no se le suponía: lo tenía acreditado.
Rollos más o menos relacionados:
Sabia que algo ibas a decir. llevaba mucho tiempo sin aparecer por aqui: hola chicos, yuu hu!! (cimbreo tropical de cadera, manita así, etc)
ResponderEliminarToda esta peña esta completamente loca. Yo no lo entiendo. No se dan cuenta de que si matan a todo el mundo no va a haber esclavos que curren para ellos?
No es el mejor punto de partida para estudiar nada.